Marca falsa- Hanknow

Capítulo 17

—¿Pueden dejarnos solos?— preguntó el alfa sin apartar sus ojos de MinHo.

—Está bien, ten cuidado, recuerda que ambos están débiles todavía.

—Lo tendré.

El alfa sintió la puerta siendo cerrada y se acercó en la silla de ruedas hasta la cama del omega, MinHo no lo miraba y eso le dolía, había esperado por volver a verlo y cuando por fin tenía la oportunidad, sentía la tensión y el rechazo de su omega.

—Mírame.— pidió, pero su orden no fue acatada— Mírame— exigió con su voz alfa, sin alcanzar a ser su voz de mando.

MinHo chocó su mirada con los fanales azules del alfa, la voz de mando no tenía efecto en su persona, había entrenado para eso, pero aquella no era la voz de mando usual y su ausente omega parecía querer complacer a su alfa, por lo que terminó cediendo a la exigencia de Jisung.

—No hagas ésto, debes alejarte de mí, yo nos hice daño, te hice daño— sollozó.

—No me pidas algo así, utilicé todos los medios para encontrarte y quieres que me alejé de ti, no lo voy a hacer.

—Mi omega rompió nuestro lazo, yo estoy haciendo que nuestros lobos sufran,  puedo lograr llevarnos a la muerte, tienes que alejarte de mí— desvió su mirada del alfa a su regazo.

Jisung no estaba dispuesto a alejarse de su omega, no importa cuánto doliera, él quería estar junto a MinHo. Ubicó sus manos sobre el colchón y se levantó con suavidad de la silla de ruedas, se esforzó en subir a la cama y ubicarse a horcajadas sobre el regazo del omega, vio que el cuerpo del pelirrojo se estremecía ante su cercanía y decidió acunar el rostro de éste entre sus manos, su nariz chocó contra la del pelirrojo por la mínima distancia entre ellos y sus miradas emitieron un anhelo silencioso, un amor que deseaba ser liberado.

—No voy a alejarme de ti, te quiero y deseo estar contigo, el amor puede doler, pero estoy dispuesto a cargar con el peso de cada herida si puedo estar a tu lado, hiéreme con tu amor y cúrame con tus besos, bonito omega.

—Ji...

Sus palabras fueron detenidas por los labios del alfa, sus manos se hicieron puños sobre la tela del pecho de la camisa de pijama de Jisung, apegándolo a su cuerpo y contestando a aquel beso tan deseado por ambos, su omega pareció despertar de su letargo, observando con vergüenza y tristeza a su alfa, pero sólo encontró consuelo y amor en la mirada contraria, no había reproche, no había enojo, sólo la fuerza de un amor puro y el deseo de estar juntos.

—Te quiero tanto— susurró sobre los labios del omega.

—Yo también te quiero, demasiado, tanto que me da miedo el poder que tiene este sentimiento.

Jisung sonrió y volvió a besar los labios de MinHo, suave, lento y pausado, disfrutando del sabor dulce de aquellos belfos y del inmenso amor que sentía estando a su lado. Al alejarse, Jisung se acomodó sobre la cama al lado del pelirrojo, lo rodeó con sus brazos y el omega se acomodó sobre el pecho del alfa.

—Fueron unas semanas horribles, no saber de ti me tenía desesperado.

—Para mí también fueron días horribles, ellos se encargaron de hacerme vivir un infierno.

—Ya no te harán más daño, gracias a la llamada hubo pruebas suficientes para arrestarlos, fue casi como una confesión de cada una de las cosas horribles que hicieron, ambos cumplirán condena y por lo que sé, están con varias cadenas perpetuas y posible pena capital.

MinHo se refugió entre los brazos del alfa, quien no dudó en apresarlo contra su cuerpo y repartir cortos besos sobre las hebras rojizas. Sabía que lo que había vivido el omega era algo traumante, esperaba que pudiesen salir adelante juntos, lo ayudaría en todo lo que fuese posible.