Topo y Roberto acababan de tener una discusión. Nada nuevo, era algo normal en ellos.
— ¡Roberto él es mi amigo! No me podés decir a dónde puedo ir y dónde no —gritaba exaltado el menor mientras el de rulos lo seguía.
— ¿Por qué tenés tanta urgencia de irte? —dijo Roberto, con un falso tono de pena.
—Porque es mi amigo y me invitó a su casa, ¿No es algo normal?...
Topo bajó la mirada y se dió la vuelta, dándole la espalda a Roberto. Él por su parte entró en juego y se llevó las manos a la cara.
—Seguramente es porque lo querés más que a mí. ¿No es así? —Roberto fingía pena y pesar con cada uno de sus movimientos, su voz y la manera en la que miraba a Topo.
Topo soltó un suspiro pesado y miró a Roberto.
—No es eso, cariño —empezó el de lentes —. Solo quiero, separarme un poco de tí e ir a ver a mi amigo.
— ¿Y por qué te querrías “separar de mí”?, ¿No he sido suficientemente amable contigo?
Roberto miraba a Topo como sí fuera un perro abandonado. Topo intentaba no caer en sus trucos, pero en algún momento iba a terminar cediendo.
—No, no. Roberto no digas cosas que no son, por favor. Simplemente es lo que te dije antes. Es para que descansemos el uno del otro. Además, solo son unas horas en las que no voy a hacer nada “indebido” con mi amigo. ¿Okey?
—No, no estamos “okey”. Si tenés tanta urgencia de tener distancia conmigo, dímelo en la cara. Por favor —Roberto se llevó las manos a la cara como si fuera a llorar.
Cosa que no iba a hacer.
Topo miró a su pareja. Se acercó a Roberto y lo abrazó.
—Ya... Ya, no te pongas mal. Que si es por eso me quedo con vos.
— ¿En serio harías eso por mí? Awww, gracias gordo. Sos el mejor novio que podría tener.
—Ayer te dije que no me digas “gordo” —dijo Topo algo ofendido.
—A vos te molesta todo... Dios, no se te puede decir nada, además. ¡Ese es otro tema! —argumentó Roberto.
Los dos se quedaron callados por unos minutos. Solo se miraron. El ambiente era incómodo, el silencio, sus miradas y los sutiles gestos que hacían.
— ¿Entonces vas con tu “amigo”? —preguntó finalmente, Roberto.
—No... Me voy a quedar con vos, mi amor —dijo Topo.
Roberto sonrió, ahora de manera genuina. Había logrado su objetivo y eso lo hacía feliz. Topo era algo más secundario.
En realidad le daba igual sí se iba o no. Solo lo quería molestar un poco.
— ¿Ahora que querés hacer, Rober? —preguntó Topo mirando a su pareja.
—No te importa.
Respondió Roberto y se dió la vuelta. Se fue a la habitación de ambos y ahí se quedó.
— ¿Para qué querías que no vaya sí ahora me vas a tratar así? —pensó Topo y fue al comedor de la casa.
Se sentó y sacó su teléfono.
Le mandó un mensaje a Pedro. Uno de los miembros y amigos de la otra banda en la que estuvo Topo.
“No voy a poder ir a tu casa, Pedro. Tuve unos problemas con Roberto”
Decía el mensaje que mandó Topo.
Su amigo solo le respondió: “Okey, no hay problema. En otra ocasión será. ¿Vos estás bien?”
Topo dejó el mensaje como leído. Dejó su celular arriba de la mesa y fue con Roberto.
—Roberto, ¿Puedo entrar? —preguntó Topo desde afuera de la habitación.
—Si, hacé lo que vos quieras —dijo Roberto desde dentro de la habitación.
El menor entró en la habitación. Se sentó en la cama y miró a su pareja.
— ¿Estás enojado? —preguntó Topo.
—No, ¿Solo para eso viniste? —respondió cortante el mayor.
—Si... Perdón por molestar.
—Es lo único que sabés hacer bien.
— ¿Para eso querías que me quedara?
—No.
— ¿Entonces?
— ¿Vos me estás jodiendo, Gustavo? —exclamó el mayor.
En su tono y cara se notaba una mezcla de enojo y una tranquilidad agresiva. Nada agradable, no era una persona agradable.
—No, no... Perdón por decir eso, Roberto.
— “Perdón Roberto, no vuelve a pasar”, “perdón Roberto es que...”, “Perdon Roberto...”. ¿Es lo único que sabés decir? Déjate de joder.
Topo permaneció callado. Se levantó e iba a salir de la habitación pero antes le preguntó a Roberto:
— ¿Querés que cocine algo?
—No me importa —respondió Roberto.
El de lentes volvió a la cocina. Agarró su teléfono que había dejado en la mesa y le mandó un último mensaje a Pedro.
“No creo poder aguantarlo más, Pedro. Perdón por cambiarte de tema. Pero, ¿Podría hablarte de esto? Necesito desahogarme con alguien.”
No sé sí me gusta que los capítulos sean tan cortos. Pero tampoco siento que pueda poner mucho más.
Igualmente, no hay nada más que pueda decir.
Chau maricones. Cuídense, muak.
Total de palabras: 807.
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𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘔𝘢𝘳𝘪𝘤𝘰́𝘯 ♡ Violentometro // Titopo(n't)
Fanfiction"𝑇𝑜𝑑𝑜 𝒆𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒂𝒎𝒐𝒓, 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑎𝑠 𝑡𝑎𝑛 𝑚𝑎𝑟𝑖𝑐𝑜́𝑛, 𝑇𝑜𝑝𝑜" Me estaba aguantando las ganas de escribir una historia de este tipo. Y ahora la hice. · Ni siquiera me gusta el ship, lo eligió al azar una amiga. · Amo escribir a Robe...