|| Mi alma gemela ||

capítulo 15.

Reproduzcan la canción : De mi - camila .
( será canción cable en el fic)

— ¡¡¡ Andreas!!

Volteo de inmediato encontrándose cara a cara conmigo.

De sus labios salía un hilo de saliva que hiba de los suyos hasta los del pelinegro, que pesadilla.

Bill me veía asustado y sonrojado, simplemente sabía que eso me enojaria al instante, y así era.

Mientras que el rubio me miraba sin miedo alguno, solo comenzaba a verme de una forma diciendo con su mirada << Te dije que era mío >>

Sonrió y le dio una lamida a los labios de mi pelinegro y se acercó a mi con los brazos cruzados.

— ¿ Qué es lo que quieres? — preguntó como si nada.

— ¿ Por qué hiciste eso ?

— ¿ Qué tiene que haga eso ? Puedo hacer lo que me plazca, y con quién quiera, a sí que vete, tengo cosas que hacer con mi Billy —

— Él no es tuyo, es mi Billy, y él lo sabe, déjalo ir —

— No, es mi Billy, yo estuve mucho más tiempo con él, y le gusta estar conmigo, le gusta que lo toque , le gusta que le de placer, y ahora, tengo que dárselo —

— Te equivocas maldito rubio, yo tengo que dárselo, es mío, y de nadie más, él se va conmigo — grité.

— Obligalo — Sus palabras eran tan odiosas como él, le lancé una mirada asesina y salté sobre él comenzando a golpearlo por todo su rostro y cuerpo con toda mi fuerza, mientras que él me lo devolvía fuertemente.

Pero yo ganaba.

En todo ese momento no había escuchado a Bill ni un momento, miré hacia donde respectivamente se encontraba, pero no estaba en ningún lugar.

De repente, como estaba distraído buscándolo, Andreas se lanzó sobre mi y comenzó a golpearme fuertemente mientras yo trataba de defenderme.

— Bill es mío y de nadie más — gritó el rubio.

— ¡¡¡ No ,no él es mío, su amor es mío, es mi alma gemela, es la persona que estuve buscando por toda mi vida y no lo dejaré ir, no dejaré que me lo arrebaten de las manos, es un regalo muy preciado para mi, es sagrado, preciado, es la mejor persona para mí, y yo logré encontrarlo !!! — grité lo más fuerte que pude, y le tiré un golpe lo más fuerte que pude, y le di una patada en su miembro, haciéndolo quedarse en coma del dolor.

— Espero que te haya quedado claro — dije mientras lo miraba recostado en el suelo.

Me pasé una mano por mis labios quitando la sangre que había ahí.

Miré alrededor, y no había rastro del pelinegro, no estaba por ningún lugar, decidí ir a buscarlo. 

Busqué por todas partes pero no lo encontré, decidí ir un rato al parque, seguramente lo encontraría ahí.

Pero no lo encontré, pensé que lo mejor sería volver a casa.

Pero sentí unas suaves manos que tocaban mis hombros y volteaban rápidamente, hasta sentir unos suaves y dulces labios tocar los míos en un beso bastante sensual.

Reconocía quien era, al separar sus labios de los míos, abrí los ojos encontrándome con la persona más hermosa del mundo, Bill.

— Perdón, perdón, por favor, perdón, por favor, no fue mi intención, yo no quería, perdón, perdón — suplicó mientras se apoyaba en mi pecho mientras comenzaba a llorar un poco.

— Bill, no llores, por favor, no tienes porque disculparte, entiendo muy bien la situación en que estuviste, pero, tú no tienes culpa, el que la tiene es Andreas, no tú, por favor no llores —

— Gracias, Tomi, me alegra que no estés enojado conmigo — dijo mientras comenzaba a llorar 

— Jamás me enojaría contigo, pero, ya no llores por favor, ya pasó, y no volverá a pasar —

— No, no lloro por eso, lloro porque escuché todo lo que dijiste sobre mi, antes de que dejes en coma a Andi, fue algo bastante tierno Tomi, no creí que pienses eso de mi, nadie jamás dijo algo así sobre mi, Te amo —

— Yo también te amo Billy, jamás te dejaré ir, eres mío, no hay vuelta atrás — dije mientras lo abrazaba fuertemente marcando mi propiedad.

Y comencé a besar su cuello sensualmente mientras acariciaba su miembro con mis manos, haciendo gemir a Bill.

— Tomi, hazme sentir pasión como dijiste — dijo entre gemidos.

— Aquí, no, vamos a otro lugar, porque, tal vez pueda aparecerse Andreas, y no quiero que nos moleste —

— Yo tampoco quiero —

Me volví a acercar a él juntando nuestros labios y volviéndolo a besar suavemente y sensualmente mientras jugábamos con nuestras lenguas.

El es mío...