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Moa pov:

Suzuka no dejaba de sorprenderme; primero su notorio cambio para conmigo, el amor que había nacido entre nosotras y ahora esto, ¿Qué otras sorpresas me tendría esta mujer?.

-¿Segura que quieres tener una familia conmigo?- la abracé del cuello.

-Tan segura como el día en el que me enamoré de ti- me pegó a ella de la cintura y sonrió ampliamente.

-Te amo- le tomé la cara y la besé con amor, sintiéndome extremadamente feliz y el calorcito en mi pecho creciendo.

De repente una ola del fuerte olor a menta de las feromonas de Suzuka penetró en mi nariz y me hizo soltar un jadeo contra su boca, haciendo el beso más necesitado. Aferré su cuello y con su pelo enredándose en mis dedos, rozando sus labios con mi lengua.

-¿Pueden grabar la porno más tarde?- Riho nos sacó de nuestra burbuja -Hay cosas más importantes en estos momentos hormonadas de mierda-

-Perdón- dijimos al unísono cuando nos separamos, las dos con las mejillas rojas.

-Pueden hacerlo más tarde, ahora hay que interrogar a Saya- Riho sonrió y se frotó las manos -Hay instrumentos nuevos que quiero probar-

-¿No puede ser otro día? Es muy tarde- Suzuka me pegó a ella, su aroma aún presente envolviéndome y haciéndome sentir mareada -Además estoy cansada-

-La orejotas tiene razón, ahora es muy tarde para interrogar a la idiota esa- Momoko asintió.

-Así podré cogerte a gusto- susurró disimuladamente contra mi oreja y ahogué un jadeo al sentr su bulto frotarse en mi cadera.

-Que aguafiestas- Riho suspiró decepcionada -Bueno, será mañana, ¿Están conformes?-

Todas asentimos y mordí mi labio inferior, los toques, roces y el aroma de Suzuka me estaban excitando y despertando a mi omega necesitado. Fuimos a nuestra habitación aparentando normalidad y, apenas se cerró la puerta detrás de mí, me pegó a ésta y atacó mis labios con necesidad.

-Me olvidé que se acercaba mi celo- gruñó contra mis labios cuando la falta de aire se hizo presente -Todo lo sucedido lo sacó de mi mente- metió las manos debajo de mi blusa y acarició mi abdomen.

-Su~chan...- me sentía mareada por las feromonas que parecían haber reemplazado al oxígeno en la habitación, mi sexo palpitaba fuertemente y sentía como me mojaba cada vez más.

-Que aroma tan rico tienes Moa- pegó la nariz a mi cuello y sentí sus labios contra mi piel, lamiendo, mordiendo y besando -Tan dulce y adictivo- pasó la lengua por la cicatriz de apareamiento.

Mis jadeos salían sin control, aferré el cuello de mi Alfa con fuerza, sintiendo mi piel arder ante tan delicioso y ansiado contacto.

-Ansiosa ¿Eh?- sonrió contra mi cicatriz y, de un solo movimiento, nos hizo caer en la cama quedando ella sobre mí y volvió a atacar mi cuello.

-Suzuka...- tiré la cabeza hacia atrás para que ella pudiera tener más acceso y volví a enredar mis dedos en su pelo.

-Tu aroma es como una droga- abrió mis piernas y se puso entre ellas -Una droga muy adictiva- me agarró de la nuca y volvió a besarme con necesidad.

La ropa había empezado a incomodar, por lo que aún besándonos nos desnudamos, quedando ambas en ropa interior.

-¿Te he dicho que amo tu cuerpo?- empezó a besar mis hombros, clavículas y pecho, acariciaba mi abdomen con los dedos -Eres muy hermosa conejita, realmente hermosa- me quitó el sostén de un solo movimiento.

Feromonas y heroína (TEMPORADA UNO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora