ᴀᴅɪᴠɪɴᴀ ǫᴜɪᴇɴ sᴏʏ [Finalizada]

5

Lando

Óscar me contó que Riri era una chica muy agradable. Y que ella me admiraba. Actué como si no tuviera ni puta idea, pero se le veía en los ojos. La clasificación hice una pole como una catedral, y la carrera... no fue tan bien. Luché como si me fuera la vida en ello, pero no tenía nada que hacer contra un holandés entrenado y un coche ganador.

Se suponía que esa noche correría por ahí, pero Lando Norris tiene otros planes. Me vestí con mi habitual ropa de fiesta y el icónico casco de carreras y me encaminé a la discoteca en la que todos habíamos quedado. Carlos me rodeó con el brazo en cuanto me vio y me pegó a él, ¿y a este que le ha dado?

-¿Tenías que aparecer así? -dice entre dientes.

-¿Qué problema hay?

-¿No sabes que eres buscado por la policía así vestido? ¡Quítate el casco! -me mira y me pega en el casco. Joder, me ha dejado tonto.

-¿Tú ves a la policía por aquí? Porque yo no -sacudí la cabeza intentando aliviar el aturdimiento.

-Dios, eres un imprudente... -se pasa una mano por la cara.

-Vengo así porque he invitado a Riri y con el casco puesto soy lo menos tímido que vas a conocer en tu vida.

-Escondiéndote detrás de una máscara, qué original -dice sarcástico.

-Cállate -quise replicar, pero me volvió a dar, me iba a enfadar pero encontré el motivo. Habían llegado-. What's up Riri?

-Buenas.

-¿Y este qué hace aquí? -pregunta la otra.

-Pasarme a saludar, no te jode...

-Zasca.

-Eh, nosotros ya entramos, si os apetece quedaros fuera... -comentó Russell, por lo que fuimos detrás de él.

Al entrar, la música invadió nuestros oídos. Muchas miradas fueron hacia ella, no me extrañaba, estaba preciosa.

-¿No te quitas el casco?

-Ya sabes cómo soy... -me encojo de hombros.

-Igual que el otro, vaya.

-¿Qué otro? -me hago el loco.

-El que te conteeee.

-Ah, el random ese. Vale.

-Ese, ese.

-Me gusta ir con el casco puesto.

-¿No le vas a cumplir el sueño a una fan?

-¿El sueño de...?

-Verte.

-Me ves en las carreras -encojo los hombros.

-Bueno... -se alejó de mí e hizo el amago de irse, pero la cogí del brazo acercándola de nuevo.

-Tú ganas -me lo quité.

-No era tan difícil.

-Sí lo era, solo no quería que te fueras.

-No me he ido y te he podido ver, todos felices.

Sonreí. Esta chica va a ser mi perdición si las cosas siguen así. Estaba tan guapa que juraría que algunos me miraban mal por el simple hecho de estar hablando con ella.

-Tengo unas ganas de volver a ser copiloto de un coche. Boof.

-¿Eres copiloto? ¿De qué?

-De mi amigo.