𝑼𝒏 𝑷𝒂𝒔𝒐 𝒂𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 | 𝑴𝒂𝒍𝒌𝒐𝒄𝒐𝒈𝒍𝒖 𝑩𝒂𝒍𝒊 𝑩𝒆𝒚 | TERMINADA

𝕾𝖔𝖗𝖕𝖗𝖊𝖘𝖆𝖘

La mañana siguiente llega como una ráfaga, el día transcurre tranquilo y con sonrisas esperando el momento indicado para que la familia se reúna.

— Dime, Esma, ¿Ya esta todo listo?

— Si sultana, ya están preparando la comida.

— ¿Los dulces también?

— No se preocupe sultana, todo estará listo para recibir a sus hermanos.

— Bien, entonces alistemonos, hoy será una noche próspera con la gracia de Alá.

— Amén.

Las criadas comienzan a entrar y salir acomodando cada parte de su aposento para recibir a sus hermanos. Ella no se queda atrás pues dirige sus pasos hacia los baños donde se perdería unos largos minutos relajándose y despejando su mente.

Al volver su sonrisa aparece, había quedado todo magnífico, solo necesitaba que sus hermanos estén allí para que todo sea perfecto.

Se cambia con la delicada seda de su vestido, el color vino resaltaba cada parte de su belleza, los encajes cubrían sus hombros, pero no los suficientes, la corona de diamantes roja sostenía su cabello el que caía como una cascada en su espalda mostrando lo hermoso que era.

Todo estaba listo para empezar con la cena si no fuera por sus hermanos quienes aún no llegaban.

— ¿Les dijiste que los esperaría?

— Si sultana, dijeron que vendrían, todos confirmaron su presencia.

— Son hombres, que puedo esperar.

— Sultana..— la mujer la mira esperando sus palabras — ¿Que ocurrió con Bali Bey? No lo a visto esta mañana.

— No tengo que verlo todos los días Esma, no soy su niñera.

— Pero ni siquiera a preguntado por él.

— Esma..

— Será su esposa Sultana.

La fuerte mirada de la princesa cae en su amiga que insistía mucho, provocando que los recuerdos del rechazo del Pasha llegue a su mente, se calla sin más mirando su puerta esperando que uno de sus príncipes se acercasen.

Y como si pudiera ver el futuro, los toques en la puerta no se hacen esperar, su sonrisa se extiende y se pone de pie para ver su puerta abrirse.

La talla de sus dos hermanos cruza el umbral con una sonrisa en cada rostro y era igual en el de su hermana mayor, pero esta se borra al ver al pelirrojo acompañado, sus ojos ven a su compañera que niega desentendida porque esa mujer estaba a su lado.

Luego de reverenciarse ambos se acercan para abrazarla como ya era costumbre.

— Mis bellos hermanos.. — acaricia la mejilla del mayor mientras toma la mano del otro — como los e extrañado.

— Sultana. — la mujer de su hermano se inclina en respeto, pero todo intento de acercamiento o amabilidad son despejados en cuanto nota el desdén de la sultana.

— Perdone nuestra impuntualidad hermana, estábamos con padre de casería.

— No te preocupes Bayaceto, lo importante es que ya están aquí.

— Creímos que nuestros hermanos ya se hacían contigo.

— Ya vez que no, seguro también habrá algo que les impide venir hacia mí. — su pensamientos de que seguro tendrían que esperarlos se esfuman al sonido de la puerta donde estos se adentran con una sonrisa para inclinarse a excepción de uno.