Capítulo 25

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—¿Dahyun?— cuestionó conmocionado.

—¡Eres un maldito!— gritó alterada— No sé cómo eres capaz de dirigirme la palabra después de todo lo que me hiciste, destruiste mi vida, me quitaste todo lo que amaba.

—Ésto no es real, tú debiste morir, no es posible que estés acá, yo mismo me encargué de que los frenos del vehículo donde te marchaste fueran intervenidos, ese maldito auto chocaría sí o sí.

—Ni siquiera tienes descaro de hablar sobre eso, mataste a tu propio hijo, a mi alfa

—Se lo merecía, él te prefirió a ti, incluso por sobre su hijo.

MinHo observaba la escena en un silencio abrumador y miles de preguntas rondaron en su cabeza, ¿hijo?, ¿su abuelo tenía otro hijo?, ¿su padre tenía un hermano?, ¿su abuelo mató a su propio hijo?, ¿Dahyun era parte de su familia?, tantas incógnitas hicieron que le doliera la cabeza y se sintiera mal, Jisung lo abrazó y emanó de su aroma para calmarlo.

—Te odio.— dijo con rabia y sollozando— Dime dónde está, dime dónde tienes a mi hijo.

—Ese maldito omega— escupió con rabia— Fuiste una omega tan inútil, me diste un maldito nieto omega, ¡un maldito varón omega!.— gritó.

—No me interesa lo decepcionado que estás por no conseguir lo que deseas, sólo quiero saber de mi cachorro, ¿dónde está?, ¿dónde lo tienes?— el llanto atacó su cuerpo y Tzuyu la cobijó entre sus brazos.

Los curiosos habían llegado y se agolpaban cerca, pero el personal del elegante restaurante los había alejado y llamado a la policía, no sabían en qué terminaría aquella discusión, lo que no imaginaron es que un cliente era un experto e inteligente periodista, el hombre estaba preparado con la más alta tecnología y grababa la discusión mediante una cámara oculta en su chaqueta.

—Debieron llevarlo con ustedes, MinHo debió morir en ese accidente y tú también.

—¿MinHo?— susurró y observó con los ojos nublados por las lágrimas al omega menor.

—¿A qué te refieres?— su voz tembló— ¿De qué hablas?— preguntó MinHo.

—Tan imbécil como siempre— lo miró con asco— Dahyun, esa putita inútil es tu madre.

—¿Mi madre?— repitió incrédulo y observó a la omega.

MinHo sonrió y se acercó a la omega, ahora era capaz de entender la actitud de su propio lobo, había un lazo entre ellos de madre e hijo, su omega lo había percibido, sollozó en el hombro de Dahyun, era impactante saber que no estaba solo, que al menos le quedaba su madre.

—Tranquilo, mi pequeño, mi cachorro— sobó la espalda de MinHo.

—¿Tú mataste a mi padre?.— preguntó colérico y se giró para observar una vez más al hombre con quien desearía no compartir lazo sanguíneo— ¿Tú quisiste acabar con la vida de mi madre?.

—Sí y lo haría de nuevo, tu padre era un débil que se dejó encantar por una omega que era una maldita puta barata, una omega que se ofrecía sin descaro a mí, rogando por tener mi polla en su interior.

—¡Eso es mentira!— gritó y se levantó para quedar frente al alfa— Usted quiso abusar sexualmente de mí en más de una ocasión.

—Ustedes sólo sirven para eso, para estar a nuestra merced, cumplir con su deber, ser follados hasta el hartazgo como las putas que son, no reclamar, sólo acatar lo que se les dice.

—Me das asco.— MinHo se levantó de su asiento y se acercó al alfa— Tú eres quien merece morir, sufrir hasta que debas rogar por piedad y después morir cómo el maldito desgraciado que eres.

Marca falsa- HanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora