𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳

DIECISIETE

A la mañana siguiente, un silencio total inundaba la casa en la playa, ninguna alma presente, todos estaban durmiendo profundamente.

El primero en despertar fue Yunho, cuando se sentó vió a su lado al menor, sonrió feliz al recordar lo que había pasado la noche anterior.

Se levantó de la cama y estiró unos minutos, luego bajó al living y vió el desastre que había, vió el piso mojado con el trapero alado, con gesto de asco hizo una mueca recordando lo que había pasado.

Suspiró y fue a la cocina, tenía mucha hambre, sabía que su deber era hacerle el desayuno a los demás, el llegó tarde, no ayudó en nada, solo llegó a comer, tomar y estar con Jongho.

Sacó todos los ingredientes y empezó a cocinar, debía hacer bastante para todos los chicos de la casa.

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San había despertado, estaba sentado en el piso mirando a la nada, se quejaba de dolor al mover el cuello y al rozar su espalda con la ropa, sinceramente no recordaba lo doloroso que eran esos rasguños, claramente jamás nadie podría hacerlo como Wooyoung, nadie lo haría sentir lo que él... ni lo dañaría físicamente tanto como lo hacía el rubio.

Volvió a llorar, se sentía vacío, su pecho dolía mucho, no sabía cómo iba a hacer que el rubio olvidara lo que pasó, su motivación estaba desapareciendo, lo veía imposible.

Wooyoung había despertado, cuando se sentó pensó por unos segundos que debía ir a urgencias, el dolor en su trasero era demasiado, luego recordó que antes pasaba por lo mismo y peor, su madre no había criado a un débil.

— Prometo que vamos a salir de esto juntos, ¿Si? Te amo mucho Choi San, recuerdalo, te amo con mi vida.

Le dijo al mayor quedándose sentado donde estaba, asustado, San se levantó del piso y encontró a su chico con una mueca de dolor.

— ¿Así de bruscos éramos? Te juro que no recordaba que doliera tanto... ¿Seguro que no me sacaste piel?... No puedo creer que seamos tan brutos.

Wooyoung no pudo evitar reír con el comentario del mayor, si lo hizo sentir mejor pensar que con lo que dijo, él no hizo lo mismo con esas mujeres.

— Al menos tu si puedes caminar Sannie... por poco y voy a urgencias, pensé me iba a morir cuando me senté.

Ambos se reían, la situación era trágico cómica, pero sabían sería aún más graciosa cuando bajaran a desayunar y los demás los vieran así de demacrados, de seguro los nuevos del grupo iban a quedar impactados.

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Los culpables de que casi todos terminaran teniendo un encuentro sexual anoche estaban durmiendo tranquilamente, Hongjoong abrazaba fuerte el cuerpo del menor, no sabía el dolor que tendría al despertar.

Mingi roncaba, hace mucho que no dormía tan bien como esa noche, se sentía relajado y tranquilo.

Los rayos de sol aparecieron por la ventana y llegaron directamente a la cara de Mingi, que no sorportó mucho, se dió vuelta soltando el agarre del mayor, sin darse cuenta que no había más cama, cayendo al suelo.

— ¡Auch! Por la mierda... — Se quejó de dolor mientras trataba de levantarse.

Cuando estuvo de pie vió a su hermoso chico durmiendo tranquilamente y una gran sonrisa apareció en su rostro, recordó todo lo que habían hecho la noche anterior.

Recordó su carita, su boquita, sus gemidos, su trasero...

— Ya cálmate Song Mingi. — Se golpeó en la mejilla varias veces para volver en si.