Capítulo 23. ETÉREO.

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Extremadamente delicado y ligero, algo fuera de este mundo.

Andrea me abrazó. Ella, que evitaba el contacto físico lo máximo posible. Hasta que no lo hablé no había sido consciente de lo que necesitaba contárselo a ella. Aunque le conté a Nacho la historia, ninguna de mis amigas sabía nada, y estaba sintiendo demasiadas emociones diferentes como para quedármelas dentro.

- A ver, yo había notado que entre vosotras había muchísimo "feeling", pero de ahí a todo esto nunca me lo habría imaginado - me dijo - ¿Quieres mi opinión?

Yo asentí.

- Sabes que conozco a Luisita desde hace mucho tiempo. Nunca ha llegado a ser mi amiga, pero al final siempre hemos coincidido en los mismos sitios. Luisita es una tía muy divertida, y tiene una personalidad que llama la atención, si pasa por tu lado la miras sin planteártelo.

- Qué te voy a decir yo - sonreí amargamente.

- Y a ella eso le encanta. - siguió - Sabe que a la gente le llama la atención y le gusta gustar. Yo he visto cómo Luisita tenía algo con chicas, a los dos días estaba paseándose con Miriam y al tercero no mirarle a Miriam a la cara y seguir tonteando con la otra chica. Incluso la he visto teniendo algo con una amiga mía y tontear con otra chica estando a metros de mi amiga.

- No tenía ni idea - contesté.

- Lo sé, por eso te lo cuento. Quería que lo supieras antes de darte mi opinión para que entiendas por qué pienso cómo lo hago: Luisita es caprichosa, es egoísta y está enganchada a lo que tiene con Miriam. No digo que sea mala persona o que vaya a hacer daño, pero es lo que llevo viendo desde que la conozco y no quiero eso para ti.

Esas palabras me hicieron daño.

- Entiendo que eso ha podido pasar antes, pero ahora las cosas han cambiado. Ella habló con Miriam, se alejó de ella, ha estado muy pendiente de mí, me ha ayudado con todo... ¡Incluso me ayudó con la mudanza! Me ha dicho que me iba a dar espacio y tiempo para que estuviera bien - la defendí.

- Y justo hoy te la encuentras bastante cerca de Miriam, dándose la mano y te ha dejado claro que quiere tenerla en su vida.

- Pero...

- Amelia - me interrumpió - no es fácil y lo entiendo, seguro que te ha hecho sentir la persona más especial del mundo, con la que tiene algo único, pero es que así es como engancha a la gente. Yo solo te doy mi opinión, a partir de ahí eres libre de hacer lo que quieras.

Dimos la conversación por zanjada. No quería seguir hablando del tema, no me gustaba la forma en que Andrea hablaba de ella, no tenía razón. Ella no había visto cómo era lo nuestro, quizá había sido un error por mi parte contárselo. Insistió en quedarse a dormir conmigo e irnos juntas directamente a la mañana siguiente a la función. A esa función fue a la que invité a Cata. Tal y como estaban las cosas no sabía si iban a venir o no, pero tenía la esperanza de que Luisita supiera diferenciar lo que pasaba entre nosotras y el vínculo que Cata y yo teníamos.

***

Al final Cata tenía razón cuando me dijo que lo mejor era que no tuviera nada con Luisita, porque pasaría como con el ex de María: eso iba a provocar que ella y yo no tuviéramos la misma relación.

Me pasé la función con la cabeza entre el público. Aunque estaba atenta a que todo saliera como debía, cada vez que podía miraba al patio de butacas buscando tanto a Luisita como a Cata, pero no, no aparecieron.

No sabía cómo gestionarlo, tenía enfado ¿o era decepción?, no sabía explicar lo que sentía. Quizá no tenía por qué, pero quería una explicación, así que cogí el móvil para escribirle a Luisita.

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⏰ Última actualización: Oct 30 ⏰

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