MinHo era un omega que no había tenido una vida fácil, su pasado lo marcó y odiaba a los alfas, no permitiría que ninguno lo marcará como suyo.
Jisung era un alfa amoroso, aseguraba tener a su destinada y sólo quería entregarle todo su amor pero los...
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Alrededor del mediodía fue que el alfa abrió perezosamente sus ojos, sentía una respiración cálida sobre la piel de su pecho y un peso en aquella zona, sonrió cuando estuvo totalmente consciente y vio a su bello omega durmiendo plácidamente, le parecía precioso con el ceño fruncido y un mohín en sus labios que moría por besar, obviamente no se quedaría con las ganas, se movió hacia abajo sobre el colchón y unió sus labios al tierno mohín que se formaba en los belfos del menor, MinHo al sentir el suave tacto abrió sus ojos, sonriendo y dejando un sonoro beso sobre los labios de Jisung.
—Buen día— susurró sobre los labios del alfa.
—Buen día— rodeó el cuerpo de MinHo con sus brazos y éste gimió al sentir la erección matutina rozando la suya.
—A~alfa— gimió en el oído de Han.
MinHo se movió sobre el colchón hasta quedar con el muslo de Jisung entre sus piernas y comenzar a estimular su miembro con el roce de la piel de su alfa, su celo seguía activo era apenas su segundo día y estaba necesitado de sentirse piel a piel con su pareja destinada.
—A~amor, detente, de~debemos levantarnos.
—Sólo un po~poco más, u~una ve~vez más— gimió al oído del mayor.
—Omega— habló con su voz de mando y un gemido agudo salió de entre los labios de MinHo— en la noche me reclamaste que te dejaría sin caminar y ahora quieres sexo nuevamente.
—Quiero caminar y que me duela, quiero estar tan adolorido y recordar que fue por ti, que tú estuviste ahí, en mi interior— gimió cuando Jisung lo clavó contra su muslo y comenzó a mover su pierna en círculos sobre su erección.
—Eres un pervertido— giró al omega entre sus brazos, sus manos se afirmaron de la cadera de éste y comenzó a dar falsas estocadas sobre la entrada del menor.
—E~entra— se quejó al ser estimulado, pero no sentirse lleno.
—Luego no reclames— dejó un beso sobre la marca de enlace.
Jisung soltó al menor de su agarre en su cadera, una de sus manos quitó la sábana que los cubría y la otra alineó su miembro en la entrada del omega, volvió a tomar de cada costado de su cadera a MinHo y comenzó a moverse, ambos gimieron al sentirse una vez más.
El alfa comenzó a embestir de forma dura el interior de MinHo, el omega sólo gemía pidiendo por más y su saliva escurría por la comisura de sus labios hacia las blancas sábanas, Jisung disfrutó de ver la lasciva imagen frente a sus ojos, el peligris curvando su cuerpo, casi formando una perfecta ele sobre la cama, las manos de éste se aferraban al borde del colchón, sus puños casi blancos por la presión ejercida, sus labios entreabiertos dejando escapar gemido tras gemido.
—A~ahí alfa, ju~justo ahí, no pa~pares— pidió al sentir como su próstata era atacada por las embestidas de Jisung.
El mayor movió a MinHo dejándolo de rodillas sobre el colchón, su miembro aún en el interior de éste, tomó de los hombros al omega y comenzó a embestirlo igual de duro y firme como lo hacía antes, la próstata del menor fue atacada con vehemencia por Jisung hasta que MinHo llegó a su clímax, manchando las blancas sábanas, sus paredes se apretaron alrededor del intruso en su entrada y el alfa gimió, llenó el interior de Lee con su esencia, haciéndole sentir su nudo y marcándolo como suyo una vez más.
