Sus brazos tomaban a su princesa, esa princesa que era idéntica a la mujer que ama, no podía ver más halla que su belleza opacando su rostro, dormía apetitosamente en sus brazos, sentía la paz cuando la tenía cerca.
Su príncipe, su valeroso príncipe que ocasionaba el babeo en su madre tanto como su princesa, ella en cambio veía a su amado, al Bey que logró conquistar su corazón a pesar de todas las tragedias, aquellas pequeñas cejas pobladas.
Las miradas de amor en esa pura escena, era increíble como podían estar más enamorados con el pasar de los días.
— Son unos hermosos bebés sultana. — le asiente con una sonrisa a su madre — Que Alá los protega y guíe su camino.
— Amén.. ya puedes retirarte Hurrem.
— Raziye..
— Hurrem. — musitó.
— Sultana. — se reverencia para luego formar un ladeo hacia el hombre — Pasha.
Le asienten para verla alejarse hasta su retiro, sabía que tenía que solucionar un nuevo problema, no solo su hija estaba en el si no que su hombre de mayor confianza.
Baja las escaleras del gran palacio para volverse a inclinar ante su esposo que parece no reconocerla, su única intención era ver a su pequeña rubí y su nieto.
Las puertas vuelven a abrirse para dejar ver al gran Sultán que se volvía débil con solo escuchar o ver a su hija.
Su yerno se inclina junto a todos los presentes, el mismo brillo en sus ojos cuando tuvo en brazos a su primogénita, la ilusión mezclada con amor.
Su corazón salta al ver los brazos de ambos ocupados, se suponía que era uno, comenzaba a darle gracias a Alá por bendecir a su hija y a él con dos bebes.
Dos.
— Padre.. — este se acerca para tomar al primer bebe que nació, sus manos temblaban como aquel día bendito.
Una sonrisa se forma en sus labios, era gracioso el parecido a su padre, pero como había sido afortunado al sacar sus ojos.
A pesar de que era consciente que era una gota idéntica a su padre, se engañaba creyendo que era su pequeña versión.
— Su majestad.. — oye la gruesa voz de su yerno, pero decide seguir observado a su pequeño león — nos honraria que nos bendiciera con un nombre para nuestros hijos
Alza la mirada inesperada, ve el asentimiento de su yerno e hija y su cabeza comienza a procesar que nombre sería el indicado para un hermoso príncipe.
Las bellas manos de su hija suben su velo esperando a su padre quien no tarda mucho en saber cual sería su nombre.
— Tu nombre será Suleiman.. — los ojos miel se sorprenden junto a los obscuros — el príncipe Suleiman.. un hombre justo y valiente, un príncipe lleno de bondad, Alá bendecirá tu camino con el manto de tu sabiduría.. — sus labios se acercan a su pequeño oído — Suleiman, Suleiman, Suleiman..
Tenía en sus brazos al hijo de su sultana del día y de la noche, sus nietos. Con dulzura le entrega su bebé a su hija siendo algo duro, quería tenerlo a su lado, besarlo y verlo dormir de la misma manera que hizo con su niña, deja un beso en su frente para ver a su yerno acercarse.
Toma a su nieta, la menor de ambos por doce minutos, se queda perplejo al notar la igualdad en su madre, veía a su hija recién nacida, la manera en que arrugaba su nariz, las pequeñas muecas en sus diminutos labios, era su rubí quien estaba en sus brazos.
Estaba honrado con el pedido, pero quería que también sintieran la misma sensación que él cuando lo hacía, se acerca al hombre para regresar a sus brazos a su princesa.
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𝑼𝒏 𝑷𝒂𝒔𝒐 𝒂𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 | 𝑴𝒂𝒍𝒌𝒐𝒄𝒐𝒈𝒍𝒖 𝑩𝒂𝒍𝒊 𝑩𝒆𝒚 | TERMINADA
Fanfiction~ 𝑬𝒍 𝒉𝒆𝒄𝒉𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒆𝒏𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒄𝒆𝒓𝒄𝒂 𝒚 𝒏𝒐 𝒑𝒐𝒅𝒆𝒓 𝒕𝒐𝒄𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒂 𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒓𝒎𝒆, 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒐 𝒂 𝒄𝒂𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒖𝒔 𝒑𝒊𝒆𝒔 𝒚 𝒆𝒔𝒐 𝒎𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒐𝒄𝒐. ~ 𝔈𝔰𝔱𝔢 𝔩𝔦𝔟𝔯...