MinHo era un omega que no había tenido una vida fácil, su pasado lo marcó y odiaba a los alfas, no permitiría que ninguno lo marcará como suyo.
Jisung era un alfa amoroso, aseguraba tener a su destinada y sólo quería entregarle todo su amor pero los...
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El sonido del oleaje amenizaba su paseo por la orilla del agua marina, los zapatos de ambos habían quedado olvidados en las escaleras del porche, disfrutaron de la suavidad de la arena entre sus dedos y ahora del agua de aquel bello mar que los acompañaba.
MinHo observó sus manos entrelazadas y luego a Jisung, lo amaba, sabía que se había equivocado en tantas ocasiones, siendo prejuicioso, temeroso de entregarse y creer en aquel alfa, alejándolo sólo porque creía que era lo correcto, Han en algún momento estaría en todo su derecho de aburrirse, pero no era así, seguía ahí, firme y amándolo cada día.
—Te amo— susurró suave.
—Yo también te amo.— se detuvo y jaló a MinHo con sus manos entrelazadas hasta tenerlo pegado a su cuerpo, una de sus manos se posó en la espalda baja del omega y la otra se enredó en el cabello que cubría la nuca de éste, sus rostros quedaron a escasos centímetros y Jisung jugó con sus narices en un tierno beso esquimal— Te amo tanto.
—Gracias.— Jisung lo observó con el ceño fruncido— Gracias por amarme de esta forma, ni siquiera creo que me lo merezca, lo siento tanto, siento haberme equivocado tantas veces en el pasado, alejándonos, sumido en mis prejuicios y miedos, siento seguir equivocándome, incluyéndote en ese grupo de alfas que ni siquiera te llegan a los talones, perdón.
—Basta.— lo miró serio y movió la mano que tenía en la nuca del omega, cuatro dedos quedaron sobre la piel del cuello de éste y su dedo pulgar se posó sobre la mejilla del menor, acarició con suavidad la piel de MinHo con su pulgar— Ya está todo olvidado, no sigamos pensando en el pasado, mejor nos concentramos en este presente que compartimos, ¿te parece?.
—Bueno.— sonrió y unió sus labios con los del alfa hasta que se separó para poder tomar aire, observó a Han con una sonrisa pícara y se acercó al oído del mayor, dejó un beso húmedo en el lóbulo de la oreja de éste y Jisung apretó sus manos sobre el trasero de MinHo— Deberíamos aprovechar este paseo, ahora que tenemos un tiempo a solas para nosotros— susurró al oído del alfa.
—¿Qué propones?— habló con voz ronca e hizo chocar ambas pelvis al presionar al menor más cerca con sus manos aún en el trasero de éste— ¿Qué deseas, mi dulce omega?— murmuró y dejó un beso sobre la marca de enlace.
—Hazme el amor— creó un roce entre sus entrepiernas y gimió al oído del mayor.
Jisung buscó los labios de MinHo y lo besó con necesidad, enterró sus manos en el trasero del menor y éste dio un salto, rodeó el cuerpo del alfa con sus piernas y el mayor comenzó a caminar hacia la casa, no dejaba de besar y acariciar a Lee. Llegaron a la casa entre besos, jadeos y gemidos compartidos, el deseo por unirse fue aumentando en sus sistemas mientras se dirigían a la planta alta de aquella vivienda.
Cuando ya estuvieron en la habitación que ocuparían, la espalda del omega quedó pegada al cristal del gran ventanal que daba paso hacia un pequeño balcón, debido al placer que estaba sintiendo se retorció entre el cuerpo que aprisionaba al suyo y el vidrio del ventanal, las manos del alfa se escabulleron debajo de su camiseta y estimularon sus pezones, sus piernas se cerraron alrededor del cuerpo de Jisung y su entrada aún cubierta por la ropa quedó sobre la creciente erección del mayor aprisionada por su pantalón, comenzó a moverse y buscar la fricción necesaria para el deseo que lo consumía.
