💔🌊Veintisiete🦋💖

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No dejes que suene la música👆, más abajo indicaré cuando activarla para una mejor experiencia 🤧

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Los meses que siguieron tras el abandono de su madre fueron difíciles, todo pareció perder color y sanar era complicado. Pero consiguieron ayuda, volvieron a levantarse y a sonreír, permaneciendo unidos como familia. 

Hubo una noche en la que, tras una sesión con el terapeuta, ambos hermanos regresaron a casa un poco sensibles, debido a una frase que el menor soltó:

- Tengo miedo de perder a toda mi familia y quedarme solo... - 

Aquellas palabras fueron difíciles de digerir y tanto el terapeuta como Tsutako se entristecieron. Pero a la vez sintieron enojo, porque el daño que les hizo aquella mujer fue demasiado y Giyu fue el más afectado. 

Estando en casa, el silencio se había apoderado de los dos y el ambiente es un tanto melancólico. Ambos iban a preparar la cena, pero Tsutako decidió hacer algo antes y le propuso a su hermanito salir un momento, lo cual aceptó. 

Fue entonces que su hermana mayor lo llevó a la azotea del edificio en el que viven, allí el cielo nocturno estaba despejado y gracias a que vivían en una ciudad pequeña rodeada de zonas rurales, se pueden ver las estrellas. Aquella vista siempre le gustó al pequeño Giyu, así que no tardó en sentarse junto a Tsutako para disfrutar de aquel hermoso cielo. 

Ver esos cuerpos celestes brillando fue suficiente para sacar una pequeña sonrisa en el menor y después le compartió a su hermana algunos datos científicos sobre las estrellas. Tsutako le escuchó hasta el final, haciéndole preguntas sobre el tema y Giyu las respondió todas. 

Compartir aquel momento hizo feliz a la mayor y tras conversar un rato más, el silencio volvió a hacerse presente. Entonces ella tomó una decisión, luego extendió su meñique derecho hacia su hermano y le dijo con toda la seguridad de su corazón:

- Giyu, no tienes que tener ningún miedo. Prometo que nunca voy a abandonarte - 

Esas palabras se clavaron en el corazón del menor, haciendo que sintiera mucha tristeza y empezara a sollozar. Esforzándose para no llorar, Giyu respondió con incredulidad:

- ¿Lo dices enserio?, ¿Lo prometes de verdad? - 

Sintiendo su corazón conmoverse al verlo así, ella no tarda en contestar con una cálida sonrisa:

- Claro que lo prometo, puedes confiar en mi - 

Con escuchar su respuesta y ver esa sonrisa, Giyu pronto acercó su meñique izquierdo y los entrelazaron. Entonces sin poder aguantarlo más, el menor la abrazó con fuerza mientras se le escapaban las lágrimas que tanto trató de contener. 

- Lo has prometido, así que no faltes a tu palabra... - Murmuró Giyu con la voz quebrada. 

- Lo juro, así que puedes estar tranquilo - Contestó Tsutako con calma, mientras le abrazaba con cariño.

Con el paso de los minutos, cuando las lágrimas dejaron de caer y sus estómagos gruñeron, decidieron regresar a casa para preparar la cena. Compartiendo en el camino un par de risas, porque Giyu terminó con los ojos algo hinchados por llorar tanto. 

Una vez llegaron a casa, Tsutako le dijo con confianza - Ya verás que no tendrás que temer nada, avanzamos juntos por este nuevo camino - 

Al escucharle, Giyu asintió y contestó con una sonrisa sincera - ¡Confío en ti! - 

El Juego Del Destino (GiyuShino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora