X // 𝘐𝘯𝘵𝘪𝘮𝘪𝘥𝘢𝘳, 𝘢𝘮𝘦𝘯𝘢𝘻𝘢𝘳

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El cuarteto ya había empezado su gira. Ahora se encontraban en un país vecino, Argentina. Otro de los lugares que iban a “recorrer” en su gira.

Igualmente, eso no es de interés, no para la historia.

Topo y Roberto se encontraban en su habitación de hotel.

— ¿No podíamos ir a un Motel? —preguntó el mayor y miró a su pareja que estaba acostada en la otra cama.

— ¡Roberto! No podíamos hacer eso, ¿Y sí algún fan se daba cuenta?

— ¿Qué me importan los fans? Son como ratas que harían lo que sea por nosotros, sí se lo pedimos. Ellos no dirían nada.

—No todos...

—Dale, aunque sea por esta noche y volvemos mañana temprano. Nadie se va a dar cuenta.

— ¡No! Roberto, ya te lo dije. No podemos arriesgarnos de esa manera, a este punto de nuestras carreras somos figuras públicas. No es una decisión inteligente.

— ¿Me estás llamando idiota?

—No, ¿Por qué preguntás?

Roberto se levantó de la cama y se sentó al lado de Topo.

—Todavía me mentis... —Roberto se acostó a un lado de Topo —, como siempre.

— ¡No te estoy mintiendo! Nunca quise decirte ‘idiota’, perdóname si dí a entender eso.

—Topito, mírame cuando te hablo. Vos me conocés, no es como que seamos desconocidos. ¿O acabas de olvidar todo lo que hice por vos?

—No es eso, Roberto. Simplemente, no... No lo sé.

— ¿No lo sabés? —Roberto rió y agarró a Topo de la cara —, me estás vacilando, ¿Cierto?

—No, de verdad. Te estoy hablando en serio, no... No lo sé.

— ¿Entonces no hice nada por vos? —preguntó el vocalista con falsa tristeza.

— ¡No es eso! —respondió el menor.

Roberto volvió a sentarse en el borde de la cama.

—Háblame en serio, o esto se terminó —amenazó el mayor.

—Pero- —el guitarrista fue interrumpido por su pareja.

—No me interrumpas, menos si va a ser para decir: “pero”.

— ¡Roberto, sos un extremista de mierda! —respondió el guitarrista.

Los dos se quedaron callados. Ahora el ambiente se sentía más tenso y un escalofrío había recorrido el cuerpo del menor.

— ¿Encima te atreves a llamarme “extremista de mierda”? Topito yo quiero ser amable. Vos no cooperás...

—Perdón, Roberto. Te... ¡Te juro que nunca más te digo así! —prometió el menor.

Topo se levantó de la cama y se acercó a Roberto. Lo agarró de los hombros y lo acercó a él.

—No me dejes, por favor. Te juro que voy a cambiar... ¡Voy a ser perfecto para tí!

— ¿En serio? Entonces volvé a nacer, porque por como estás ahora. No creo que sea posible que cambies tanto —dijo el mayor y apartó al menor.

— ¡Haré lo que sea necesario! Pero no me dejes...

El guitarrista agarró la mano de su pareja y volvió a acercarlo a él.

El mayor lo apartó con desagrado y lo miró con enojo, después. Lo agarró de la muñeca.

—Me insistís, una vez más y no volvés a ver la luz del sol —volvió a amenazar el mayor.

Topo se quedó callado y solo se limitó a asentir con la cabeza y esperar a que Roberto lo soltara. Era lo mejor para él, era lo más satisfactorio para Roberto.

Amaba sentir que ganaba.

Nuevo capítulo, y esta vez no tardé tanto

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Nuevo capítulo, y esta vez no tardé tanto. 🥳

Creo que a partir del próximo capítulo, los capítulos van a ser más largos.

Así que ahora me despido.

Chau ratas inmundas, maricones, putos homosexuales, aberraciones de la naturaleza, seres horribles que nunca tuvieron que existir, fans del cuarteto, pendejos sin afecto materno (soy ese)/paterno, y sobre todo:

Chau mis amores, cuídense. Los amo, muak. 😘



























































Total de palabras: 600.

𝘊𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘔𝘢𝘳𝘪𝘤𝘰́𝘯 ♡ Violentometro // Titopo(n't)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora