MinHo era un omega que no había tenido una vida fácil, su pasado lo marcó y odiaba a los alfas, no permitiría que ninguno lo marcará como suyo.
Jisung era un alfa amoroso, aseguraba tener a su destinada y sólo quería entregarle todo su amor pero los...
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Jake era un atractivo, popular y amable alfa, tenía un parecido físico a su padre omega, pero la personalidad la había heredado de su padre alfa, era un chico popular y admirado por la gran mayoría de la población estudiantil de su universidad, betas, omegas e incluso alfas caían rendidos ante los encantos del bonito alfa Bang.
Lia era una bella y fuerte alfa, había heredado los bellos ojos lilas de su padre omega, de su padre alfa había heredado el sedoso y brillante cabello oscuro que caía por su espalda hasta casi su cintura, era muy popular entre omegas y betas, era una alfa atractiva, amable, pero muy reservada a la hora de relacionarse con otras personas y eso llamaba la atención de sus compañeros de campus, deseaban conocer más, averiguar los miedos, los deseos y metas que Lia guardaba celosamente.
Ambos jóvenes habían crecido juntos, casi como hermanos, sus padres eran amigos y la cercanía fue inevitable entre ellos, lo que Lia nunca hubiese imaginado fue que empezaría a sentir más que un simple amor fraternal por el hijo mayor de los amigos de sus padres y eso la llevó a sentir que estaba equivocándose rotundamente al gustar de Jake, ambos eran alfas y por más que sus padres los apoyarán, su relación sería mal vista en la sociedad.
Lia admiraba a la distancia al bello alfa que era el hijo mayor de la familia Bang-Kim. A pesar de su diferencia de un año de edad, a la primogénita Han le gustaba Jake desde que entraron en la adolescencia, no tenía el valor para declararse al menor, se conformaba con poder apreciar de manera distante al primogénito Bang, sentía que todo en su anhelo de estar en una relación con Jake era errado, era menor y un alfa, sería mucho más aceptable que estuviese con su bella hermana Minjeong, tenían la misma edad y ella era una hermosa omega, una relación normal y bien vista en la sociedad, pero tan sólo pensar en aquella idea le revolvía el estómago y hacía que sintiera una molestia naciendo de su loba interior.
Tras pasar unos minutos admirando al alfa que practicaba básquetbol junto a sus amigos, decidió que se marcharía a su casa, si fuese por ella podría pasar horas guardando en su memoria cada detalle de Jake, pero no le hacía bien a su corazón ni a su alfa, ambos anhelaban tener una oportunidad de estar junto al bonito alfa y admirarlo de lejos no les era suficiente. Buscó una lista musical en la aplicación de su teléfono y decidió perderse en aquel mundo, su mirada no estaba hacia el frente y terminó por chocar contra un fornido torso, sus ojos recorrieron aquel cuerpo hasta terminar en la bella sonrisa y rostro de quién rondaba en su mente, la mano del alfa estaba posada en su espalda baja y para Lia se sentía perfecto el tacto, pero al mismo tiempo deseaba más, menos distancia y cumplir con el anhelo de su loba interior de pertenecerle a Jake.
—Hola Lia— sonrió.
—Ho-hola Ja-Jake— se reprendió mentalmente por tartamudear y se alejó del cuerpo de Jake, se sentía abrumada por los sentimientos que mantenía guardados y que deseaban salir ante el toque del alfa.
