CUATRO

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Un chico pelinegro caminaba rápidamente a la entrada de urgencias, sinceramente no tenía tanta cercanía al pelirrojo, pero cuando llamaron por un familiar de San, era el único disponible, irónicamente, sus padres no tenían tiempo para ver a su hijo accidentado.

— Hola buenas, estoy aquí porque soy familiar de Choi San...

— Buenas tardes, ¿Su nombre?. — Preguntó la asistente de urgencias.

— Choi Jongho.

— Avisaremos al médico, tengo entendido que el chico tendría que estar por despertar, tome asiento.

Jongho agradeció a la asistente y se sentó en uno de los asientos más cercanos, la situación era muy irreal, ¿Qué diría al ver a su primo? De verdad que no se hablaban, ni un poco, iban al mismo lugar de estudios pero con suerte un hola.

— Familia de Choi San, adelante.

Jongho suspiró y caminó detrás del médico por los pasillos, al entrar a la sala encontró a su primo sentado y mirándolo fijamente.

— No esperaba a mis padres, así que estaba muy curioso de cuál familiar iría a venir, hola Jongho.

— Primo...

Dijo el menor sonriendo mientras se acercaba a abrazarlo, total, eran familia, algo de cariño se tenían.

Estuvieron un rato hablando de la vida, San trató de explicarle lo mejor posible la situación, sin decir algunas situaciones que eran incómodas para él.

— Wooyoung es mi compañero de curso... que pequeño es el mundo...

San lo miró sorprendido, ¿Compañero? Claro que era pequeño el mundo, sonrió levemente, recordó al rubio apoyándolo en el árbol, sentir su voz lo calmó mucho.

— ¿San?.

Los primos se sorprendieron y miraron de donde lo llamaban, un grupo de chicos estaban en la puerta mirando curiosos al chico que estaba sentado en la camilla con el pelirrojo.

— Chicos, hola... pues... les presento a Choi Jongho, mi primo.

— Tú... eres mi compañero, ¿Cierto?.

Wooyoung entró a la habitación y el menor asintió, el rubio estaba sorprendido, nunca se hablaron pero si se saludaban de vez en cuando.

Estuvieron hablando bastante, entre que Jongho se presentaba a cada chico, contaban historias y anécdotas, Wooyoung estaba más callado de lo normal, escuchaba a sus amigos pero miraba de reojo al pelirrojo que no dejaba de mirarlo.

Yunho se dió cuenta de eso y con una gran sonrisa se estiró haciendo que todos le prestaran atención.

— Tengo mucha hambre, ¿Porqué no vamos todos a comer algo? Wooyoung, ¿Puedes quedarte cuidando a San? Te traemos algo.

Todos entendieron de inmediato las intenciones de Yunho despidiéndose de ambos chicos los dejaron solo en la sala.

Wooyoung nervioso caminó lentamente hasta San, se sentó en la camilla y tragando saliva acercó su mano a él para acariciarle el cabello.

— No se... no se si sabes que... yo... escuché todo... lo que dijiste en el árbol...

San lo miró aturdido, realmente no lo sabía, solo lo vió llegar a su lado y se calmó, pero nunca se puso a pensar el porqué había llegado.

— Oh...

Fue lo único que dijo el pelirrojo cerrando los ojos para disfrutar mejor las caricias del menor.

— No te voy a atacar con preguntas ni nada de eso... cuando puedas contarme aquí estaré... pero... yo no te odio... Sannie... no podría...

— Abrázame porfavor.

𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora