~• Capítulo 42 •~

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Mazikeen

Después de que Nick se fuera dejé que mi gato caminara por donde quiera. Observé todo lo bien decorado que estaba y lo impecable.

Una puerta me llamó la atención, era roja que estaba debajo de las escaleras, fui a abrirla, pero tenía un candado gigante. ¿Qué habrá ahí dentro? Tengo tanta curiosidad, cuando venga Nick le preguntaré.

Subo las escaleras que solo daban a la habitación encima de la cocina. Una cama de matrimonio con sábanas blancas y grandes armarios que ocupaban el resto de la habitación además de las mesitas de noche a los lados de la cama.

Se siente cómodo y acogedor. Qué pena que mi gato lo vaya a llenar todo de pelos.

Seguro que la gente pensará que mi gato está entrenado por su actitud muy similar al mío, pero no. Nunca intenté lo más mínimo, solo le ha dado un techo, comida y todo lo que ha necesitado, nada más. Él así, es su personalidad. No le gusta la gente desconocida, solo me ama a mí.

Miró al michi que se acababa de acostar en la cama, —¿qué le hiciste para que quiera deshacerte de ti? — Me cruzo de brazos observándole mientras descansaba tranquilo.

Suspiro y me tumbo junto a él mirando el techo pensando en lo que he estado haciendo estos tres años. Quise tener una vida normal y no estar tan descontrolada al último momento.

Después de lo sucedido e irme no tenía un pilar de apoyo, pensaba que estaba sola y la lie parda en muchos países colocando bombas en edificios que pueden destruir una ciudad entera.

Busqué y busqué a Ghali por todas partes provocando que tenga constante mente episodios. Episodios en los que no escucho nada, toda mi vista se desenfoca y no veo nada, entonces en ese estado puedo destruirlo todo y no acordarme de nada cuando vuelvo a mí misma.

Esto me pasa desde los diez años, pero mi apa fue un gran pilar para mí y estuve hasta años sin que me diera episodios. Recuerdo que me dio uno cuando desperté al lado de Nick, el estrés vino a mí, no veía nada y no me acordaba de nada. Cuando salí del episodio la mano de Nick me estaba asfixiando, tuve un gran golpe de realidad.

Intente todo ese tiempo estar lo más lejos posible de él y estrés que me causaba su hermano. Desde ese entonces apenas me daba, hasta que murió mi padre, tenía episodios cada no sé cuánto tiempo, creo que cada cinco o cuatro horas. Estaba pasando por un estrés magistral y era peligrosa, se me pasaba cuando él estaba a mi lado.

Después de irme fui a peor. Viajaba de país en país para que no me pillaran. Estaba tan descontrolada que hasta destruí una ciudad entera.

Ya de ultimas quise tener una vida normal, pero me ha durado un mes porque mi querido esposo decidió aparecer. En el fondo me alegró de verle y saber la verdad, después de todo no le dejé hablar ese día porque me cegó lo que vi.

Llevo desde que él apareció sin que me den los episodios y me alegro. No quiero que me vea en ese estado y hacerle daño como aquel día. ¿Debería advertirle de mi estrés pos traumático? Niego con la cabeza.

No, cuando me sienta que me está dando me alejaré de él.

Suspiro profundamente. No había pasado ni diez minutos y me aburro de estar tan sumida en mis pensamientos y encima estoy de los nervios por los regalos que me tiene preparados.

Antes de poder levantarme me quedo sumida en un sueño profundo. Tengo una gran rapidez en dormir cuando quiero.

Siento besos en mi nuca, cuello y rostro, un cuerpo sobre mí que me abraza. Me sale una pequeña sonrisa y paso mis brazos por su hombro y por su costado abrazándole.

Amor perverso ✓ Completa [#II Saga emperadores de la mafia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora