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Moa pov:

Ver a Suzuka así había sido algo completamente nuevo, nunca lo había imaginado siendo ella tan dura y violenta. Me sorprendí realmente al verla así, la llegada de su hermana la hizo muy feliz realmente, se transformó en la jovencita de dieciocho años que se escondía detrás de toda aquella faceta de chica ruda, una jovencita con un pasado muy difícil y que solo quería ser amada, cuidada, respetada.

Sonreí levemente y, cuando Suzuka se acercó a mí como una pequeña regañada, besé su mejilla.

-Si tus hijos serán así, no será un problema lidiar con ellos si puedo contigo- susurré solo para que ella me escuchara y vi como se ponía roja.

-Pero Moa...- me miró sorprendida.

-Sé lo que quiero ¿Ok?, yo realmente quiero estar contigo y que esto funcione- sonreí y apoyé la cabeza en su brazo -Tú tranquila, tenemos todo el tiempo del mundo para arreglarnos Su~chan-

-Que lindas que son, me van hacer vomitar arcoiris- dijo Riho con una pose tierna -Váyanse a dar diabetes a otro lado- puso cara de fingido asco.

-Cállate Riho- Suzuka se sentó a mi lado y pegó la nariz a mi pelo -No entiendes nada- susurró y cerró los ojos.

-Si Moa va a ser mi cuñada será realmente algo para celebrar, alguien que al fin pueda aplacarla y hacerla feliz podrá considerarse un milagro- Himeka nos miró y sonrió.

-¿Por qué lo dices Hime?- fruncí levemente el ceño y la miré.

-Suzuka no era muy del compromiso, solo sexo y nada más, por eso tantas putas desesperadas- se encogió de hombros -Saber que ha estado más tiempo contigo y ver el cambio que se efectuó en ella desde que llegaste es algo de admirar Moa, y mira que mamá me contó absolutamente todo desde tu llegada a la casa-

Me puse roja, obviamente nuestro inicio no había sido de lo mejor ni mucho menos, la pasé fatal a decir verdad y quería morir pero, con el pasar de las semanas, el ir conociendo el mundo por el que se movía e ir aprendiendo más de ellas y de todos el sentimiento de cariño por Suzuka fue creciendo en mi pecho. Obviamente todo había iniciado como parte de mi plan para vengarme de su miserable padre pero al ella irse abriendo conmigo, mostrarme la verdadera naturaleza de su ser y saber que no era un monstruo en su totalidad, ese sentimiento fue creciendo y mis muestras de afecto empezaron a ser más reales al ir transformándose en amor, amor de verdad.

-Podrá sonarte raro Moa pero tienes mi bendición ¿Ok?- sonrió, se acercó a mí y me besó la frente -Realmente espero que lleguen a algo, mi hermanita se ve realmente feliz contigo y te admiro por aguantarla tanto-

-Oye- Suzuka hizo puchero y la miró con el ceño fruncido -No soy inaguantable Himetan-

-Tendrán una infinita paciencia contigo entonces- sonrió y se acercó a ella -Sabes que me gusta tomarte el pelo tonta, ven acá- la abrazó del cuello y se puso a despeinarla.

-¡No, no, eso no Himeka, no!- Su se puso patalear y a intentar alejarla, las risas llenaron la habitación ante tan adorable y divertida escena; estuvieron así un rato, pataleando, forcejeando y discutiendo.

-Que hermandad rara que tienen- me susurró Yui al oído, acercándose a mí y sentándose cerca -Se supone que Himeka debería ser más madura siendo la mayor ¿No crees?-

-Puede ser- me encogí de hombros y seguí viendo la escena divertida.

-Al menos Suzuka se ve feliz y tranquila- sonrió y nos quedamos en silencio un rato, mirando la pseudo lucha grecorromana entre ellas.

-Niñas por favor, van provocar que nos echen- la señora Nakamoto suspiró y se cruzó de brazos -¿No pueden estar tranquilas aunque sea unos minutos?-

Feromonas y heroína (TEMPORADA UNO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora