16/02/202X
MannyYa habían pasado unos días en los que no habíamos podido encontrarnos con otros jugadores, yo seguía pensando en quiénes y cómo serían los otros 4 restantes, también había pensado en regresarle su espada a Lucia, cuando terminara el juego, pero apenas ayer medité en que si el juego acababa sin que yo saliera como ganador, borrarían mis recuerdos y ya no podría regresarle la espada, siendo que desconoceria el origen del arma, era obvio que sino le devolvía la espada durante el juego, tal vez no podría hacerlo jamás, logré conseguí su dirección preguntando en la oficina de mi escuela, con la excusa de que quería entregarle una tarea, pero no sabía cómo iba a presentarme y para no sentirme tan nervioso convencí a Ricky de que me acompañara con Lucia.
– ¿Por qué vamos a la casa de una chica que ya no tiene nada que ver con nosotros? – Hizo el comentario algo curioso pero no en contra del haber venido. – Ya te lo dije, quiero devolverle su espada, además si lo piensas, fue mi culpa que ella perdiera en el juego, tanto Lucia como Andrea perdieron por romper la regla 2, regla que ya no está en el juego – Respondí logrando darle una respuesta satisfactoria a Ricky. La regla dos había sido eliminada sin dar una razón, simplemente dejó de aparecer en el reglamento del juego.
– Pero si Lucia se enamoró de ti, no puedo ni imaginar, de qué idiota se pudo enamorar esa Andrea, envidio a ese tonto, pero quien sabe si fue de otro participante de la competencia – Respondió, lo de Andrea había sido un misterio para nosotros.– No tengo idea, pero no importa, según la dirección que me dieron, es aquí – Dije viendo a la casa, una que era bastante moderna a tal punto de haberme impresionado, porque no esperaba que viviera en semejante casa.
Lucia
Puse la casa de cabeza tratando de encontrarla, pero no había ni rastro de esa tonto palo que era de mis favoritos ya que había perfeccionado un estilo único en el manejo de la espada, había invitado a Andrea a mi casa para ayudarme en mi búsqueda, pero ya nos habíamos rendido en encontrar la katana, dimos por hecho que no estaba por ninguna parte.
– Oye Lu, ¿Por qué no consigues otra katana? ¿Qué tiene esa, de importante? – Cuestiono, siendo que no lo entendía, esa katana era un regalo, que pocas veces usaba, porque la apreciaba bastante, me sentí lo suficientemente triste como para ya no hablar al respecto, pero alguien había tocando la puerta de mi casa y pensé que sería mi primo o alguien así, pero al abrir la puerta no podría estar más equivocada.
– Hola Lucia, ¿Cómo estás? – Pregunto al verme, era Manuel, un chico de la preparatoria que fue también mi compañero cuando estaba en secundaria. No entendía porque de todas las personas en el mundo debía ser él quien estaba en mi puerta, actuando como si aún fuéramos amigos.
– ¿Qué quieres? – Era raro que un chico con el que había dejado de interactuar desde la secundaria, ahora tocará la puerta de mi casa acompañado de un chico al que nunca había visto.
– Mi amigo y yo encontramos algo en la calle y pensamos que sería tuyo – Respondió algo nervioso, no me había percatado de que tenía un bulto en su espalda, que parecía una escoba mal envuelta en una sábana, pero cuando lo estiro hacia mí, reconocí esa funda, que era la de mi katana, él la había encontrado......o robado.
Rápidamente se la arrebaté de las manos y la desenfunde para ver el estado en el que estaba, cuando la vi me enfureció bastante, esa sí era mi katana, y su color fino de roble, estaba ahora de un color oscuro como si hubiera sido ligeramente quemada, además, parecía que alguien la había usado para golpear algo o incluso a alguien.
– ¡Ustedes idiotas! ¿¡A quién golpearon con mi katana!? – Cuestione haciendo notar mi enojo, pero ellos tenían que ser los culpables, tal vez habían robado mi katana para molestar, y al ya no darle utilidad, me la regresan sólo para reírse en mi propia cara.
– No es lo que parece... la encontramos tirada, y como escuchamos que tú tenías una de estas, imaginamos que era la tuya – Respondió siendo una mentira, me había dado cuenta por su forma de hablar, el otro chico que le acompañaba, parecía apartar su mirada de mí, pensé que era un chico indiferente, pero cuando me detuve para observar mejor, descubrí que el muy desgraciado se estaba riendo de algo.
– ¿Por qué tu amigo se está riendo? – Le pregunté indignada a Manuel, apuntando la punta de mi katana hacia él, mismo que enseguida volteo a ver a su amigo.
– ¿¡Ricky, por qué demonios te estás riendo!? – No se había dado cuenta de la risa que contenía su amigo, hasta que yo se lo señalará.
– Perdón, es que... parece la escena de una pareja de enamorados donde el chico está siendo maltratado por la novia, es como ver un conflicto doméstico – Respondió viéndole gracia a la situación, ese comentario me había molestado bastante, por lo que entré a mi casa y rápidamente salí con Andrea jalandola del brazo.
– ¿Qué te pasa? Estaba viendo a la esponja amarilla – Comentó Andrea con cansancio, ahora el chico iba a pagar por su pésimo comentario.
– Oye Andrea, ese chico que no deja de sonreír odia los cachorros – Dije señalándolo.
– ¿Como? – Manuel, Andrea y el chico que al parecer de apodo Ricky, cuestionaron al unísono.
– Ah, y también odia el café, los chocolates, las familias y cuidar el medio ambiente – Creo que se me había ido la mano con lo último, pues era Andrea la que lo había escuchado, por ello sabía que las cosas iban a salir mal, después de unos segundos de silencio total, pero en un estado de calma sonrió y vio hacia mí.
– ¿Cuál?, ¿el chico de pelo chino o castaño? – Cuestiono señalando primero a Manuel y después a Ricky, pero no sabía si responder o no, pero como por instinto tal vez algo me decía que tenía que salvar a Manuel de la ira de Andrea así que hable.
– El segundo – Respondí y Andrea no dejaba de sonreír mientras tenía los ojos medio cerrados, sin dar un aviso, arrebató mi katana y se disponía a golpear a Rocky, él se había dado cuenta de las malas intenciones y comenzó a correr mientras Andrea lo perseguía con esa escalofriante sonrisa, rápidamente se estaban alejando de mi casa, dejándonos a Manuel y a mí en la entrada, el parecía no tomarle mucha importancia a lo que acababa de pasar, o bien podría decir que no podía creer lo que acababa de pasar.
– No te robé la espada, de eso puedes estar segura – Manuel me miraba de una manera fija y muy seria. Sabía que pronto me arrepentiría de lo que iba a hacer, pero así podría saber si decía la verdad o no.
– ¿Te gustaría entrar? – Cuestione dudando de mi misma.
(N/A)
Muchas gracias por leer.
Espero que les halla gustado, próxima actualización: Capítulo 11: REGALO [30/11/23]
Esta se trato de un cap corto pero los próximos lo compensan.
Nos leemos pronto.
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JUGUEMOS A SER DIOSES: Los usuarios [Ultimos capitulos]
Tiểu Thuyết Chung[Nuevos Capítulos los días Sábado] Esta edición se trata de una readaptacion de la idea original de JSD. Aviso que guarda similitudes con la obra original como en idea central, pero estoy orgulloso de brindar una nueva adaptación en estos ya finale...