~• Capítulo 52 •~

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Nickolay

Esto de dejarla a solas con el imbécil de su ex novio me está matando por dentro y las ganas de meterle una bala por el culo no me faltan. Odio cuando se aleja de mí, aunque sepa ahora mismo donde está sin mirar la ubicación de su microchip.

Tengo tanto miedo de que salga por esa puerta y no vuelva nunca, voy a hacer lo que sea para que no vuelva a irse. Lo primero es morderme la lengua cuando discuta con ella porque puedo cagarla, segundo es...

Un dolor en mi tobillo interrumpe mis pensamientos. Bajo mi mirada viendo al estúpido gato de mi esposa atacar mi pierna, —la madre que te...— Hago un esfuerzo inhumano intentando apartarle. Odio las malditas mascotas.

Le doy una patada, quise hacerlo con todas mis fuerzas, pero el dolor de la bala no me dejó. Lo que sintió el bicho fue un pequeño empujón que hizo que volviera hacía mí de nuevo.

— Joder, —¿qué mierda hago? Los gatos odian el agua, ¿no? Pues te vas a cagar.

Me acerco como puedo al fregadero, agarro un vaso, lo relleno de agua y se le tiro encima.

El bicho no tarda en soltarme y salir corriendo hacia las escaleras. Me apoyo en la encimera, sentía mucho dolor.

Agarré la muleta y me senté el en sofá a esperar a mi mujer. Seguro que anoche ese gilipollas se descojono de mí por dentro al ver mi collar. Ay, quiero matarlo.

Un mensaje llega a mi teléfono viendo el nombre de mi esposa, —quítate el collar que vuelvo con mi hijo.

Estupendo. Me lo quito, en el proceso escucho las llaves detrás de la puerta principal, subo la velocidad de mis dedos y cuando lo tengo en mis manos tiro este detrás de la televisión cuando están entrando por la puerta.

Me acaba de dar un micro infarto al verlos entrar y todavía no haberme quitado el maldito collar. Ahora no solo me dolía la pierna a matar, ahora el brazo.

Observo al niño. Físicamente es exactamente igual que ella, misma piel, ojos, cabello, hasta misma sonrisa. Sí, es su hijo.

Ahora mismo ganas de matarlo son más fuertes. Se lo quitó, la engaño, la arrancó de sus brazos y le ocultó que seguía vivo haciendo más daño a mi mujer. Voy a estrangularlo hasta que su corazón deje de latir.

Ambos se dirigen hacia mí. Me gustaría saber cómo me voy a comunicar con el niño si no sabe ruso e inglés, porque en español solo me sé las palabrotas.

Él le dice algo a su madre que no entendí, ella se ríe. Miró a otro lado con fastidio porque seguro que le ha dicho algo de mí antes de que llegarán.

Nick, te presentó a Alexander. — ¿Cómo que Alexander? ¿No era Hugo? ¿Le ha cambiado el nombre para que no lo encuentre? Joder, cada vez suma más razones para que lo mate.

— Encantado, Nick. — Pronuncia en inglés perfecto.

— Encantado, Alexander, —esto es demasiado confuso para mí. Necesito que Maze me explique esta situación tan rara.

— No, llámame Alex.

— Está bien, Alex. — Mi visita se cambia a ella y cruzamos miradas, se notaba demasiado mi confusión.

Ella mira su hijo, y le dice algo en español que no entiendo. Él solo asiente y sale corriendo escaleras arriba con una pequeña mochila azul.

— ¿Se puede saber qué es lo que le has dicho?

— Que subiera a dejar sus cosas arriba y que busque al gato que seguro te has peleado con él. — Dice a la vez que se sienta a mi lado izquierdo.

— Intuyes bien, cómo siempre me ataca. No entiendo cómo es que le caigo tan mal a ese bicho.

Amor perverso ✓ Completa [#II Saga emperadores de la mafia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora