24. Graves

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Subieron al departamento en el que estaba Vas, los demás se habían ido a ya a su casa, y Vas a la de Sal. Pensaban que estaban solos, pero se dieron cuenta que eso no era así ya que de repente salió Ashley Graves, amiga de Héctor.

—Oh, hola, chicos. No sabía que vendríais. —Dijo Ashley, dirigiéndose hacia Héctor y Larry.

—Ya bueno... Veníamos a ver a Vas, pero está con Sal, probablemente estén follando, esos dos están más hormonados... —Respondió Larry, riéndose, cómo no.

—Bueno, es cierto, esos dos están siempre follando. —Apoyó Héctor a Larry. —¿Qué aces aquí, de todos modos? —Preguntó al fin Hector.

—Oh, eh... Estaba recogiendo para irme, dejamos un desastre y nadie limpiaba, así que decidí hacerlo yo. —Dijo Ashley con un tono poco confiable.

—Sí... Bueno, puedes irte, ya recogemos nosotros. —Larry simplemente quería que se fuese, no aguantaba a Ashley, aunque no podía negar que estaba muy buena.

—Ah, vale. Me voy entonces. —Dijo dejando los ojos en blanco. —Adiós Héctor. Y... Larry.

—Adiós, Ash. Ten un yen día. —Sonrió Héctor.

—¡Igualmente! —Ash le devolvió la sonrisa.

—Ah, eh... Sí, adiós. —Contestó Larry, para aportar algo.

Lo que hicieron al irse Ashley, fue encender el ordenador y jugar, no tenían mucho más que hacer. Por un momento, Héctor se levantó y se fue a hacerse un café. De paso le hizo uno a Larry también. Cuándo llegó de nuevo a la sala del ordenador, la puerta se abrió, era Vas y sólo tenía una camisa larga por encima. Era de Sal, ya que Larry le vio con ella muchas veces. De sus piernas chorreaba un líquido de dudosa procedencia y ella estaba despeinada. Solamente saludó y se fue al baño con tranquilidad, cómo si fuera lo más normal del mundo. Estos no le dieron importancia y siguieron en lo suyo. El sonido de la lluvia procedente del baño era relajante, hasta que alguien escribió a Héctor. Ashley Graves, que quería pasar el tiempo con él. No se lo pensó dos veces y aceptó, quería conocerla más. Era un viaje en coche de cuarenta y cinco minutos. Eran las cinco y cinco de la tarde, así que salió lo más rápido que pudo y fue a su edificio, habitación 505. Mientras tanto, Larry se quedó con Vas, estuvieron hablando de la vez que tuvieron sexo, orgullosos de ello.

—Me acuerdo que llegaste a la puerta de mi casa como una perra desesperada. Era de noche y sabías que mi madre no iba a estar en todo el día y noche. Según te abrí la puerta te lanzaste a mí para besarme. Desde un principio se me hizo raro ya que no traías tu prótesis, pero no le di importancia. Ese beso me encantó, si te soy sincero, por lo que lo seguí. —Habló Larry mientras jugaban Mario Party.

Lo mejor fue el momento en el que te mostré un condón y me llevaste a tu habitación... Ni siquiera lo hicimos en la cama, tío. Simplemente frente a un espejo, fetichista. —Dijo Vas, dándole un codazo a Larry.

—En la cama está muy visto, no soy de hacerlo ahí, prefiero lugares más... Exóticos.

—Sí, sí... Lo que tú digas.

—La verdad, debería decir que me arrepiento porque a Sal le gustabas y es mi mejor amigo. Pero la verdad es que no me arrepiento en lo absoluto, no erais nada.

—Hablando de eso. —Vas agarró un tono más serio. —Sal y yo somos pareja. Ahora de manera oficial.

—Me alegro bastante. Él era un pajero antes de conocerte, pensábamos que jamás iba a encontrar pareja, más que nada por su inseguridad de su cara... Pero llegaste tú y, de cierta manera, le quitaste un poco esa inseguridad. —Sonrió orgulloso, esta vez hablaba de verdad.

—Vaya, gracias...

—No, te doy yo las gracias por haberle quitado esa gran inseguridad. Jamás pude hacerlo yo.

—Me... Alegro... —Tristemente, en ese momento Bas estaba teniendo un bloqueo emocional, no sentía nada.

—Siguiendo con lo de antes... O la vez que te presentaste en mi puerta y te subiste la falda, no tenías nada debajo.

—Esa es buenísima, revive el momento.

—Agarraste mi cabeza y me la dirigiste a tu coño... La puerta seguía abierta, nos podrían haber visto, no habías ni entrado, pero estaba yo ahí. Haciéndote un oral en mi puta puerta.

—Fue un momento increíble, se sintió genial.

—Lo sé. Amas el oral. Eso me lleva a otro punto. Cuándo te invité a mi casa y me entró calentón. No te lo pensaste dos veces y me bajaste los pantalones para comerme lo que viene siendo la polla.

—Ya bueno... También yo que te estaba tocando, besando, acercándome y así. En verdad quería hacer lo que hice, por lo que no lo dudé.

—En verdad eres una adolescente muy hormonada, Vas.

—Sip, lo sé.

Mientras ellos jugaban, Héctor estaba en casa de Ashley. Su hermano Andrew estaba en la habitación, mientras ellos dos estaban en el salón viendo la televisión. Alternaron los lugares y ellos se dieron a la habitación y Andrew al salón. Estaban bromeando y pegándose cómo amigos, mientras jugaban con la Switch que había llevado Héctor por si se aburrían. Fue na bastante buena combinación. Dejaron de jugar y hablaron un poco de ellos. Ashley abrazó de repente a Héctor, algo le hizo sentir incomodidad, pero se le quitó al aceptar el abrazo. Al separarse, Ashley le besó en la mejilla, se puso bastante nervioso, hasta que vio que ya iba siendo la hora de irse. Se despidió y se fue. Llegó a casa y ya estaba la cena preparada, sólo estaba su mejor amiga. O mejor dicho, hermanastra. De cenar tenían lasaña, especialidad de Vas. La cena fue diferente a muchas que habían tenido, estuvieron hablando de Ashley y su hermano, ya que Vas quería conocerle, y hablando de lo que estuvo haciendo él en casa de esta. Le comentó también lo del beso, Lucía se emocionó y le dio otro beso. Estaba orgullosa. Al terminar la cena, no hicieron mas que ver un par de capítulos de una serie e irse a dormir. Había sido un día largo y no tenían muchas energías para hacer más. Antes de ir a la cama, hablaron un poco de cómo les iba todo en general, y después de eso, se fueron ya a dormir los dos, entre conversaciones e historias se quedaron dormidos.

...

Perdón por estar inactiva, estoy tendiendo inconvenientes en mi vida personal lo que hace que pierda inspiración 😔.

Genesis-Grimes

Vassy FaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora