~• Capítulo 21 •~

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Mazikeen

6 de enero de 2016

Estaba en un sueño muy profundo, eso digo, estaba porque mi pesadilla apareció como la regla.

Abrí los ojos viendo solo oscuridad, sentía la necesidad de ir a la cama de mi padre y meterme en su cama como el primer día que me adoptó.

Él me llevó a su casa de Colombia de la mano después de haber estado en un hospital de Turquía, donde me estaban prostituyendo.

-Este será tu nuevo hogar, -dice mirándome con una sonrisa.

En ese momento seguía estando asustada, era casi incapaz de hablar, solo cuando me sentía segura. Tenía mutismo selectivo.

Entramos en aquella mansión llena de guardias, todo tipo de servicio, es algo que nunca había visto.

Al ver a tantas personas desconocidas me abracé con fuerza a mi peluche intentando ocultar mi miedo. Él lo noto y se agachó tocando mi mejilla, -ellos no te harán daño, están para protegerte y mimarte. A partir de ahora tendrás una vida nueva.

No decía nada, pero mí miedo se calmó un poco. Se pone recto, -ven, te voy a enseñar tu nueva habitación, -mueve sus dedos para que le diera la mano y así lo hice.

Me sube al segundo piso y me llevo a una habitación rosa, no podía ser de otro color. Me gustaba como lo habían diseñado, pero no el color.

- ¿Qué? ¿Te gusta?, -me quedé observando por un momento callada, sin saber lo que decir, -si no te gusta dilo y la rediseñamos como tú quieras.

Le miró de reojo por un momento, dudaba en hablar, él no perdía la esperanza de que yo hablará más seguido.

- No me gusta el rosa, -digo en un hilo de voz. Casi no me escucha.

- ¿Qué color te gusta?

- Negro, -pronuncio en el mismo tono.

- Pues de negro para mi niña, -me acaricia la espalda. - Vamos a dejar que trabajen y que te pongan la habitación como has querido.

Asentí levemente dándole de la mano ya que me lo pedía constantemente, no me desagradaba, me gustaba que fuera así conmigo, solo mis compañeras eran así.

Después de un día de cuidados siendo duchada y vestida por mujeres siendo tratada como si fuera la princesa de un palacio.

Fui mejor alimentada que allí, todo en ese lugar era una mierda.

Sebastián me llevó a la cama viendo que le habían quitado el rosa por el negro, me gustaba mucho más.

Me arropó, -descansa, espero que no tengas otra pesadilla, piensa en la futura vida que vas a tener conmigo. Serás la niña más feliz del mundo, mi pequeña tormenta. - Me besa la frente.

Después apaga la luz, y cierra la puerta.

Cerré los ojos entrando en un profundo sueño, pero por desgracia tuve una pesadilla. Desperté gritando y llorando.

Eran las cuatro de la mañana, levanté mi cuerpo llorando como si me fuera la vida en ello.

Entre los llantos apareció Sebastián, -Maze, -al sentir sus manos en mi cuerpo subiéndome a su regazo mi llanto disminuyó.

Acariciaba mi cabeza, -estoy aquí, nadie te hará daño. - Lloraba, pero sin reventarme la voz. Siempre me sentía segura en sus brazos.

Una de las mujeres de mantenimiento apareció por la puerta, -señor, ¿está bien la niña? ¿Le ha pasado algo?

Amor perverso ✓ Completa [#II Saga emperadores de la mafia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora