Nickolay
7 de marzo de 2016
No sé dónde estoy, se ve muy oscuro. Es como si estuviera solo todo el tiempo. La puta soledad que a veces es la mejor compañía, pero a veces es la peor de las torturas.
Lo bueno de esto sé que fuera de esta oscuridad escucho la voz de mi Barbie colombiana, — sé que no me ibas a dejar hacer esto, eres demasiado bueno para reventarle tú mismo los huesos a tu hermano, por eso lo voy a hacer yo por ti, —escuchaba decir con un nudo en la garganta, ¿está llorando? — Pensaba que te morías en mis brazos, — sí, está llorando. ¿Es por mí? — No sé lo que realmente siento por ti, solo sé que si hubieras muerto el mundo hubiera ardido, —¿no sabe lo que siente por mí? No me esperaba para nada esas palabras.
Debo despertar, necesito abrir los ojos y decirle que estoy bien, por favor cuerpo reacciona. Fue imposible.
Dejé de escuchar lo que estaba pasando volviendo a la soledad completa que tanto me está torturando últimamente. Ahora sé que no quiero volver a estar solo.
Pensando que no volvería a escuchar nada hasta que su voz se volvió a escuchar en esta oscuridad, hasta sentí su toque en mi mano, —casi te mueres en mis brazos otra vez. — ¿Estuve a punto de morir y ella volvió a salvarme? Ahora el que no sabe lo que siente soy yo. —Casi me da algo cuando vi que te estabas yendo otra vez. Joder, — la rabia estaba en su voz. — Quiero entender que es lo que me pasa, que siento. No quiero que sea amor, el amor no está hecho para mí, o si no mira como acabé con mi ex, Charly. No solo me puso los cuernos con medio país, si no que su tío mató a nuestro hijo de siete meses, no quiero volver a sufrir por amor. No, esto no puede ser amor.
¿Qué? ¿Tuvo un hijo? Pienso matar a todo lo que le haga daño ella. No merece sufrir por escoria como él y mi hermano.
Joder, Nickolay despierta. Otra vez estaba en esa oscuridad profunda, la soledad. Quiero despertar.
Abrí los ojos al principio viéndolo todo borroso. Lo primero que vi fue los grandes ventanales en vez de paredes donde se veía toda la ciudad. Estaba nevando, como no en este país.
Mi vista se giró a mi lado, ella estaba hay en pie cambiado el suero con ese pijama de enfermera, ¿ella me ha estado cuidando todo este tiempo? Mi corazón empezó a acelerarse creando en mi un sentimiento que no había tenido nunca que no entiendo.
Algo apunto en una libreta. Cuando abrió la boca para suspirar pude ver pequeños colmillos en sus dientes. Subo más por su rostro viendo las grandes ojeras, llevará muchos días sin dormir.
Quiero decir algo, pero este tuvo que tenía metido en la garganta no me deja mover la boca y el dolor en mi cuerpo no me dejaba mover ni un musculo.
Su mirada se levantó mirándome chocando nuestras miradas, eso hizo que lanzará hacia atrás la libreta del susto que le di. — La madre que me parió, —se lleva la mano al corazón, que estuviera despierto y chocar con mis ojos azules claros.
Después de analizar que estoy despierto se dispone a quitarme el tubo, —ya te quito esto. — Corta la cinta pegada en mi boca y poco a poco me saca el tubo.
Al sacarlo empecé a toser llevando mi mano al pecho, fue cuando me di cuenta que mi uno de mis brazos estaba escayolado y en cabestrillo.
Ella me da un vaso de agua, con mi mano libre la cojo y bebo, nunca me había sabido tan bien el agua.
Maze me quita el vaso acto seguido de bebérmelo de una sentada, —¿quieres más?, — me pregunta.
Niego con la cabeza, —así está bien, —digo con dificultad. ¿Por qué me costaba tanto respirar? Necesito saber lo que pasó después de la paliza que me dio mi hermano. Lo último que recuerdo es que estuve a punto de morir. — ¿Qué fue lo...que pasó después...de casi morir?
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Amor perverso ✓ Completa [#II Saga emperadores de la mafia]
Romance⚠️SE RECOMIENDA LEER EN ORDEN POR LOS SPOILERS ⚠️ Mazikeen González Viví una vida no muy sana, llena de sangre y lágrimas. Fui entrenada por mi padre adoptivo convirtiéndome en la mejor torturadora y asesina del rey de la mafia. Vivo una vida solita...