19. Cosas de niños grandes

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Se dejaron caer sobre el sofá de la casa Xiao, lento y desbordando besos.

La rosa que Yue le había regalado a su amigo, había quedado tirada en el alfombrado del salón. Los muchachos, mientras tanto, se sonreían como tontos después de un beso.

—¿Te he dicho que besas de maravilla? —preguntó Yibo. Su respirar estaba un poco acelerada y quería seguir besando los labios de su novio.

—No. No lo has dicho nunca.

—Pues lo haces.

Una vez más, se sonrieron antes de besarse.

Sus frenéticos deseos por estar unidos les estaba acelerando más que la respiración. A Wang Yibo le encantaba el olor que Xiao Zhan desprendía, lo volvía loco y deseaba muchísimos probar aquel elixir tan delicioso.

Estaba por deshacerse de la primer prenda del pelinegro sin que éste de opusiera, cuando se escuchó un maullido en el salón.

—...¿Qué es? —gruñó Yibo.

—¡Jianguo! —gritó el pelinegro, contento. Apartó al castaño casi de golpe y llegó hasta su gata.

La pequeña felina se restregó en las manos de su dueño y comenzó a ronronear con cariño.

—Bebita, te quiero presentar al novio de papá —su tono de voz era meloso.

Llevó hasta Wang Yibo a su pequeña gatita y los presentó formalmente. Jianguo no mostró signos de querer odiar al chico que estaba a punto de desnudar a su dueño, aunque tampoco le ronroneó cuando Xiao Zhan le indicó que la cargarán.

En términos gatunos, a la gata le había dado igual, ella sólo quería que su dueño no se olvidara de alimentarla.

Una vez que Jianguo se quedó en el rincón de la cocina con su platito lleno, Xiao Zhan regresó al salón, dónde Yibo lo esperaba sentado y le hizo señas de subir a su regazo. Zhan obedeció y lo hizo colocando una pierna de cada lado de las caderas de su novio, arqueó un poco la espalda y permitió que las grandes manos del menor acariciaran hasta la espalda baja.

—¿Puedo? —preguntó en un murmuro el castaño.

Xiao Zhan acercó su rostro al de Yibo y cerró los ojos cuando unió sus labios. Movió levemente la cabeza y sintió cómo la boca de Yibo sonreía. Muy pronto, sus manos acariciaron el redondo trasero del pelinegro, siendo cuidadoso de no incomodarlo. Amaba tener el privilegio de amasarlo.

Igual aún tenía el deseo de acariciar su piel sin que la ropa les estorbaba. Nuevamente, estaba a punto de quitar la sudadera de Xiao Zhan, cuando alguien entró a la casa.

Era la señora Xiao.

𝄇 ♡ ⇆ ↻ ♡ 𝄆

Ahora que los líderes de UNIQ y XNINE estaban liados, los integrantes de cada grupo encontraron un pequeño problema: ¡Aún eran rivales!

Todavía tenían algunos días para la final del concurso, pero la relación de Xiao Zhan y Wang Yibo (que no se despegaban salvo para ir a clases) y la de Yue con Woodz (que daba para lo mismo) complicaba un poco la situación.

Una tarde, Yixuan se sentó con Wenhan y Sungjoo para tratar de escribir una canción que hablara sobre lo que querían realizar a futuro, sus metas y sueños, pero Wenhan seguía molesto con Yixuan así que colaboró muy poco, mientras que Sungjoo sólo hablaba de lo bueno que era para el taekwondo y el skateboard.

—Ya. Pero no podemos cantar que queremos andar en patineta toda la vida —dijo Yixuan —Hann, ayúdame, una vez dijiste que tu sueño era tener tu propio estudio, ¿no? 

(DES)CONOCIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora