𝗜𝗡𝗖𝗢𝗡𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔𝗟 | 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖𝙣𝙙𝙚𝙯

Capítulo 17.

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Me sentía estresada por todo lo del concurso, quería ganarlo ya que era la primera vez que competíamos y teníamos potencial para hacerlo. Más me estresaban los mensajes de Julián, aunque su intención era la de apoyar y contenerme en esto, no era lo que necesitaba en ese momento. Eran como las tres de la mañana y yo todavía no me podía dormir, daba vueltas en la cama pensando en que podría cambiarle a la coreografía o que pasos podría agregar, me estaba consumiendo la cabeza. Como si fuera poco, Enzo también me estaba carcomiendo la cabeza con el tema de bailar en el concurso, aunque mi respuesta sería un rotundo no.

No quería pensar más en ello, así que me puse el bikini y bajé a la pileta del hotel, aquella que era techada y climatizada. Creía que un poco de agua me relajaría un rato y me haría dejar de pensar en esas cosas, seguía con mi proceso de no sobre pensar todo el tiempo y relajarme sería bueno para la competencia que era en dos días. Me molestaba pensar que nos preparamos todo el año para venir y que las posibilidades de ganar sean tan bajas. Por otro lado, no dejaba de pensar en la noche anterior y en como Enzo se había apoderado de cada sentido de mi cuerpo, jamás me había sentido así con nadie y él era el primero que lograba una cosa así. 

Dejé la toalla en un costado y me metí lentamente en la pileta, el agua caliente hizo que la piel se me erizara un poco. Hundí mi cabeza abajo mientras esperaba poder conseguir un poco de paz con ese nado nocturno, la luces debajo hacían todo de un momento de relajación, dejé flotar mi cuerpo en el agua y cerré completamente los ojos, estaba sumergida en ese momento hasta que:

—Acá estás. — La voz de Enzo resonó en todo el lugar, claramente me sobresalté al verlo y volví a la posición normal. Tiró su toalla cerca de donde estaba la mía y se sacó la remera blanca que llevaba puesta. 

—¿Cómo sabías que estaba acá? — Pregunté un poco extrañada y él se metió de cabeza a la pileta, salió y sacudió su pelo negro en el aire mientras se acercaba a mí. 

—Subís todo a Instagram. — Sonrió y alzó una ceja, se acercó lentamente poniendo su mano en mi cintura, rápidamente enrollé mis piernas en su cadera clavándole la mirada en los labios. No había nadie más desesperada que yo en ese momento. — Déjame bailar con vos, te prometo que lo voy a hacer bien. 

Formó un pequeño puchero en sus labios, bajó la mirada observando aquellos chupones que me había hecho la noche anterior y sonrió de manera atrevida. Sus manos bajaron hasta mi culo con la intención de sostenerme, aunque me moría de ganas por que hiciera otra cosa totalmente diferente. 

—Es muy arriesgado. — Dije para contestar a su promesa, aunque también me moría de ganas por bailar con él en aquel escenario. — Sí alguien se da cuenta que sos vos, vas a tener un problema con la prensa, con Julián, y con tu mujer. 

—Es sólo un baile. — Sonrió tratando de convencerme. 

—Vos y yo sabemos que no es sólo baile. — Enzo simplemente se mordía el labio inferior mientras hablaba, me causaba tantas emociones que me mirara de esa manera a veces. — ¿Qué vamos a hacer?, ya se están dando cuenta todos. — Expresé preocupada. 

—No sé, yo no puedo disimular que tengo unas re ganas de estamparte contra la pared y darte como si no hubiera mañana. — Una risa se me escapó ante tremendo comentario elaborado que tiró, sus labios se posaron sobre mi cuello mientras repartía besos humedos en este.