Vanesa
La competencia había progresado muy rápido, sin que Gustavo o yo nos diéramos cuenta de que dos jugadoras habían perdido casi al comienzo siendo las únicas participantes con las cuales no tuvimos contacto alguno, luego llegó la muerte de Anahi justo frente a nuestro ojos, 4 de los jugadores restantes hicimos equipo para vencer al usuario más peligroso. Gustavo y el jugador asesino perdieron la vida la misma noche, Derian ya había desaparecido justo como pasó con Gustavo.
Mi mente estaba inquieta, ya no había nada que quisiera hacer, la imagen de un Gustavo moribundo seguía en mi cabeza, sabía que Gustavo en este momento estaría durmiendo y despertaría sin recuerdos de su muerte, pero ahora solo éramos 3 los jugadores restantes: Manuel, Ricardo y yo, pero al no tener a Gustavo, en cierta forma mi interés en el juego se había ido.
Manuel y Ricardo estaban en sus últimas fuerzas e incluso sentía que podía vencerlos con facilidad si lo quisiera, de hecho manifesté mi habilidad para crear una lanza de hielo, muy afilada en uno de sus extremos pensandola en usarla como arma, pero frente a mí estaban ambos sonriendo como si el juego ya hubiera acabado, Manuel era ayudado por Ricardo a caminar y pude observar que ambos cojeaban, si era capaz de hacer un ataque potenciado, sería capaz de darle a ambos de manera directa y vencerlos o en dado caso usar mi arma de hielo, en ese estado lamentable en el que se encontraban aun siendo dos, todo se perfilaba a que esta noche yo fuera la ganadora.... pero no sé qué había en mí, algo me evitaba atacarlos y mis piernas al igual que mis manos temblaban.
– ¿Cómo pueden sonreír en un momento como este? – Les pregunté, quedándose callados unos segundos, Ricardo fue quien contestó.
– A veces hay momentos difíciles, pero siempre tendrás más momentos buenos que malos, piensa en qué hubiera querido Gustavo que hiciéramos, no lo conocimos muy bien, pero estoy seguro de que él hubiera querido que derrotaramos a Derian y que no lloráramos su muerte tal y como lo estás haciendo ahora – Explico con algo de cansancio, mientras el frio de la noche hacía que temblara levemente.
– No estoy llorando – Conteste molesta por la acusación de Ricardo, hubo otro silencio y entonces Manuel sacó su celular, seguido de eso extendiendo su aparato para que lo tomara.
– ¿Qué haces? – Cuestione sabiendo que era notoria mi molestia, apretando con fuerza el arma que aunque sabia que se había percatado de ella, parecían no tomarle importancia.
– Usar la cámara frontal de mi celular – Respondió poniendo su celular en mi mano que tenía libre, lo primero que vi fue mi cabello todo despeinado, mojado y con algo de tierra, lo segundo que vi fueron mis ojos rojos e hinchados, en mis mejillas vi diminutas gotas de agua que creaban finos ríos hasta llegar a mi barbilla para luego caer al suelo, y de mis labios vi un temblor incontrolable del cual en un principio consideré que era una secuela por las bajas temperaturas del lugar.
En el celular vi una imagen de mí que nunca había tenido, era tan patética; jamás pensé que me fuera a ver de esa manera.
Mis labios dejaron de temblar y le regresé su celular a Manny.– Gracias – Agradecí sacando el mío y abriendo la aplicación de "Juguemos a ser dioses". Ellos lo notaron y me preguntaron, qué hacía.
– Voy a terminar con esto – Dije ya no importándome nada, al decir eso abrí mis datos y al bajar, encontré lo que buscaba: la opción de rendición. La presioné sin pensarlo más.
Al hacerlo, una ventana se abrió: Estás eligiendo la opción de rendirte, ¿Estás segura de la opción? Segura de mí, elegí sí.
– ¿Por qué? ¿Ya no quieres seguir en el juego? – Cuestiono Ricardo.
ESTÁS LEYENDO
JUGUEMOS A SER DIOSES: Los usuarios [Ultimos capitulos]
Aktuelle Literatur[Nuevos Capítulos los días Sábado] Esta edición se trata de una readaptacion de la idea original de JSD. Aviso que guarda similitudes con la obra original como en idea central, pero estoy orgulloso de brindar una nueva adaptación en estos ya finale...