XVIII // 𝘊𝘢𝘤𝘩𝘦𝘵𝘦𝘢𝘳

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Pasó una semana desde el último incidente.

Para suerte de Topo, no le pasó nada grave trás la pequeña caída. Para mala suerte de Roberto, a Topo no le pasó nada muy grave como para tener que cancelar el show de esa noche.

Igualmente, y volviendo al presente. Los dos se encontraban en un bar. Por sugerencia de Topo

Era de noche, estaban ahí para desconocerse un poco. Probablemente, serle infiel al otro frente a él y al día siguiente olvidar el hecho debido a la resaca.

Por sus propias palabras. “Si la billetera aguanta, tomaremos hasta morir por sobredosis de alcohol en sangre”.

Por parte de Topo, una excusa para emborracharse y olvidar todas las marcas visibles e invisibles que habían en su cuerpo desde que había empezado a salir con Roberto.

Por parte de Roberto, una excusa para besarse con alguna puta que estuviera por el bar.

Las dos excusas válidas considerando el estado mental de ambos. Aún así.

Tomaron, tomaron y tomaron. Sobre todo Topo, este empezó a ser más cariñoso de lo normal. Solo que no fue con Roberto.

Fue mucho más cariñoso con hombres que estaban ahí, por la misma o diferentes razones, que él; que con Roberto.

Eso claramente, enojó a su pareja. Que novedad.

Y la noche se resumió en eso. Topo intentando seducir torpemente a hombres heterosexuales que estaban en el bar. Y Roberto ocultando sus celos mientras intentaba coquetear con una mujer.

Que, lo único que le hizo, fue tirarle cerveza en la camisa.

La mañana siguiente. Los dos estaban tirados en la cama. Con resaca. Obviamente. Aunque, Roberto recordaba varios fragmentos de la noche.

No los recordaba bien, pero los recordaba. Y eso le pareció una razón lo suficientemente válida para despertar a su pareja a base de gritos, afirmaciones (falsas, pero ciertas para Roberto) y alguna que otra cachetada.

— ¿Qué pasó... Roberto? —preguntó Topo aún adormecido.

— ¿¡Te digo qué pasó!? ¡Anoche me engañaste frente a mis ojos! Te besaste con más de un hombre y me lo restregaste en la cara —afirmó el mayor. Para después proporcionarle una fuerte cachetada en la cara a su pareja.

Topo se sentó en la cama y se quedó en un estado defensivo ante lo que Roberto le decía.

Le dolía la cabeza, obviamente. Seguía con resaca después de todo, pero aún así. Hacía un intento de defenderse de Roberto.

— ¡Seguramente te estás inventando todo solo para tener una excusa para golpearme! Que es lo único que hacés bien, porque ni siquiera cantás bien, tu voz es taaan irritante —dijo Topo y cacheteó a su pareja.

Roberto no respondió después de eso. Solo miró a Topo con desprecio y se fue.












































Total de palabras: 452.

𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘔𝘢𝘳𝘪𝘤𝘰́𝘯 ♡ Violentometro // Titopo(n't)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora