JUGUEMOS A SER DIOSES: Los usuarios [Ultimos capitulos]

Capítulo 36: MEMORABLES

23/02/202X
Hora: 13:38 pm
Andrea
El rápido actuar de Daniel, no me dio el tiempo de reacción suficiente para huir de el, siendo que en el instante en que sujetó la espada de madera, activo su habilidad usándola también en mi, haciendo aparecieran en un lugar en el cual no había estado, siendo la azotea de un edificio que por lo que veía a mi alrededor seguíamos en la misma ciudad, pero a una distancia casi desconocida de donde se estaba llevando a cabo el enfrentamiento principal.

Al aparecer use mi habilidad solo por unos instantes para tomar distancia de unos 7 metros, sujetando la espada de madera de Lucia solo para defenderme, Daniel vio mi seriedad y podría decir que se enojó también. Comenzó a caminar hacia mi dirección, en respuesta con la pausa de tiempo activa por 5 segundos aproveche con darles dos fuertes golpes en la parte trasera de sus rodillas, una vez que despause el tiempo, los golpes fueron lo suficientemente fuertes para doblarlo hacia adelante, pero no lo suficiente para hacerlo caer.

– Al parecer puedes defenderte un poco – Dijo Daniel sin verme ya que ahora yo estaba a espaldas de él, fuera de su rango de visión.

Sin que le diera una respuesta, desapareció frente a mi, y de no haber sido por la sombra que logre ver a mis pies, no hubiera logrado activar mi habilidad a tiempo, habiendo pausado nuevamente el tiempo, de nuevamente otros dos golpes en la parte posterior de sus rodillas, a diferencia de Ricky, el físico de Daniel era que me resultaba imposible de empujar, por lo que me limite a únicamente atacar a los pies. El tiempo volvió a correr ya ahora él se fue a dar al piso con una de sus rodillas, causando ahora un asombro leve, que me dio la confianza de seguir con la misma estrategia.

Nuevamente desapareció frente a mi vista, y yo al instante hice nuevamente uso de la pausa de tiempo, pero al hacerlo él seguía sin aparecer, por lo que ahora me daba cuenta que activarla antes de tiempo mi habilidad no me sería de utilidad, nuevamente desactive mi habilidad pero ahora con la intención de dejar que solo corriera el tiempo un segundo, pero en cuanto despause el tiempo, mi espada se rompió sin motivo aparente, dejándome ahora con la espada rota en dos piezas.

En el momento en que la madera de la espada crujió, nuevamente pause el tiempo por el pánico de que ese solo segundo había sido suficiente para un ataque de Daniel, nuevamente con mi habilidad activada, aunque Daniel seguía sin estar frente a mi, si era notable un pu;o envuelto en sombras, aquel pu;o no estaba conectado a ningún cuerpo, no era más que una mano lo que era visible.

Con eso ahora entendía que la pausa de tiempo también permitía una aparición parcial y no total del usuario, haciendo que primero el brazo que darían el golpe fuera lo primero en teletransportarse, de esa forma protegía de recibir un golpe el resto de su cuerpo que le seguía en reaparecer.

Posicionandome en el ángulo opuesto de donde provenía el golpe, volví a dejar correr el tiempo y en cuanto Daniel fue visible lo recibí con dos golpes nuevamente apuntando a sus piernas, ahora teniendo en cada mano una pieza de lo que era la espada de madera. El ahora si termino dando al piso contra ambas rodillas, siendo que ahora sabía que debía hacer uso de mi habilidad de manera intermitente para garantizar un resultado favorable para mi, pero aun estando en el suelo, Daniel seguía aparentando cierto disgusto mezclado con seriedad.

Al ponerse nuevamente de pie, puso en mi una mirada notable enojo, un enojo tan visible que hizo que se erizara mi piel, debido al miedo que me daba esa sola mirada ya que desconocía el control que Lucifer debió haberle hecho.

– Cuando los de la penúltima generación competimos, fue una competencia en la cual tuve que matar, siendo a una chica como tu Andrea, pero quien diría que ahora tendría que recurrir a lo mismo – Al decir eso lo perdí de vista, siendo que a eso se le sumo que se sintió él como unas manos muy grandes tenían mi cuello y otra tenía sujetada mi sudadera, haciendo con ese agarra un levantamiento conmigo, despegándo los pies del suelo y haciendo que soltara las mitades de la espada de madera que hace unos momentos mantenía firmemente.