Seguimos andando hacia el Asturiano y, al llegar, estaba allí María en la barra hablando con Pelayo. Imagino que mi cara transmitió lo que sentía en ese momento porque el subidón que tenía hacía apenas unos minutos se me había caído a los pies al ver a María y acordarme de lo de la noche anterior.
- María...
- Amelia, no pasa nada – me dijo sonriendo mientras se levantaba del taburete.
- Es que te mereces mil disculpas – dije sincerándome.
- Ninguna, todo solucionado, pero no me vuelvas a dar esos sustos, ¿vale?
- No, no, te prometo que no...
- ¿Ves tonta? Sabía yo que esta no se enfadaba – interrumpió Luisita.
- Hombre, diferente es que se lo hubieras hecho a ella, que te deja de hablar durante una semana – dijo María refiriéndose a su hermana.
Antes de que Luisi se quejara por el comentario intervine yo.
- No sé si lo de dejarme de hablar una semana lo haría, pero después de lo que hizo ayer le debo una y muy gorda.
Luisi sonrió y movió la cabeza hacia los lados, quitándose importancia.
- Lo que tenéis es que contarme dónde habéis pasado la noche – dijo María.
- Es un poco largo de contar – dije.
- ¿Tienes algo que hacer?
- No, la verdad que no, venía a hablar contigo y a acompañar a Luisi, así que no...
- Pues vente conmigo al King's y me cuentas, anda. Que me encantaría que charláramos tranquilamente en la plaza con una caña, pero hoy es jueves y tengo que preparar el local que ya sabéis cómo se pone aquello.
Yo asentí y sonreí, aceptando su propuesta y, seguidamente nos despedimos de Pelayo y Luisita.
- Bueno, venga, cuéntame – me apresuró María en cuanto salimos a la plaza.
De camino al King's le resumí como buenamente pude la parte en la que fui a mi piso y me explayé un poco más hablándole sobre Nacho. Intenté recalcar todo lo bueno y comprensivo que fue conmigo para que no me tomara por loca al irme a dormir a su piso sin conocerlo. Evidentemente para María aquello era una locura, pero le tranquilizó el hecho de que Luisi viniera conmigo y que, sabiendo como era su hermana, aquel chico le hubiera caído bien.
***
Quedaba media hora para abrir el King's cuando Gustavo llamó a María contándole que estaba indispuesto y que no iba a poder ir a trabajar.
María era muy tranquila y comprensiva con él, pero esta vez le pilló más agobiada porque era jueves y porque tenía muy poco margen de tiempo para encontrar a alguien que lo sustituyera.
Vi que tenía tal agobio que me ofrecí a quedarme de camarera, pero ella se negó y me pidió que contactara con Luisi para que fuera al King's y explicarle la situación en persona.
La verdad es que su hermana tardó poco en llegar. Bajó los escalones corriendo y dando una especie de brinquitos con los que me fue inevitable sonreírle. Ella me respondió devolviéndome una sonrisa.
- Aquí estoy Mery, que no has dejado ni que Amelia me contara, ¿qué pasa? – apoyó los codos en la barra.
- A ver Luisi, estoy muy agobiada y necesito que te cambies y te quedes conmigo aquí.
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DÉRIVE
FanfictionDérive hace referencia a la idea de que aunque vayamos a la deriva acabaremos de nuevo en el camino impuesto por las circunstancias que nos rodean. Amelia Ledesma tiene que dejar atrás su vida anterior con todo lo que ello conlleva. A pesar de haber...