~• Capítulo 18 •~

2K 173 57
                                    

Mazikeen

29 de diciembre de 2015

Sequé mi cuerpo sintiendo ese pequeño dolor en mi hombro, pero sentí dolor en mi vientre, ya lo estaba sintiendo desde hace días. No quiero, ahora no

— Si no me sangra el hombro, me sangra el coño — digo en un susurro, puta regla.

Escucho que llaman a la puerta — ¿Puedo entrar? — era él.

— Sí — digo en alto.

Abre la puerta. Bajo la toalla hasta mi cintura y apartando mi cabello hacía el lado contrario a la herida.

En silencio él se agachó a un costado y sentía como me curaba la herida.

Volví a mis recuerdos del pasado.

Estaba sentada en aquella ambulancia siendo revisada por una paramédica con un yihad.

Mientras que ella hacía lo que tenía que hacer, no paraba de mirar a todos lados.

Veía a todas las mujeres que estaban conmigo en otras ambulancias, sobre todo muchos cadáveres envueltos en bolsas.

A quién buscaba era al hombre que me sacó de ese infierno en vida. Mi miedo está aumentando de nuevo.

— No llores, pequeña — me decía la médica, pero eso no tuvo efecto en mí.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero Sebastián volvió a mi campo de visión — Ey, estoy aquí — traía telas en sus manos — Fui a buscar ropa para ti, adecuada para una niña de tu edad — mis ganas de llorar desaparecieron.

Él miró a la médica esperando respuestas de mi revisión — Hay que llevarla a un hospital y hacerle otro tipo de exámenes. Tiene hematomas por todo su cuerpo — ella con delicadeza levantó mi cabeza — Sobre todo aquí, uno de ellos marcó sus manos en su cuello — la mira — Alguien la estranguló — alejo su mano de mi cabeza.

— Está bien, iré con vosotros al hospital — dice serio y creo que está un poco enfadado, por no decir mucho.

A mí me miró con una sonrisa — Voy a estar a tu lado en todo momento y cumpliré mi promesa — acarició mi mejilla — Espero que algun día puedas decirme quién te hizo esto — señala mi cuello.

— Ghali — digo casi en un susurro.

— ¿Qué? — con tanto ruido apenas me escuchó, pero se le veía sorprendido de que hablará.

— Ghali me estranguló esta mañana por no hacer mi trabajo — digo aferrándome a la manta.

Su ceño se frunció — Gracias por decirme, Maze. No volverá a hacerte daño — me subió a sus brazos y me metió en la ambulancia.

Ahí me cambió y fuimos al hospital.

Allí ya me revisaron más detenidamente, después de las revisiones me llamaron a una habitación con una vía de suero en mi brazo.

Tenía ese pijama bastante cómodo que cubría la mayoría de mi cuerpo.

Sebastián se sentó a mi lado y acarició mi cabello — Vas a quedarte aquí ingresada unos días, tienen que curarte — lo miraba callada, no entendía de todas formas lo que me estaba diciendo, pero me sentía cómoda con él. Me mira con una pequeña sonrisa — Mira lo que te he traído — saca de una bolsa un peluche de gato negro.

Lo toqué, era suave y blando, lo llevé hacía mí y lo abracé, estaba calentito.

Entonces el sueño me estaba invadiendo — Es hora de dormir — dice Sebastián mientras me tumba, después apaga la luz — Descansa — le miro preocupada, no quería que se fuera mientras dormía — No te preocupes, no voy a irme. Estaré durmiendo justo ahí — señala un pequeño sofá con una almohada y una manta.

Amor perverso ✓ Completa [#II Saga emperadores de la mafia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora