15. Cambios y algunas revelaciones

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Habían pasado ya dos días desde que Yibo y Xiao Zhan "habían terminado". Dos días desde Yibo no se presentaba a clases y Zhan no hablaba con nadie.

Para cada grupito de amigos le era preocupante. Inclusive los padres de Yibo lo notaron y creyeron que sólo había enfermado porque el menor así les hizo creer. A desgracia de Yibo, su mamá le había pedido a Zhang Nan que cuidara de él mientras ella estuviera trabajando.

Zhang Nan se presentó el segundo día de ausencia de Yibo. El castaño no se molestó mucho en saludarla y enseguida le pidió que se fuera. No tenía ánimos de visitas.

—Pero Yibo, nuestros padres deben creer que estamos en una relación. Si me voy, sospecharán que es falso —dijo la chica mientras seguía al castaño por la casa.

—No me importa. Por mí mejor.

Zhang Nan caminó rápido hasta quedar un paso frente a Yibo, luego extendió los brazos para evitar que pasara.

—¡No! Todavía no podemos hacer eso —dijo —hicimos un trato, no te molestaría si a cambio fingías ser mi novio por un mes.

Con mayor irritación, Yibo la hizo a un lado y continuó avanzando hasta su habitación, cerrando la puerta justo en las narices de Zhang Nan.

—Y no estás cumpliendo tu parte —gruñó antes de volver a dejarse caer en la cama y cubrirse con los cobertores.

Se quedó en cama hasta que dejó de escuchar a la chica fuera de su habitación, fue entonces cuando supuso que se había aburrido y marchado.

Yibo cogió su móvil del buró de noche y lo encendió. En cuanto tuvo señal, las notificaciones de mensajes y llamadas perdidas hicieron que su móvil se trabara. Abrió We-Chat.

Ningún mensaje del pelinegro.

Enojado nuevamente, apagó el móvil y se volvió a cubrir con las cobijas. Al día siguiente no pudo seguir fingiendo que estaba enfermo y tuvo que ir finalmente a la universidad.

𝄇 ♡ ⇆ ↻ ♡ 𝄆

Xiao Zhan, por otra parte, había asistido a la universidad porque llevaba mal algunas materias y no quería retrasarse. No se juntaba con sus amigos a la hora del descanso o en sus horas libres y en cuanto terminaban las clases se marchaba a casa enseguida.

Tampoco se había presentado en el consultorio de su papá. Temía encontrarse al castaño allí o al señor Wang. No estaba listo para ver a ninguno de los dos.

Cuando pasaron tres días, Xiao Zhan se presentó con pocas energías a su primera materia del día, que era la de arte, con Kim Sungjoo y Han Mubo.

El chico coreano observó la apariencia del pelinegro y quiso acercarse a él. No eran amigos, pero conocía a Yibo y quizá podría darle algún consejo a Xiao Zhan. Se detuvo de sentarse junto a él cuando Han Mubo ocupó el lugar junto a él.

—Hola, Zhan -le dijo el chico rubio —¿Cómo estás hoy?

—Bien.

—Me alegro —Mubo sacó su cuaderno y una pluma para comenzar a copiar el texto que el profesor de arte había dejado en la pizarra —Zhan, ¿harás algo el viernes? —preguntó esta vez. Xiao Zhan no le respondió. Se había puesto los auriculares y se concentró en tararear la melodía triste que se escuchaban en ellos —Zhan -murmuró Mubo, sacudiendo la mano frente a él.

Xiao Zhan se los quitó y miró a su compañero. Han Mubo sonrió un poco y luego volvió a preguntar si haría algo el viernes.

—Tengo karaoke con los chicos —mintió. El día del karaoke era los jueves —¿Por qué?

(DES)CONOCIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora