El día tan esperado había llegado al fin, hoy haríamos la cena.
Nos encontraríamos con Bill por la tarde a preparar la comida.
No podía esperar, aún era temprano, pero muy pronto me encontraría cocinando junto a mi Billy.
Cuando ya estaba cerca de ser la hora de irme, decidí ducharme y acordarme bien para ver a mi pelinegro.
Lleve una mochila con ropa elegante y más de esas porquerías, porque me quedaría toda la tarde en casa de Bill, y tenía que alistarme un poco para cuando sea la cena, así que decidí cambiarme ahí.
Al estar completamente listo, me encaminé a su casa.
Al llegar, toqué el timbre, y en seguida, me encontré con un sonriente y hermoso Bill, estaba vestido de una forma bastante sexy, traía el cabello rebelde y con puntas paradas, le quedaba muy bien, y estaba maquillado de una forma muy profesional, parecía un cantante de rock, que tierno.
— Hola, Tomi — me saludo con una gran sonrisa.
— Hola, Billy , ¿ cómo estás ? — pregunté respondiéndole la sonrisa.
— Muy bien, ¿ y tú? ¿ Estás listo para hacer esto ? —
— Perfectamente, y claro, estoy listo para hacerlo — dije mientras le daba un beso en la mejilla en forma de saludo.
Entré a su casa y me di cuenta que no había nadie más que él, seguramente había sacado a su padre para que no estorbe y guardará la sorpresa de conocerme para cuando sea la cena.
Fuimos hacía la comida, y encontré miles de ingredientes y cosas por el estilo sobre la mesa —>> Pero me pregunto qué estaría planeando >> — me dije a mi mismo.
— Por si te lo preguntas, estaba pensando en preparar Fettuccini, ¿ sabes qué es, verdad ? — dijo como si hubiera leído mi mente.
— Si hablas de esa pasta llena de crema y jodidas mierdas que le ponen, sí, la conozco, es mi comida favorita — Bill sonrió con mi respuesta.
— También es mi comida favorita, tenemos mucho en común — dijo sonriendo.
Al pasar un muy buen rato.
Bill se encargaba de la pasta, y yo mientras tanto, cortaba los champiñones, justo lo que temía.
Pero, me divertía mucho junto a él, no era lo mismo hacerlo solo que con alguien al que quieres mucho, y así era con mi Billi, a pesar de lo que hacía, me sentía feliz junto a él.
— Terminé — dije mientras le pasaba los champiñones.
— Perfecto, ahora tienes que ponerlos en la mezcla de la crema, puedes terminarla, mientras yo sigo con esta maldita pasta que no se deja manipular tan fácilmente — Me reí con sus palabras.
Era las 5:30, y ya faltaba muy poco para terminar, y eso que la cena empezaba en pocos minutos, teníamos que apurarnos.
— Mejor es que te vayas a casa para alistarte, yo terminaré con esto —
— No, traje mi ropa, pensé que tal vez podría cambiarme aquí, si no te importa, claro, porque no quiero dejarte solo — dije acercándome a su cuello disfrutando el olor de su perfume.
— Perfecto, entonces ve a mi cuarto y date una ducha, porque hueles a champiñones, ¿ sabías ? En unos minutos subo contigo — dijo ignorando que este tan cerca de él.
Le obedecí y subí a su cuarto para ducharme. Saqué mi ropa de la mochila y la puse sobre la cama de Bill.
Saqué mi toalla y me desvestí hasta quedar completamente desnudo.
Entré al baño y encendí la ducha, mientras el agua corría por mi piel cubriendo cada parte de mi cuerpo con ella.
Cuando ya estaba a punto de salir, Bill tocó la puerta. — Tom, todo ya está listo, la comida se esta enfriando un poco, sal rápido para que yo también pueda darme una ducha — En ese momento salí, con una Toalla entre mi cintura y cubierto de gotitas de agua. — Ya salí — dije acercándome a Bill.
En eso, el entró rápidamente al baño y cerró la puerta, y volví a escuchar el agua correr.
Mientras Bill se duchaba, me vestí y acomodaba para la cena.
Traía una camisa con mangas muy elegantes de color celeste claro, muy claro, con un pantalón negro y zapatos del mismo color.
Lo único que me faltaba, era saber cómo llevaría las rastas.
No sabía si con mi gorra como siempre, sueltas o sin la gorra, ninguna de esas me convencía mucho, tendría que preguntarle a Bill que opinaba .
En ese momento, cuando ya estaba listo, Bill salió del baño con una toalla en su cintura.
Y volví a verlo, ese cuerpo perfectamente delgado y esbelto, algo blancuzco y ... Santa jodida mierda, esto era nuevo, jamás lo había visto, pero que mierda, tenía un tatuaje de estrella muy cerca de su entrepierna que jodidamente sexy. Me pasé la lengua por los labios al ver ese tatuaje.
Pero además porque tenía frente a mi, a un perfecto Bill desnudo, con gotitas cayendo de su piel, y con el cabello mojado, que sexy se le veía así.
— Ah, Tom — su voz sonó tímida.
— Sí, Bill —
— Podrías irte o ver hacia otro lado para que pueda vestirme — se sonrojó un poco.
— Claro — dije mientras me volteaba sin verlo. Escuche un leve suspiro, seguramente esperaba que me fuera.
Reí al pensarlo.
Me empezaba a imaginar a Bill completamente desnudo, me preguntaba que estaría haciendo y tenía grandes ganas de mirar hacia atrás y besarlo y tocar ese cuerpo y esa piel que me mataba de ganas de tocar.
— Hey Bill —
— Sí Tomi —
— Me gusta ese tatuaje de estrella que tienes, perdón por no haberlo visto antes, me gusta mucho —
— Gracias, por cierto, si quieres ya puedes ver, ya estoy casi listo — ¿ Casi ? genial, espero que este sin su camisa.
Volteé, mierda, ya estaba listo, ya no había más piel que ver, aunque su cabello seguía un poco mojado, genial.
Estaba vestido con botas negras decoradas con cadenas y otras mierdas, tenía un pantalón negro ajustado y en uno de los costados tenía cordones los cuales estaban perfectamente atados, y traía una camisa hasta sus codos, tipo ajustada y arrugado de color plomo, lo mejor es que era un poco transparente.
— Billy, te ves muy bien, eres hermoso — dije acercándome a él y sosteniéndolo de la cintura.
— Gracias, tu también, aunque aún me falta acomodarme el cabello y maquillarme un poco, pero si te sacarás la gorra, te verías mejor — Gruñí un poco, sabía que tenía que sacármela.
En ese momento me acerqué a su cuello y comencé a oler el dulce y delicioso olor que tenía, mientras que después comencé a besarle el cuello — Oh, Tomi — gimió Bill.
— ¿ Sí, Bill ? —
— Quiero, que me... quiero que me beses y me excites como nunca lo has hecho, házmelo hasta que no pueda más, hazlo por favor — La voz de Bill sonó provocativa y dulce.
Justo en ese momento en el cual iba a besarlo, escuchamos el timbre de la puerta, seguramente ya habían llegado, justo en la mejor parte. — Termina de alistarte, yo iré a recibirlos, y aún si quieres, haremos todo lo que quieras después — dije mientras le daba un beso corto pero muy dulce en sus labios, Bill asintió en el beso.
Baje las escaleras dejando que se terminará de alistar, justo tenían que llegar en el momento el cual disfrutaríamos los dos juntos, mierda, y yo que tenía tantas ganas, aunque ahora, tendría que ocuparme con la cena.
Pero después tendría que ocuparme de algunos besos que estaba planeando. Los cuales esperaba con ansias.
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|| Mi alma gemela ||
FanfictionTom es un chico de 16 años, que hace mucho no tiene novia. Empieza a buscar la persona ideal para que sea su alma gemela. Lo cual le puede complicar las cosas, lo puede herir de una forma que no se imaginaría. ¿ Logrará encontrar a la persona idea...