1 año después...
Suzuka pov:
Un año ha pasado desde entonces, las cosas habían estado muy tranquilas para todas. Moa, desde hace once meses, estaba en rehabilitación física y había recuperado la movilidad en su totalidad después de mucho trabajo duro, se había hecho incluso más fuerte; Natsuki ya contaba con un añito, era la bebé más linda del mundo, la más dulce y la más divertida con sus bailecitos, sus grititos y sus pucheros.
Había empezado, desde hace unas semanas, ha hablar y a caminar, por lo que teníamos un ojo puesto en ella. Tenía a todos en la casa enamorados, con sus besos babosos y sus ojitos de cachorro conseguía estar en los brazos de los muchachos y se divertía tirando de sus orejas, su pelo o sus barbas.
La cosas con Moa no podían estar mejor; había vuelto a dormir conmigo, pasábamos el día juntas y estábamos más felices que nunca, disfrutando de abrazos, caricias y algún que otro beso juguetón. Aún no le pedía volver a la relación, quería que estuviera tranquila y que todo ocurra cuando ella quiera y considere que es el momento de dar ese paso, no la pensaba presionar u obligar a algo que posiblemente no desee.
-¿Qué te tiene tan callada y ausente?- justo cuando pienso en ella, viene y me abraza por la espalda apoyando su mentón en mi hombro.
-En como todo a estado muy tranquilo para nosotras- sonreí y acaricié sus manos mirando su reflejo en el espejo del baño.
-Si, a mí también me agrada este cambio- besó mi oreja y sonrió, revelando sus hoyuelos hermosos.
-¿Qué te trajo aquí?- hice que me soltara y me giré para abrazarla como se debe.
-Tu madre ya preparó el desayuno, me pidió que te levantara- besó mi pecho, llevando sus manos a mi espalda -Cuando vine no estabas en la cama y suspuse que te habías escondido aquí-
-No me escondí, estaba por lavarme los dientes- ese había sido mi propósito inicial, lo que pasó fue que mis pensamientos me asaltaron y no lo hice -Pero me quedé pensando y me olvidé de eso-
-Anda, vamos bajando que sino nos van a venir a buscar y vamos a llegar a tarde- sonrió, me dio otro beso y se alejó.
-¿Y si antes me das mi merecido beso de buenos días?- sonreí y volví a jalarla hacia mí desde la cintura.
-Ya te di dos Su- rió levemente y puso las manos sobre mi pecho, iba a alejarse otra vez pero la aprisioné con mis brazos.
-En el pecho no cuentan, tiene que ser en los labios- susurré y acaricié su cadera, amaba volver a tenerla así de cerca.
-Eres obstinada ¿Eh?- se rió y subió las manos hasta mi cuello, acariciando mi piel.
-Contigo otra vez en mi vida claro que seré obstinada- le guiñé el ojo y tomé posesión de sus labios.
Cada vez que nos besábamos sentía en mi corazón esa explosión de felicidad que me envolvía, como si fuera la primera vez que lo hacíamos. El que la extrañara tanto repercutía en mis emociones, en lo que sentía en mi cuerpo desde que habíamos vuelto a estar así de cerca, en como mis latidos incrementaban y mi Alfa interno gritaba de felicidad por tener a su lado otra vez a su complemento.
Subí una de mis manos hasta su rostro, acariciando su barbilla, subiendo hasta su mejilla y pegando su cuerpo al mío, disfrutando de su calor y el sabor tan dulce y adictivo de sus labios.
-Moa cariño te pedí que fueras a despertarla pero veo que te entretuviste- la risa de mi mamá nos sacó de nuestra burbuja, Moa se separó completamente roja y escondió su rostro en mi cuello.
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Feromonas y heroína (TEMPORADA UNO)
Novela JuvenilMoa es una joven omega adicta a la heroína y Suzuka, una Alfa temida y conocida por ser hija de la mafia, la soborna con darle su ansiada droga si hace los "trabajitos" que le pide...