Feromonas y heroína (TEMPORADA UNO)

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Suzuka pov:

De lo ocurrido habían pasado cinco días ya; Moa se pasaba el día como en un trance, con los ojos muy abiertos.

-Ya lleva cinco días así- Riho me susurró mientras mirábamos a Moa, estaba sentada en el sofá abrazando sus piernas y con la mirada perdida -¿No deberíamos llevarla con algún especialista o algo así?-

-Ya se le pasará- suspiré y me crucé de brazos -Además si la lleváramos al hospital, empezarían a dudar y nos meteríamos en un lío enorme si a Moa le hicieran preguntas puntuales y respondiera-

-Tienes razón- asintió y metió las manos en sus bolsillos -Solo queda esperar supongo, un evento así causaría un ataque a cualquiera-

-Pero si no sabemos lo que pasó ahí adentro- levanté una ceja y la miré confundida.

-Con las chicas estuvimos haciendo suposiciones- se encogió de hombros y se fue sin decirme nada más.

-Que mononeuronal es- negué con la cabeza y me acerqué a Moa -Vamos, arriba-

Ella saltó del susto, me miró con terror y temblando.

-Tranquila, no te haré nada malo tonta- suspiré y le puse una manta sobre los hombros -Está haciendo frío, vamos a tu habitación-

Ella asintió y me precedió a su habitación; Yui la había limpiado, ordenado y perfumado, por lo que en el ambiente imperaba un aroma floral asqueroso, debía empezar a pedir que no usaran más esos perfumes ambientales.

-¿Te acostarías conmigo?- preguntó en voz muy baja, mientras se sentaba en el colchón.

-No, no tengo tiempo- negué con la cabeza y me disponía a salir pero su agarre me detuvo -¿Qué no entiendes?, ¿O es que tus tontos oídos de omega no lo procesan?-

-Por favor...- maldición, había empezado a llorar -Suzuka...-

Suspiré y cerré los ojos, odiaba que los omegas fueran tan sensibles, llorones.

-Bueno- dije resignada, vi la emoción surcar su cara y como se limpiaba las lágrimas con el puño de su blusa como una niña -Pero solo por esta vez, no es para que te acostumbres, ¿Está claro?-

Moa asintió, desarmó la cama y se metió rápidamente debajo de las sábanas.

-Que infantilismo- dije muy por lo bajo, aunque me había causado ternura verla así... ¿Qué estaba diciendo? No, no puedes sentir esas cosas por ella Suzuka, debes marcarla cuando sea el momento, embarazarla y perpetuar tu estatus.

"¿Segura que así funciona la cosa esta con Moa?" Preguntó mi conciencia con esa voz horrible, tan idéntica a la de mi padre "Que yo sepa tu corazón está latiendo muy rápido, la empiezas a mirar con otros ojos imbécil".

-Cállate- dije entre dientes y me acosté en la cama, el tenue aroma a miel que tenían las sábanas me impregnó la nariz y maldecí por haber accedido a esta estupidez.

-Gracias Su- Moa sonrió y se me acercó para así abrazarme.

-Hey no, eso no- intenté alejarla, pero el aroma a miel me estaba literalmente drogando -Moa no-

-¿Por qué no?- hizo puchero y una de sus manos, para mi maldita mala suerte, fue a parar a mi pecho -Yo quiero abrazarte, sentir tu calor, tu aroma a menta-

-Pero así no- intenté quitarle la mano pero la hija de puta fue rápida y subió hasta mi cuello -Moa por favor, ¿Qué te está pasando?-

-O es la heroína o es algo más- se rió, apoyó su cabeza en mi pecho y pasó una de sus piernas sobre las mías.