5. Amistades

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En ese momento, Vas solo pensó en una cosa, quería besarle de nuevo, pero no se lo iba a pedir, pero tenía muchas ganas, por lo que se volvió a lanzar, este le siguió el beso, lo hicieron más largo que el anterior. Aún siendo sin lengua, los dos estaban excitados, fue un beso que se sintió demasiado bien, la mezcla de texturas de los labios, unos a la mitad quemados pero a la vez suaves, y otros con heridas pero mojados. Amaban esa mezcla de sus labios. Vas sintió algo en su estómago, ¿Mariposas? Cómo cuándo te hacías un Colacao con mucho polvo y te lo bebías de golpe, esa sensación en la tripa, pero, de alguna manera, se sentía bien. No querían que el momento acabara, pero no estaban en la casa de ninguno de los dos, y encima había gente mirando. Era extraño porque igual, sabiendo eso no querían separarse, querían seguir.

-Cómo se nota que os gusta comer frente a los pobres, vaya.-Era Héctor, lo decía mucho, Vas se acordó de alguien, se acordó de sus ojos, de su sonrisa, su pelo...

-Literalmente, hermano. ¿Cómo te llamas?-Larry le sonrió.

-M-me llamo Héctor, tú eres Larry, ¿No?

-Sí, pareces buen tío.

-G-gracias... Y... ¿Desde cuándo te llamas Larry?-Héctor se puso rojo, se había confundido por la vergüenza que tenía encima en esos momentos. Larry solo se rió incómodamente-Perdón, soy cortito de mente... ¿Desde cuándo conoces a Sal?

-Pues... Desde que llegó a los apartamentos, mi madre le dijo que nos llevaríamos bien, y le dijo que bajara a presentarse, y aquí estamos. ¿Y tú a su novia?-Intentó hacer reír a Héctor para que se sienta más cómodo, y lo logró. Vas no le escuchó, estaba pegada al pecho de Sal, que sí lo escuchó y miró de reojo a Larry con cara de asesino en serie.

   -Bueno, yo y su ex pareja éramos amigos, en ese tiempo ella tenía otro novio, pero mi amigo estaba enamorado de ella, y me habló de eso, de lo que sentía. A todo esto, yo no tenía ni puta idea de quién era esta señora, hasta que en un patio, me acerqué y la conocí. Al principio me caía... No me caía tan bien, hasta después de bastante tiempo. Ella cortó con su pareja, y mi amigo llegó muy feliz, diciendo que lo habían dejado, yo no entendía nada. Al tiempo empezaron estos dos a salir, ella tenía problemas con su familia en esos momentos y con su ex, ya que la acosaba. Un día le hice una broma telefónica con mi primo, y ahí empezamos a hablar más, siempre cómo amigos, ojo. Cada vez hablábamos más, por llamada y mensaje, y una vez decidimos quedar en la calle, lo pasamos genial, y ahí empezamos a llamarnos todos los días, a mandarnos mensajes y todo eso. Seguimos quedando más seguido, y hasta aquí hemos llegado, somos panas.-Larry estaba muy atento a cada detalle, era una historia que no había escuchado antes. Vas estuvo atenta sonriendo, amaba cómo se conocieron. El que más atento estaba era Sal, le gustó escuchar la anécdota.

   -Entonces... ¿Vuestra amistad comenzó por una broma telefónica?-Preguntó Larry, estaba sonriéndole.

   -Sí, literalmente, no nos caíamos bien y ahora somos mejores amigos.

   -Vaya, eso es difícil que pase, me encanta cómo todo empezó de manera rara y ahora sois lo que sois.

   -Sí, estoy bastante orgulloso de haberle hecho la broma telefónica.

   -Sí, puedes estar orgulloso pero estaba con mi padre en el coche y tenía el manos libres, cabrón.-Era Vas, al mencionar a su padre agachó la cabeza, no sabía cómo sentirse. Ya era rara la sensación al recordarle, y al recordar a su madre era peor aún.

   -Me lo dijiste, me hizo bastante gracia.-Héctor era muy gracioso vaya.

   -Larry, ¿Dónde tienes el baño?-Preguntó Vas, necesitaba revisar si... Le había llegado.

   -Yo te acompaño, ven conmigo.-Dijo Sal con una voz muy dominante, y acto seguido le agarró la mano. A él tampoco le venía mal ir al baño, o alejarse de los demás para... 'Bajarlo'...

Mientras iban andando al baño, escucharon a Larry y Héctor hablar, volvieron a poner música en la radio, volúmen al máximo, obviamente. Esa canción no le gustaba a Sal en lo absoluto, pero siguieron caminando hasta que llegaron al baño.

Se metió Vas y se bajó la falda, debajo llevaba lencería, no le quedaba nada más de su talla, tenía que comprar más. De repente entró Sal muy rápido, con las manos en los bolsillos, se percató de Vas, o más bien, de que no tenía la falda subida y se veía su ropa interior... Eso no ayudó a la situación. Se quedó mirando por un buen tiempo, no se había dado cuenta de que había sacado las manos de sus bolsillos, y Vas se quedó mirando su gran erección, era inevitable, se notaba demasiado.

-¡Joder, Vas! ¡Eso no ayuda en nada!

-E-eh... Sí.-Vas se había excitado, era notable.

-¿Estás...? ¡Hostias!-Sal tapó su erección con sus manos, pero Vas seguía mirando. Si él tan solo supiera lo que su cabeza estaba maquinando en esos momentos...

Fue una falsa alarma, no le había bajado, pero estaba ovulando, así que sus hormonas estaban revolucionadas. Se quitó la falda por completo, mientras Sal veía el espectáculo. Ella se acercó a él y le empotró contra la pared, le agarró de sus manos y las pegó a la pared. Se acercó a su cuello y respiró muy cerca de él. Se subió la prótesis y le besó en el cuello, mientras que acercaba su entrepierna a la de este, para sentir su erección entre sus piernas. Sal jadeó, solamente se dejó llevar, no le importaba que no se conociesen, él quería.

Ella en un movimiento le subió la prótesis a él, y le besó los labios, se separó y volvió a besarle, pero con más pasión. Le lamió los labios por fuera, para que este sacara la lengua y poder darle un beso francés. Sus lenguas se estaban tocando, jugaban con ellas dentro de la boca del otro, eso sí que excitó a Sal, y Vas lo notaba, ya que le estaba palpitando ahí abajo.

-V-Vas... Me están entrando ganas d-de...

-¿De follar? A mí también.

-E-exactamente... No quiero que esto s-se acabe... Se siente tan bien...

-Si llega a pasar algo entre nosotros... Más adelante... Tengo en mi habitación...

Vas se mantuvo callada, pero Sal entendió a lo que se refería, y se atrevió a hacer una pregunta que iba a definir todo.

-V-Vas... ¿Subimos a tu casa?

1112 palabras, Vas:)

Vassy FaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora