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Suzuka pov:

Estábamos volviendo a casa bastante agotadas mentalmente, la universidad era más difícil y estresante de lo que nos esperábamos.

-Ahora solo quiero abrazar a Yui y dormir un buen rato- Riho arrastraba los pies con expresión sufriente -Estoy muy cansada-

-Apenas esté con Kano y Natsuki me voy a relajar bastante- Momoko suspiró e hizo puchero -Necesito a mi bebé y a mi chica con locura-

Yo no dije nada, no tenía derecho a decir que extrañaba a Moa, que la necesitaba, que la quería conmigo después de un día de clases bastante pesado, no era nada mío aún...

-Hola a todas- dije con un suspiro apenas puse un pie dentro de la casa.

-Hola mi niña, ¿Qué tal les fue hoy en la universidad?- mamá fue a recibirnos con un beso.

-Agotador- sonreí levemente y le besé la frente.

-Mis amores- Momo fue directamente a Kano, que tenía a la bebé en brazos.

-Ven acá mamacita- Riho abrazó a Yui contra su cuerpo y la besó con necesidad.

-Váyanse a la habitación- Moa las miró y se acercó -Hola Su~chan- besó mi mentón y me abrazó.

-Hola- sonreí y pegué la nariz a su cuello -Hueles distinto hoy, ¿A qué se debe?- el aroma a miel tan delicioso que tenía apenas y se sentía hoy, tenía una combinación más dulce y floral pegado a la piel.

-Con Yui y Kano nos tomamos un estimulante sexual...- sentí como se tensaba levemente -Y bueno, una cosa llevó a la otra-

-Así que tomando estimulantes ¿Eh?- sonreí y besé su cuello -¿Tan necesitada estás Moa~chan?- di una lamida por la casi imperceptible cicatriz.

-Su, aquí no- puso una mano sobre mi pecho, queriendo apartarme -Hay gente-

-Debería rehacer la cicatriz, casi no se ve ni se siente- ignoré sus palabras y estiré la piel con los dientes, ganándome un jadeo de su parte y haciendo que se pegue a mi cuerpo.

-Hey, no hagan cochinadas aquí, hay una bebé presente- Riho como siempre de metida.

-No haré nada a no ser que ella quiera y deja de meterte imbécil- apreté los dientes y suspiré contra el cuello de Moa.

-Vamos a la habitación- susurró contra mi oreja, haciendo que con su vocecita, su cuerpo junto al mío y su calor me pusiera dura en segundos.

-No nos molesten durante una hora y media, tal vez dos- agarré a Moa de la cintura y casi corrí a las escaleras con ella.

-Sin gorrito no hay fiesta- Riho me tiró unos cuantos condones.

Llegamos a la habitación casi en un santiamén y, cuando la puerta se cerró detrás de nosotras, me acosté con ella encima.

-¿Segura que quieres esto?- besé una vez más su cuello, el aroma a miel que desprendía su piel se hacía más fuerte.

-Por favor Su- enredó sus piernas con las mías, haciendo que su pelvis rozara mi erección -Quiero sentirte otra vez, quiero que seas quien me haga tocar el cielo con los dedos-

Gruñí con lujuria, la di vuelta para que quedara debajo y volví a atacar sus labios, acariciando su cintura, su abdomen y sus piernas.

-No sabes lo que extrañé tenerte así- dije contra sus labios, pegando mi frente a la suya -Lo que extrañé besarte, tocarte, tenerte conmigo-

-Yo también lo extrañé- sonrió y llevó sus manos a mi nuca, enredando sus dedos en mi cabello -Pero más que nada te extrañé a ti, tu aroma, tu tacto dulce y tierno, tu sonrisa-

Feromonas y heroína (TEMPORADA UNO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora