𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳

DIEZ

Las clases pasaron rápido ese día, Jongho miró por la ventana en todas esas horas, ni si quiera salió de la sala para almorzar, el rubio tuvo que llevarle algo de comer, por lo que Wooyoung estuvo muy atento, anotando todo y escuchando a la profesora para poder ayudarlo después.

— Recuerden su trabajo en parejas, no lo dejen a última hora, es largo, reúnanse con sus compañeros... hasta mañana.

Wooyoung tuvo que mover el brazo del menor para que se diera cuenta que la clase había terminado.

— Oh... ¿Cómo que terminó?... — Dijo con un puchero.

— Jongho... Debemos hacer el trabajo, ¿Quiéres venir a mi casa a hacer el trabajo?

El menor asintió guardando sus cosas en la mochila, suspiró y miró por la ventana una última vez.

Wooyoung estaba preocupado por su nuevo amigo, estaba tan triste, tan perdido en la vida...

Salieron de la sala y los pasillos ya estaban vacíos, se demoraron en salir así que todos se habían ido.

Caminaron por los pasillos y al llegar a la salida San estaba esperándolos afuera.

— Quedamos en que me iría a dejar a mi casa todos los días, obviamente no sabe que haremos el trabajo.

Le susurró el rubio al menor mientras salían del campus y se acercaba a San para darle un dulce beso.

— Hola Jongho... ¿Cómo estas?. — El menor solo negó y se arrepintió de haberle preguntado.

Caminaron en silencio durante todo el trayecto a la casa de Wooyoung, al llegar la pareja se despidió de un abrazo y beso, mientras que San y Jongho se despidieron de un abrazo.

— Se nota que se va a esforzar mucho por ti... que lindo tener a alguien así... San está enamorado Woo... se le nota mucho...

— Aún así de enamorado me engañó como con cinco chicas, que yo sepa, tal vez fueron más...

Jongho solo tragó saliva y entraron a la casa del mayor, estaba vacía, su tía estaba de viaje otra vez.

Sacaron sus computadores y empezaron a hacer el trabajo, todo fue en silencio, estaban muy concentrados, Jongho de vez en cuando se perdía en su mente, pero Wooyoung lo entendía y ayudaba con eso.

Le pasó lo mismo cuando pasó lo de San, estuvo semanas llorando y mal, sus amigos hicieron todos sus trabajos y lo ayudaron a estudiar.

Era un trabajo bien largo así que siguieron trabajando, querían terminar al menos la mitad esa tarde.

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San la noche anterior, aunque suene loco, se quedó a dormir con Seonghwa, que vivía solo en un departamento cerca de la universidad, no tuvo a quién más llamar así que se fue por la buena voluntad del mayor.

Caminaba por las calles y admiraba los árboles, los animalitos y las flores, estaba tan feliz, sabía que con Wooyoung todo saldría bien, él se esforzaría toda la vida si era necesario para volver a ser novio del rubio fresita.

Le llegó un mensaje al celular y al revisarlo vió que era Mingi, lo leyó y quedó para dentro.

"Yunho está borracho, borrachisimo en mi casa gritando que quiere a Jongho y que es un idiota, ¿Puedes venir?"

Rodó los ojos y pidiendo un taxi fue camino a la casa del menor, no podía creer lo que estaba pasando.

Al llegar lo pagó y fue corriendo a la entrada golpeando la puerta fuerte, escuchó un grito de adentro y segundos después Mingi abrió la puerta, se veía desesperado.