TREINTA Y SEIS

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Ya era de noche y los chicos estaban separados por pareja, cada una estaba disfrutando de la noche a su manera, aunque ya debían volver a juntarse para ir a la cabaña.

— Sinceramente que solo entreguen una llave para toda esa cabaña, sabiendo que irá mucha gente, es una horrible idea.

Seonghwa estaba molesto, ya que ninguno de los otros chicos les respondía y ya querían ir a dormir con Yeosang.

— Mi amor, yo digo que vayamos y cuando quieran volver nos llamen y les abrimos.

Seonghwa no estaba muy convencido de esa idea, ya que sabía que Yeosang tenía el sueño demasiado profundo y que él estaba tan cansado que tampoco despertaría por una llamada.

Sin otra opción, decidió aceptar y caminaron hasta la cabaña, el lugar era hermoso, lleno de árboles, flores, bancas, pequeñas fuentes.

Cuando llegaron a la esquina de la cabaña, sintieron unos gritos desde atrás que los asustaron mucho, Seonghwa abrazó instintivamente a su novio escondiéndolo atrás de él.

Dos hombres con botellas de alcohol en sus manos iban corriendo hacia ellos rápido, cuando llegaron empezaron a saltar y a gritar como locos, Seonghwa lo único que pudo hacer fue empujarlos como pudo y correr a la cabaña con su novio de la mano.

Mientras corrían sacaba las llaves con una mano, llegaron a la entrada y con rapidez abrió la puerta, entraron y cerró con pestillo.

Aún escuchaban los gritos de los hombres, pero al menos estaban protegidos dentro de la cabaña, se miraban horrorizados.

Si que dió miedo, debían avisarle a sus amigos lo que había pasado, para que tuvieran cuidado al volver.

Seonghwa escribió en el grupo que tenían los ocho, que para variar, ninguno veía, suspiró molesto y quedó en su conciencia que había advertido.

La pareja subió las escaleras y fue directo a su habitación a dormir, estaban muy cansados y mañana temprano tenían muchos planes.

« ✨ »

Dos horas después Wooyoung, San, Yunho y Jongho se habían encontrado en el medio del parque, por casualidad la verdad, ya que ninguno miraba su celular aún.

Los menores ya tenían sueño y habían decidido volver a la cabaña, finalmente Yunho sacó su celular del bolsillo y con la boca abierta leyó todos los mensajes de Seonghwa.

Los otros lo miraron preocupado, sacaron sus teléfonos y leyeron igual los mensajes, el mayor sí que estaría enojado con ellos.

— Bebé... que miedo lo de los hombres, ¿Si nos pasa lo mismo?.

Wooyoung decía con un puchero en sus labios, como lo escribió Seonghwa, esos tipos estaban borrachos y era agresivos, daba miedo.

— Si llegan a estar esos, yo les voy a enseñar a no asustar a mis amigos, no te preocupes bonito.

San abrazó a su novio fuerte, demostrando seguridad, los otros dos igual tenían miedo, no querían tener problemas ya el primer día de vacaciones.

Llamaron a Hongjoong pero no contestaba, como era posible que no dieran señales de vida a las 1 am, era bastante tarde para que siguieran dando vueltas.

Aunque aún había mucha gente paseando, como eran vacaciones todo estaba abierto hasta bien tarde.

Caminaron por las calles de la ciudad, mientras avanzaban se iba desocupando, su cabaña estaba alejada del centro, camino a la playa.

Según el mapa de Yunho ya estaban cerca, los mayores se pusieron alertas, miraban a todos lados esperando no encontrarse con los hombres.

— A partir de mañana, no nos volvemos a separar, los icho juntos o nada.

𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora