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Cuando la comida se acabó y ambos hubieron organizado a la perfección las actividades de las próximas semanas, incluso aquella cita en el joyero, ambos estuvieron listos para salir de la oficina.

El trabajar, o ayudar, a Harry sería una tarea sencilla, enviar mails, responder teléfonos y recordar sus citas, así también como hacer reservaciones y llevarle el almuerzo. Definitivamente estaba sobre calificada para el puesto, sin embargo se alegraba de poder ayudar al hombre y aliviar un poco el peso de sus hombros, mientras intentaba dirigir una compañía exitosa.

Cipriano aún no volvía a la oficina, o al menos aun no lo había visto. Por lo que cuando subieron a el Audi de Harry y reviso las carpetas del informe, que ella misma había impreso luego de una pésima explicación por parte del empresario, no había mucho más en su cabeza que el entusiasmo de estar haciendo algo nuevo.

— ¿Y quien es este hombre? —, preguntó Rebekah, mientras se coloraba el cinturón de seguridad, luego de que el castaño se lo  recordara.

— Es un beneficiario, nuestra empresa da algunas donaciones para que ellos puedan seguir construyendo casas para la gente que se ha quedado en la calle debido a los derrumbes luego del huracán —, explicó y ella asintió suavemente, observando las fotografías de los edificios que se estaban construyendo.

— Esto se ve impresionante, Harry, es increíble lo que hacen —, susurro y el asintió suavemente, mientras avanzaba por Londres con tranquilidad.

— Es algo mínimo, pero me es agradable poder ayudar.

En cuanto llegaron a el edificio, Rebekah estuvo agradecida por estar vestida para la ocasión. Llevo su bolso a su hombro y camino al lado de Harry, quien le informaba que la reunión era simplemente para conseguir un seguimiento de las construcciones y renegociar en el caso de que se necesitara que la empresa brinde más apoyo para los barrios que se estaban construyendo.

— Señor Styles, un placer volver a verlo —, el hombre que los recibió tenía una sonrisa de lo más amable, mientras estrechaba la mano del castaño, quien recibía el gesto de la misma forma. — Tomen asiento por favor ¿gustan café?

— Por favor —, pidieron ambos al mismo tiempo, mientras se sentaban frente a la  elegante mesa de reuniones, en donde Rebekah dejó las carpetas y las repartió.

— Ella es Rebekah, es mi asistente temporal. Nos ayudará tomando notas y haciendo los cambios sobre las renovaciones —, Harry la introducción a la conversación y la mujer tomó la mano del empresario que los recibía.

— Es un placer, Rebekah. Soy Marcus, Marcus Singh –, el rubio se presentó, sonriéndole de la misma forma.

— El placer es mío. No dude en decirme si necesita algo.

Cuando los tres estuvieron sentados y los café estuvieron servidos, la conversación fue incluso más agradable de lo que realmente esperaba. Hacia muchos años no participaba de una reunión empresarial, sin embargo era más que obvio que entre Harry y Marcus había un vínculo de respeto y afecto que lograba mantener la tensión de una negociación casi nula.

Tomó notas y se mantuvo en silencio a menos que fuera necesario. Tomó su tablet e hizo unas cuantas modificaciones para nuevos contratos que se encargó de enviarle al abogado de la empresa, quien debía redactarlos y evaluarlos, juntos con los contadores y el equipo de trabajo de la compañía.

Finalmente todos se despidieron y ambos volvieron a la oficina, mientras charlaban respecto a las conversaciones de la reunión y lo agradable que había resultado todo, incluso de lo contentos que estaban por los avances que habían mostrado en la presentación que la empresa les había mostrado.

illicit affairs | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora