༺༻
Mordía la almohada mientras los gemidos de Enzo se hacían todavía más fuertes en la habitación, intentaba que no fuera tan notorio que me estaban dando como cajón que no cierra y simplemente me limitaba a soltar pequeños jadeos. Extrañaba está sensación de tener a Enzo de esa manera y que además, estuviéramos reviviendo aquel momento. Su mano derecha se deslizaba por mi abdomen mientras la otra se encontraba en mi cadera empujándola de atrás hacia delante, juraba sentir placer en todo mi cuerpo incluso si no me estaba tocando en ciertas partes, tenía mi pecho lleno de chupones que me había hecho hace un par de minutos, pero en lo que menos pensaba en ese momento era como taparlos al día siguiente.
Algo en lo que era muy bueno, era regulando los movimientos en los momentos exactos. Parecía que conocía a la perfección mi cuerpo, sabía el momento justo donde debía moverse con más fuerza y cuando sólo tenía que hacerlo despacio. Las estocadas se escuchaban en toda la habitación, hacían un eco bastante satisfactorio que me ponía todavía más caliente que el propio ambiente. La adrenalina comenzó a adueñarse de mi cuerpo, se me había acelerado la respiración mientras Enzo no dejaba de pasear sus manos por todo mi cuerpo y ya no podía más del placer que sentía en ese momento, un rápido movimiento de su parte me dejó con la vista en el espejo que había en la habitación, noté una sonrisa llena de lujuria de su parte que me hizo copiar el gesto mientras mordía mi labio inferior.
Su mano se adueñó de mi cuello mientras hacía que me levantase en mis rodillas, dejándome completamente expuesta ante el espejo y pegada a su cuerpo todo transpirado. Jadeé bastante cuando su respiración se sintió tan cerca de mi oreja, me volvía loca sólo con ese pequeño gesto y mucho más, Enzo sabía como tratar a una mujer en la cama.
—Ahora mirá al espejo, así te queda de por vida el recuerdito. — Dijo agitado volviendo a ponerme en pose con fuerza, una embestida fuerte siguió después de eso desramándome por completo. — Quiero que no le saques los ojos de encima, que mires como te garcho toda para que se te vayan las ganitas de casarte con el otro. — Su sonrisa me descolocó totalmente y me sacó el anillo tirándolo por algún lado de la habitación, una risa fuera de consciencia se me salió mientras volvía con lo movimientos cortos pero rápidos.
—Enzo...
—¿Lo vas a dejar? — Preguntó dejando de moverse, mis piernas se cerraron al sentir el orgasmo venir. Una nalgada se hizo presente en mi cachete izquierdo, un gemido bastante fuerte se me salió al ver lo enojado que estaba por el espejo, se podía ver lo rojo que estaba y su mano marcada en él. — Contame, morochita.
—Enzo, dale... — Musité mientras me aguantaba las ganas de moverme por mi cuenta ya que él no lo hacía.
—¿Dale qué?, ¿O no que soy mejor que él? — Comenzó lentamente con los movimientos mientras mi expresión de súplica se reflejaba en el espejo, causando una sonrisa de satisfacción en él. — No te escucho. — Y otra nalgada fue presente, haciéndome saltar un poco en el lugar.
Asentí mientras pasaba mi lengua por mis labios, aún me quedaba el sabor a frutilla del condón que había traído, pero al no contestarle en palabras, recibí otra y otra como si fuera un castigo, se movía y cada vez estaba más cerca, cerré mis piernas en el lugar tratando de contenerme, aunque era prácticamente imposible con Enzo. Se puso a la misma altura en la que estaba y se acercó a mi oído con la respiración acelerada, sabía todo lo que me gustaba.
—Si te querés sentar mañana, contestame. — Susurró en mi oreja mientras arqueaba la espalda al escucharlo, me estaba muriendo de ganas por que aumentará la velocidad pero sabía que hasta que no conteste, no lo iba a hacer.
—Sí... — Sollocé en el medio mientras no tardó mucho en sonreír en el reflejo del espejo, se mordió el labio inferior mientras se enderezaba, su cuerpo voluptuoso y sus tatuajes se veían con claridad. — Sos mucho mejor que él. — Mantuve la vista en él desde aquel reflejo viendo como esas palabras le causaban satisfacción al salir de mi boca.
No tardó mucho en aumentar la velocidad de las embestidas, el sonido seco se escuchaba en toda la habitación y no pude evitar contener los gemidos al igual que él. Ambos estabamos tan cerca que no teníamos en mente lo que podrían pensar los demás después, no dejó pasar ni una y finalmente cayó rendido después de venirse al igual que yo. Me recosté a su lado totalmente exhausta después de todo, las piernas me temblaban y eso causó una sonrisa llena de victoria en él, se sacó el condón y lo tiró en el tachito que estaba al lado de mi cama.
Había valido la pena mandarle esa foto, claramente me dio una de las mejores noches de mi vida y sentía que se repetiría varias veces después de eso. Al otro tendríamos ensayo, aunque yo no sabía si podría levantarme después de esto, Enzo decidió pasar la noche en mi habitación a pesar de haber alquilado la suya, se tapó con la sábana blanca traslúcida y me abrazó. En ese momento sólo pensaba en él, ni siquiera en Julián, sólo en Enzo y como sería mi vida a partir de ese día, sin importarme lo que pensarán los demás.
༺༻
Caminaba por el salón que nos dieron para ensayar, armaba la lista para la competencia mientras me encontraba en la duda de agregar bailarines para la prueba final. Los demás estiraban al compás de la música de fondo, algunos practicaban los pasos y otros simplemente charlaban con sus compañeros. Tenía la duda de si yo debía participar, tenía una buena base de bailarines y quizás yo debía seguir siendo la profesora.
—Bueno chicos, preparé la lista de los que van a participar y de las posiciones finales. — Colgué la lista en la pared para que pudieran ver los demás y me acerqué a donde estaba Enzo. — Vos no vas a participar del concurso.
—¿Por qué? — Cuestionó confundido, frunció el ceño mientras observaba que nadie se acercara a nosotros en la conversación. — Puedo bailar con vos, ¿Sabías?
—No creo que estés preparado para estás cosas, además, sos una figura pública. — Bajé la vista ya que me daba pena su cara, estaba bastante sorprendido por lo que le estaba informando.
—¿Qué tiene que ver eso? — Volvió a cuestionar mis reglas y se acercó más a mí, sentía nervios de tenerlo tan cerca aunque habíamos amanecido juntos hace un par de horas. —, yo quiero bailar y con vos.
—Si bailas conmigo, Julián se va a dar cuenta de lo que pasa y no sólo él, sino todo el mundo mediático que te persigue. — Recalqué por lo bajo mientras él todavía parecía confundido por lo que le estaba diciendo. — No mezcles lo que pasa entre los dos con esto, es mi trabajo y si lo pierdo se me termina la vida. Trabajé toda mi vida para vivir de lo que más me gusta y un capricho tuyo no me lo va a arruinar. — Terminé la conversación ese momento dejando completamente confundido a Enzo, que por un lado sabía que entendía a lo que me refería sobre perder mi trabajo por culpa de lo que nos pasaba.
Proseguí con la clase olvidando la conversación, decidí que hacerme más la cabeza era al pedo y sólo me quedaba esperar a que Enzo cumpliera mi orden sobre no competir.
ESTÁS LEYENDO
𝗜𝗡𝗖𝗢𝗡𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢𝗡𝗔𝗟 | 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖𝙣𝙙𝙚𝙯
Fanfiction𝗜 |Donde la lujuria y el pecado se vuelven más adictos que la propia consciencia. ─ Mira que Juli no es tan amigo mío, eh. Y mucho menos quiero estar con mi señora. ─ 2023 sunshinevt ( fanfiction ). ●historia totalmente mía. ● heterosexual. ● to...