Ｖａｓｓｙ Ｆａｃｅ

9. Dos semanas

   Sal se fue a su casa, y empezaron las dos semanas, dos semanas en las que sus hormonas iban a estar más alteradas de lo normal por obvias razones. Iba a ser... ¿Su primera vez? Jamás se esperó que iba a ser tan pronto... Con alguien que conoció... Tan pronto. Aunque si él era sincero, eso era lo que menos le importaba, tenía unas ganas demasiado grandes de follar, quería probarlo... Quería experimentar algo nuevo, una sensación nueva... O así lo describía él, cómo algo nuevo que tenía ganas de experimentar. Y, aunque ya lo supiera, estuvo pensando mucho si era legal, ya que él tenía dieciséis años y ella catorce, lo pensó más de lo que debería aún la respuesta siendo obvia, ya que no era mayor de edad, y, además sólo eran dos años de diferencia.

Semana uno

   Los primeros días de la primera semana Sal estuvo bastante bien, aunque sí que es verdad que de vez en cuándo se le pasaban por la cabeza escenarios ficticios, y más si tenía a Vas cerca, ya que la tenía de frente y podía imaginarse todo mejor, por su casa, su cuerpo, su pelo... Su voz... Él se preguntaba... ¿Cómo serían sus gemidos? ¿Y sus movimientos? No podía parar de pensar en ello, tampoco se le podía culpar, era normal, sabiendo lo que iba a hacer, lo que iba a pasar... Estuvieron saliendo varios días, cómo amigos, o yendo a la casa de los dos, siempre con el rol de amigos. Sal a veces se sentía incómodo, pero no por el hecho de que iban a tener relaciones, sino más bien porque en esos momentos en los que ella estaba enfrente o cerca de él, se creaba escenas en su cabeza en las que estaba ella... Escenarios que acababan en una erección la mayoría de las veces, erecciones que no podía evitar, y menos disimular ya que se volvían cada vez más notorias y Vas se daba cuenta cada vez más, no sólo por el hecho de que a ella le gustase mirar, sino porque se notaba en las expresiones y comportamiento de éste. Sal estaba desesperado por hacerlo, y cómo no tenía otra cosa, se masturbaba diariamente, tenía a veces erecciones que no se podían bajar normalmente. También estuvo reflexionando y pensando. Cómo ya lo habrían hecho una vez, ¿Podrían hacerlo de nuevo? Eso no se lo iba a preguntar, ya que él intentaba evitar el tema por si se les hacía incómodo, prefería esperar a después de hacerlo.

   Los días fueron pasando, lógicamente, y él cada vez se excitaba más, solamente de pensarlo... Le entraban ganas de masturbarse, o, mejor aún, de hacerlo... Sólo de imaginarse la situación... Vas encima suya, saltando encima suya, él moviéndose, de arriba a abajo... Era demasiado, formular eso en su cabeza... Mentiría si decía que la primera vez que vio a Vas no se fijó en su cuerpo, fue algo que le encantó a primera vista, un cuerpo perfecto, y su pelo de dos colores, le pareció bonito y original, más bien atractivo, le quedaba genial con la prótesis...

   Otra de las preguntas que rondaban por su cabeza... ¿Llevarán la prótesis en el acto? Es verdad que lo mismo les daba vergüenza, pero ver las expresiones... Le volaría completamente la cabeza, ver las caras de placer que hacían, sus expresiones, su disfrute, su sonrisa, o incluso disgusto. Saber si lo que hacía estaba bien sólo por ver su cara, por ver sus emociones y expresiones... Aparte de que se le hacía tierna la idea de ver su cara.

   También se preguntaba... ¿Debería depilarse, sólo cortar el vello con tijeras, o ir cómo estaba? ¿Cómo iría ella? Se la imaginó de las dos formas, dos pajas más que se hacía.

   Semana dos

     Aún habiendo pasado ya una semana (A pura paja), Sal no conseguía creerse lo que iba a pasar el próximo Sábado. Porque sí, había contado los días y el día en que caía. Según él para tenerlo controlado y estar preparado. En realidad es porque era un simp.

   La segunda semana decidió que iba a intentar no hacerse ninguna paja, para que, según su lógica, cuándo tuviese sexo se sintiese mejor, más placentero y disfrutar la experiencia mucho más. También decidió que iba a investigar un poco sobre cómo era la primera vez, tanto para los hombres cómo para las mujeres, e investigar posiciones y las zonas erógenas de ambos sexos también, así sabría bien qué hacer para ocasionarle a Vas el mayor placer posible, o causárselo a él mismo. También investigó un poco acerca de los juegos previos, siempre desde páginas fiables o vídeos de 'YouTube', ni siquiera se le ocurrió meterse a una página porno, ya que sabía que eso era falso y que no era real, y claramente él quería que el placer fuese real, tanto el suyo cómo el de Vas. Descubrió que al principio duele al introducir el pene, y que tenía que haber estimulación y lubricación para que este proceso no fuese tan doloroso.

   En cambio, Vas se pasó las dos semanas escuchando 'The Neighbourhood' y jugando al 'Yandere Simulator', y si no era ese juego, eran 'Los Sims 4', que su amigo le había metido antes de mudarse el mod de 'Whicked Whims'. Si no jugaba al ordenador estaba viendo junto a Héctor 'RickyEdit' o 'ArtuxCreed' en el salón. Ella no necesitaba saber nada de sexualidad, ya sabía todo, en su familia siempre fue un tema que no se ocultaba tanto, y que si tenías dudas te las resolvían, aunque ella nunca preguntó, y directamente buscaba en 'YouTube', o en páginas de médicos, a veces directamente sólo sacaba hipótesis y las comparaba con otras, y de la mejor sacaba ideas hasta llegar a lo correcto, siempre le gustó pensar y sacar ideas. A lo mejor por es9 empezó a sobrepensar todo, o por culpa de su madre.

   Sábado, 25 de Noviembre, 2017

   Héctor se iba a Muay Thai, venía una niña nueva, Vas invitó a Sal a su casa, ya sabía lo que se esperaba, no iba ni a preguntar, Sal se había duchado y echado colonia, y Vas lo mismo, se había preparado su mejor lencería y se había hecho la cera por todo el cuerpo. Había preparado las luces led de la habitación, mirad rojo mirad azul, y el altavoz estaba cargado.

   Condones sobre la cama formando un corazón, y en el medio lubricante. Tres horas, completamente solos. Completamente preparados. Completamente excitados.

   Ya han llamado a la puerta. Es Sally Face.

1089 palabras, Vas;).