𝗜𝗡𝗖𝗢𝗡𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔𝗟 | 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖𝙣𝙙𝙚𝙯

Capítulo 19.

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El sol me despertó, sentía cierto calor y peso sobre mi cuerpo, con esfuerzo abrí los ojos viendo a Enzo dormido en mi pecho. Sonreí como una tonta al verlo dormir tan pacíficamente, recorrí con la mirada cada uno de sus tatuajes y viendo como estos terminaban en el que tenía en su espalda, se encontraba abrazado a mi cintura y parecía tan aferrado, como si no quisiera separarse. Me mordí el labio inferior intentando aguantar la ternura, tenía el pelo desordenado y la cara hinchada, fue como si lo hubiera acariciado sin tener contacto físico directamente. 

Hice un poco de fuerza para llegar a mi celular que estaba en la mesita de luz, Enzo se removió un poco causando pánico en mí hasta que finalmente llegué a alcanzarlo. Observé la hora aún con sueño y daban las 11:40 de la mañana, salté de la cama de una manera totalmente inexplicable y comencé a vestirme lo más rápido que pude, a la 13 era el concurso y yo ni siquiera me había preparado ni un poco. Enzo se despertó de golpe y aún dormido, me miró confundido y con el ceño fruncido mientras intentaba descifrar mi comportamiento. 

—¿Qué haces, Sara? — Me sobresalté al escucharlo y me caí intentando ponerme la ropa que me quedaba. — ¡Sara! 

—¡En una hora es el concurso y yo todavía no estoy lista! — Me puse la bata mientras corría por la habitación buscando mis cosas, agarré mi celular mientras Enzo se tapaba la cabeza con la almohada sin intenciones de levantarse. —, espero que vayas. — Dije antes de cerrar la puerta, él levantó su pulgar en forma de que sí iría. 

Sonreí emocionada y salí corriendo hasta el ascensor, ni siquiera había sido precavida de ver si alguien había visto que estaba en la habitación de Enzo, me importaba más el concurso que otra cosa en ese momento. Revisé mi celular viendo unos 30 mensajes en el grupo de baile, simplemente contesté que ensayen sin mi ya que tenía un pequeño retraso, pero que ellos continúen para que estén mejor preparados. Llegué a mi habitación y corrí a la ducha, seguía pensando que fue una mala idea haber ido a la habitación de Enzo anoche, probablemente me hubiera levantado más temprano y no tendría que estar a las corridas.

El agua cayó sobre mi cuerpo, aún no se me iban las marcas que Enzo había dejado en mi pecho hace varios días, al parecer buscaba en serio marcarme de por vida. Intenté bajar la adrenalina en la ducha, pensaba en lo bien que la había pasado anoche y que lo volvería a repetir mil veces si fuera posible, aunque mi conciencia volvió a aparecer en ese preciso instante. Observé mi dedo anular recordando que Enzo había tirado mi anillo de compromiso, sabía que estaba por la habitación pero no tenía tiempo para buscarlo en ese momento. Pensé en cómo decirle a Julián que me arrepentía con toda el alma de haber aceptado aquel compromiso, que no me sentía segura de dar aquel sí que tanto esperaba él, diría que lo hice por impulso y por molestar a Enzo.

Si bien, lo de Enzo se convirtió en algo casual estos días, sentí cierto cariño por él en el fondo de mi corazón, pensaba en que podríamos crear algo si ambos queríamos, pero me volvía a la mente mi trabajo y el quilombo mediático al que le tenía miedo. A veces, me gustaría volver el tiempo hacia atrás para conocer primero a Enzo antes que a Julián, creo que me ahorraría un millón de problemas y la mitad que tengo en estos momentos. 

Comencé a prepararme para el concurso y finalmente ir a las corridas hasta el edificio de enfrente. 

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Me encontraba preocupada por la presentación, estaba mirando las demás performance por detrás del telón y la verdad que no era un juego, realmente eran buenos y no creía que nosotros estuviéramos a la altura. No quería salir, los siguientes éramos nosotros y mi inseguridad se hizo más grande al no encontrar a mi bailarín.