LONDRES
ADELINE
Creo que no había escuchado bien porque no podía invitarme a viajar con él cuando éramos casi desconocidos.
–¿Que viajemos juntos?
–Sí, yo pago todo.
–¿Por qué yo?
–Porque me gustaría pasar tiempo contigo.
–¿Y si estoy igual de loca que tu compañera?
–Estoy dispuesto a correr el riesgo porque se trata de ti.
–¿A dónde iríamos?
–A Londres.
No puedo evitar que la emoción me alcance porque vamos, es Londres.
–Está bien.
–Nos vamos pasado mañana.
Cuando el día llega salgo de mi habitación con unas maletas al tiempo que Kenneth sale de la suya.
–¿Te vas de la casa?–pregunta con emoción.
–No. Me voy de viaje–digo mientras camino con él detrás.
–¿Cuánto tiempo?
–No sé–me detengo frente a las escaleras–Al menos ayúdame a bajar las maletas.
Toma una sin esfuerzo y la lanza por las escaleras provocando que lo mire impactada al tiempo que hace lo mismo con la otra maleta.
–Listo.
–Te odio.
Cuando llego hasta mi equipaje la bocina de un auto suena.
–Si tienes la oportunidad de quedarte allá no dudes en tomarla.
–Sería genial, así no te vuelvo a ver la cara.
JAXON
Estaba feliz de que hubiese aceptado viajar conmigo ya que estos días serían mucho mejores con su compañía. En esto pienso cuando accedemos a un hotel de Londres.
–¿Tú... tú quieres dormir conmigo?–tartamudeo sin mirarla.
Me encantaría que dijera que sí y no solo para que tengamos sexo sino para poder abrazarla por las noches, para sentirla cerca.
–Sí.
En cuanto ingresamos a la habitación en la que tenemos una increíble vista vuelvo a hablarle.
–¿Qué quieres que hagamos?
–Elige tú–dice mientras mira su alrededor.
Pienso en los lugares que podemos visitar y cuando elijo uno nos alistamos para recorrer Tower Bridge, uno de los puentes más emblemáticos de Londres.
–Me encanta este lugar–dice con una hermosa sonrisa.
A mí me encantas tú.
Llevaba un vestido corto de color violeta con unos tacones a juego. A su pelo marrón lo había dejado suelto mientras que en su rostro había aplicado el maquillaje justo.
–Nos tomemos una foto–me pide y sin dudarlo me posiciono a su lado para que sonriamos antes de hacer muecas raras que ella captura.
–¿Ya habías venido?
–No, es la primera vez.
–¿De dónde sacas el dinero?
–Es de mi padre. A él no le importa darme todo lo que le pido.
–Gracias por haberme invitado–agradece a la vez que entrelaza sus brazos detrás de mi cuello haciendo que se me salga el corazón.
¿Qué se supone que haga?
Quedaré muy atrevido si...
Coloco mis manos en su cintura con inseguridad sintiéndome bien con su contacto.
–¿Te puedo hacer una pregunta?
–Si me vas a invitar a otro viaje la respuesta es sí.
Niego divertido.
–¿Crees que algún día podrías estar interesada en un chico como yo?
–¿En un chico como tú?–pregunta sin entender.
–Sí, ya sabes, no soy el chico más guapo del mundo.
Lo decía en serio.
Nunca me había sentido atractivo por lo que me costaba creer que una chica como ella sintiera alguna vez interés por mí.
–Eres muy guapo Jaxon–dice tomando mi rostro entre sus manos–Y sí siento interés hacia ti sino no me habría acostado contigo.
Creía que se había acostado conmigo por curiosidad o aburrimiento. Pero el que me dijera eso me hacía sentir una emoción que nunca había sentido. Debido a esto la beso despacio sin querer estar en un lugar que no sea este.
–¿Seguimos?–pregunto sin apartarla.
–¿El beso o el recorrido?
Y es esa pregunta lo que me hace volver a besarla pegándola a una parte del puente. Puede que estemos haciendo un espectáculo pero en lo único en lo que puedo pensar es en sus labios sobre los míos y en la sensación que me provocaba.
Cuando logramos alejarnos nos dirigimos a London Eye sin soltarnos la mano y cuando subimos contemplamos las vistas hasta que la atracción se detiene con nosotros en el punto más alto.
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En el ojo de la tormenta
Romance《Seré delgada, no me importa lo que tenga que hacer para conseguirlo.》 Después de esas palabras, Adeline Belmore se adentrará en un camino lleno de peleas, llantos, hambre y culpa. Pero su vida no solo será envuelta por el dolor, ya que su hermanast...