MinHo era un omega que no había tenido una vida fácil, su pasado lo marcó y odiaba a los alfas, no permitiría que ninguno lo marcará como suyo.
Jisung era un alfa amoroso, aseguraba tener a su destinada y sólo quería entregarle todo su amor pero los...
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Jisung abrazó el cuerpo de MinHo antes de entrar al hotel, éste gimió al sentir la prominente erección del alfa contra su trasero, observó al mayor por sobre su hombro y éste le regaló una sonrisa coqueta, el omega se mordió el labio inferior ante aquella sonrisa y el pelinegro no dudó ni un segundo en replicar el gesto de Lee, jaló entre sus dientes el belfo del menor, ganándose un nuevo gemido por parte de éste.
—Un poco más, cariño, aguanta sólo un poco más, te daré lo que deseas, pero en la habitación, debes tratar de controlar tu aroma, no quiero que ningún otro alfa te mire con ojos de deseo.
—A~alfa.
—Vamos, sé un buen chico y te voy a recompensar.
El peligris presionó la nuca del alfa con una de sus manos y unió sus labios en un beso necesitado, Jisung correspondió a aquel sensual ósculo, sus lenguas entrelazadas en el interior cálido de sus cavidades bucales, recorriendo los lugares más recónditos de la boca contraria, disfrutando de saborearse mutuamente, se separaron jadeantes, sintiendo que el calor se expandía cada vez más en sus cuerpos.
—Vamos, amor, debemos entrar o terminaré por follarte afuera del hotel, trata de controlar el aroma de tu omega, cariño.
El alfa caminó incómodo, su entrepierna estaba que reventaba por todas las provocaciones que había recibido desde que abandonaron la casa, se apegó lo más que pudo al cuerpo de MinHo y éste trató de no restregar su trasero contra aquella cada vez más dura y gran erección, además de concentrarse en apaciguar a su omega para no liberar sus feromonas sexuales de manera tan intensa.
Llegaron a la recepción del hotel y el omega que atendía el lugar casi emitió un gemido al sentir el aroma a celo de Jisung, MinHo lo miró con molestia y delineó con su lengua toda la extensión del cuello del alfa hasta llegar a su oreja, donde jaló del lóbulo y volvió a mirar al omega contrario con una sonrisa de superioridad pintando sus labios, demostrando que aquel guapo espécimen de alfa era suyo, solamente suyo. Entrelazó su mano con la de Jisung y lo jaló hasta el ascensor, no esperó ni que las puertas se cerrarán para empujar al mayor contra la pared metálica del elevador y comenzar a repartir besos por la piel del cuello del pelinegro, sabiendo que aquel omega los observaba a la distancia, sintiéndose poderoso al saber que le había demostrado a quien pertenecía Jisung.
—A~amor, el a~ascensor puede te~tener cámaras, debes ca~calmarte— mordió su labio inferior y ladeó su cabeza para darle más acceso al omega para besar la sensible piel de su cuello.
—Te necesito— murmuró sobre los labios del alfa.
—Yo también te necesito, pero no aquí, lleguemos a la habitación y te voy a follar como tanto deseas— dejó un beso corto en los labios de MinHo.
—Bien— dijo con desgano, se separó del alfa y se giró dándole la espalda.
—Mi consentido y necesitado omega.— sonrió y abrazó al menor— Tendrás lo que deseas, pronto, sólo ten un poco de paciencia.
