(DES)CONOCIDOS

34. ¿Gremlins o Unicornios?

Xiao Zhan abrazó a Wang Yibo cuando este salió de clase de Ética y Valores. El castaño lo arrastró un poco por el piso para dejar el paso a los alumnos que iban saliendo del aula.

—Te extrañamos —murmuró sobre su boca, colocando la mano del castaño sobre su barriguita —has demorado mucho en tu clase.

Wang Yibo apretó el cuerpo de Xiao Zhan contra la pared y le dio un beso más largo. Él también lo había extrañado. No se habían visto desde hacía varios días.

Después de su reunión con el resto de los XNINE, Xiao Zhan trabajó en el mentado ensayo de la Tía Rosa. Durmió hasta tarde para entregarlo al día siguiente y la profesora se negó a recibirlo. Después, para mala suerte de Yibo, a su clase le dejó como tarea una investigación a profundidad sobre la historia de la ética y otra sobre los valores a lo largo de la civilización. Si no cumplía con los requisitos solicitados, no iba a a contarlos. Yibo pasó toda la tarde y al día siguiente continuó trabajando en el ensayo. Xiao Zhan, por su parte, estuvo terminando otro proyecto para no irse a extraordinario de Arte.

Cuando se separaron, se volvieron a coger de las manos y empezaron a bajar las escaleras para salir del edificio.

—¿Qué tal te ha ido con tu ensayo? —preguntó Zhan en un murmullo. No quería que la Tía Rosa lo escuchara.

—Directo a recurse —mencionó el castaño, pasando un brazo por encima del hombro de Zhan.

El pelinegro hizo una mueca y luego abrazó a Yibo, un poco cabizbajo porque ambos estaban en la misma situación.

—Ve el lado positivo, Bo. Compartiremos una clase por primera vez.

Yibo se rio y luego siguió avanzando. Era verdad, el recursamiento de Ética y Valores será su primera clase en común.

Llegaron hasta la jardinería oeste, dónde Yixuan y Wenhan se encontraban sentados. Parecía como arte de magia, pero desde que Hann había dicho que sí tendría a su bebé, su tripita ya se había hinchado. Cuando Xiao Zhan llegó se inclinó para acariciarlo.

—¿Y bien? ¿Cómo te fue, Bo?

El castaño dejó caer su mochila sobre el césped y luego se sentó. Xiao Zhan se acomodó junto a él. Yibo le contó a su amigo que había reprobado la materia y que, a continuación, tendría un par de clases libres.

—¿Sois los únicos que han reprobado? —preguntó Wenhan con curiosidad. Él no tenía clase con la Tía Rosa, pero se le hacía extraño que nadie más se haya ido a recursamiento a excepción de ellos dos.

—Al parecer. Quién sabe. De todos modos, tenemos consulta con el médico en una semana. No ibamos a entrar a clases de igual manera.

Yixuan recargó su cabeza en el hombro de su doncel y luego olío el dulce aroma que exhalaba. Yibo tenía razón, cuando los donceles estaban embarazdos olían más lindo. 

Dejaron el tema de las materias y entonces comenzaron a hablar sobre el embarazo de Xiao Zhan. Hann tenía más curiosidad, pues aún no tenía tantas nauseas como Woodz afirmaba sufrir. Tampoco sabía si le crecería mucho su barriguita o sería pequeñita. Lo que sí sabía, era que tenía que ir a ver a su abuela el próximo fin de semana. Ella ya sabía que se había salido de su casa y le había insistido toda la mañana por mensajes de audio que fuera a verla.

Al cabo de un rato, Yixuan y Yibo se fueron a su siguiente clase. Xiao Zhan no tenía ganas de asistir a la suya y se fue casi a regañadientes. Wenhan iba con él, pues tenía clase en el mismo edificio.

En su camino encontraron a Wu Jiacheng, quién también ya se había enterado de la situación de Hann en su casa. Le dio un abrazo muy fuerte para que se sintiera mejor.