Feromonas y heroína (TEMPORADA UNO)

Epílogo

Moa pov:

Cinco meses no servían para olvidar todo lo que había pasado, la gente importante y especial que habíamos perdido. Nos habíamos mudado a la que había sido la mansión Nakamoto, reformando el hogar y volviéndolo más acogedor y familiar.

La tristeza aún ahondaba en nosotras, envolviendo nuestros corazones con un manto negro, mi embarazo era lo único que daba una pequeña alegría entre tanta oscuridad.

-¿Estás lista cariño?- Suzuka llegó de repente, asentí y acarició la cicatriz que me había quedado en la mejilla, una más añadida a las tantas que recorrían mi cuerpo -Hoy puede que nos digan que son estas hermosuras- centro su atención en mi prominente panza, siendo dos había empezado a notarse un poco antes.

-¿Estás bien?- puse mis manos sobre las suyas y miré a sus profundos ojos, perdiéndome en ellos.

-Claro que sí- asintió, sonrió y besó mi frente.

-Gritaste anoche- recordar eso hizo que sus ojos perdieran un poco el brillo; desde lo sucedido Suzuka tenía pesadillas, gritaba y lloraba en sueños, incluso durante un tiempo había dormido en otra habitación por temor a lastimarme estando así, la hice volver a quedarse conmigo asegurando que no me hacía nada y desde entonces usaba mi aroma para calmarla, le susurraba palabras bonitas y la tenía pegada a mí, aunque con la panza era algo complicado ahora.

-Sino hubiera llegado...- mordió su labio y sentí como temblaba -No me lo perdonaría nunca si los pierdo, ustedes son mi vida- varias lágrimas cayeron por sus mejillas.

-Mi amor, miráme- tomé sus mejillas y enfoqué sus ojos en los míos -No tienes que echarte la culpa de nada, ¿Ok?, hiciste todo lo que estuvo en tus manos para protegerme y proteger a todos, no digas 'sino hubiera llegado' porque tú diste todo ese día y salvaste a los que pudiste- limpié sus lágrimas y la besé con amor.

-A veces siento que no te merezco- dijo cuando nos separamos -Eres demasiado para alguien como yo-

-Soy todo lo que necesitas y tú todo lo que necesito- sonreí y volví a besarla -Me complementas y yo te complemento, somos perfectas la una para la otra, ¿Ok cielo?- la miré con amor.

-No sé que habré hecho en mi otra vida para tenerte pero me alegra haberlo hecho- sonrió y pegó su frente con la mía -Te amo cielo-

-Yo también te amo- tomé sus manos y se las besé -Ahora vámonos antes de que se nos haga tarde para la cita-

Llegamos a la clínica, pasamos directamente a maternidad y esperamos.

-¿Crees que se dejen ver?- Suzuka acarició mi vientre con amor.

-Puede que sí- puse mi mano sobre la suya -Esperemos que no sean quisquillosos- reí levemente.

-Hágannos felices mis niños, pensé en muy pocos nombres- le habló directamente a mi vientre -Mami no es muy buena para eso, así que mejor muestrense-

-Tampoco desesperes Su~chan- volví a reír -Sino es en esta pues será para la próxima cita-

-Hoy estoy segura de que se dejarán ver- asintió y me miró.

-Moa- la señora Mizuno apareció -Entra querida, hoy puede ser el día- sonrió y nos dejó pasar.

-Suzuka también cree lo mismo- sonreí y nos sentamos.

-Pues claro, son mis hijos- sonrió y se encogió de hombros.

-Bueno, tus análisis están muy bien, los números están perfectos- miró la computadora y asintió -Se ve que te tienen bien cuidada- sonrió a mi novia.