Amor perverso ✓ Completa [#II Saga emperadores de la mafia]

~• Capítulo 25 •~

Mazikeen

3 de marzo de 2016

Llevaba estos casi dos meses evitando a los hermanos Petrov. No solo uno me engaña, el otro me detiene. Los hermanos son un puto caos, unos mierdas.

Desde los quince años he sido entrenada para esto, para poder vengarme y justo cuando tengo la oportunidad Nickolay tiene los santísimos cojones de detenerme.

Odio a esta puta familia, odio a Damon, odio a Nickolay. Ojalá nunca volver a ver a ninguno de esos desgraciados.

El día de hoy lo pasé enseñando a mi ahora hermana María a ser una gran mujer, que nadie la haga menos y sobre todo a pelear junto a Evans mi ahora nuevo padre. Esto es una de las cosas que más deseaba, una familia de verdad y la tengo, por fin la tengo.

Después de un día dándole una lección a esos dos la morena se quedó conmigo a ver películas, pero al ver que estaba muy cansada sabía que no duraría mucho. Mis padres se fueron a la mansión a hacer no me importa el que.

Estaba comiendo palomitas cuando escuché un golpe contra la puerta de abajo. ¿Cómo lo escuché? Hace un gran eco cuando algo suena tan fuerte.

No era eso una llamada, alguien había caído en mi puerta y no estaba escuchando si se levantaba.

Mientras que mi compañera de película se estaba quedando dormida, dejo las palomitas a un lado, me levanto en silencio. Bajé las escaleras mirando la cámara viendo que un hombre estaba tirado en mi felpudo machándolo de sangre.

Gruñí, —un puto gilipollas está ensuciando mi puerta de sangre, se va a caga... — Digo abriendo la puerta, pero mis palabras se detienen al ver a Nickolay cubierto de sangre, la cara hinchada. Le habían pegado una paliza. — Joder.

Me agacho viendo que tenía la nariz partida y el labio, y eso no era nada comparado con todo lo demás. Comprobé su pulso, era débil. — ¿Has venido hasta aquí tu solo en vez de ir a un hospital? Joder, príncipe Petrov me estas poniendo en un compromiso muy grande.

Si no lo ayudaba ya puede que luego sea demasiado tarde.

Levanto su cuerpo subiéndole a mi espalda. Sola cerré la puerta con la pierna y con todas mis fuerzas subí las escaleras.

Mis quejidos de cansancio lo decían todo, desperté a la bella durmiente con mi voz. No sabía que llevar un hombre a la espalda inconsciente.

La niña asomó su pequeña cabeza y verme con sangre y un hombre a mi espalda eso la alarmó, —Maze, ¿qué está pasando?

Mi respiración es agitada, —ni yo misma lo sé, ayúdame a llevarlo a una camilla. Hoy vamos a jugar a los médicos.

Ella enseguida obedeció poniéndose detrás de mí subiendo las piernas de él ya no teniendo tanto peso sobre mi espalda. — Ahora vamos a la sala de primeros auxilios.

Comienzo a caminar, pero sé que ha esta niña nada le cuadraba y tenía que preguntar, —¿cómo que sala de primeros auxilios? ¿Tú apartamento es un hospital?

— Por así decirlo sí. Por si no lo sabías tengo el título de medicina, soy cirujana general, bueno más bien todo lo que tiene que ver con la cirugía, —al ser asesina tengo que saber todo lo que pasa en el cuerpo humano y para saber cómo torturar tengo que estudiar hasta lo más mínimo.

— Joder, yo también quiero ser cirujana, pero para salvar vidas, no quitarlas.

— Que te vaya muy bien en el propósito, ahora hay que salvar un ser humano de la muerte. — Llegamos a la sala tumbándole boca arriba.