Lando
Si ella supiera lo cachondo que me pone que me mire como si fuera la cosa más bonita del mundo con esos ojos marrones, grandes y con pestañas largas, creo que sí que se habría tomado en serio mi "broma". La tenía dormida a mi lado, se veía tan inocente... Que pena que yo sea un guarro y no sepa lo que es la delicadeza de una primera vez.
–Lando... –habló en sueños. Agudicé el oído, quería saber qué iba a decir– Dios... –¿gimió? Esto es una broma. A mí me graban. ¿Estaba follando conmigo en sueños? Joder, esto es nuevo.
Creo que de no ser por mi increíble autocontrol, mi polla se pasaría la mayor parte de los días y horas erecta.
–Duele...
¿Qué? ¿Cómo va a doler? No debería doler.
–Acuérdate que soy... virgen. Dios...
Vale. Suficiente por hoy. Son las cuatro y media de la mañana. Tienes que seguir con tu sueño reparador.
Pero eso no me ayudó. Esa noche yo soñé lo mismo, pero estaba actuando como una puta barata. No, en mis sueños no era virgen. Que ahora que pensaba, ahora entendía que fuera tan inocente. Y no sé si me ponía más cuando parecía que no lo era o cuando actuaba como tal. Pero definitivamente, prefería estar despierto con ella, ahí se la veía como era verdaderamente. Y sí, la deseo. Pero yo no conocía hacía ya años la delicadeza, y ella era tan frágil que la rompería en pedazos si hacía de las mías.
Desperté a la mañana siguiente, no sé en qué momento me dormí, seguramente entre pensamientos guarros y a la vez delicados, me dormí. Ella no estaba en la cama, al principio me levanté angustiado, pero al ver al perro sentado enfrente de la puerta y el agua de la ducha, supe que no tenía de qué preocuparme. Pensé en entrar, pero no iba a perturbar su privacidad así como así. Tenía que pensar muy bien en mis jugadas desde ahora, saber mover ficha, porque un paso en falso y acabaré de patitas en la calle. Por no mencionar que ya han pasado cinco días y me queda hasta mañana por la noche para hacer lo que sea que tenga que hacer con ella. Al oír el agua apagarse, me fui al salón para no asustarla al salir.
–¿Lando?
–Estoy aquí –me giré. Emmmm... De no ser por su mano, la toalla estaría en el suelo. Y mi mejor amigo, sí, todos sabemos de quién y qué estoy hablando, empezaba a hacer acto de presencia..
–Buenos días.
–... Buenos días –mira lo que sea, pero sus tetas no. Fallaste, enhorabuena.
–¿Has dormido bien? –pregunta mientras va a su cocina a prepararse un café. Tenía como un ventanal pero sin cristal, que conseguía poder vernos y hablar desde las distancias.
–Sí, sí... –¿Alguna vez habéis visto un culo que habéis tenido que mirar dos veces? Vale, ella tenía ese culo.
–Genial.
Y no se daba cuenta. O eso o se hacía la tonta. Eso de jugar estratégicamente es cosa de Carlos, yo voy a lo bruto.
–¿Café?
–Sí –escupemelo en la boca.
Das asco.
Habla mi conciencia.
Lo sé.
Le contesto.
Tardó un rato y vino. Quería concentrarme en cualquier cosa que no fueran las gotas que le escurrían del pelo hasta sus pechos, pero era demasiado difícil. Dios, ¿por qué me castigas? Lo peor es que no se veía apenas nada, pero no podía dejar de mirar. Para cuando la miré a los ojos, ella ya estaba mirándome a los míos. Fuck.
–Se te va a enfriar.
Con lo caliente que estoy lo dudo. Me bebí el café bajo su mirada.
–¿No te vas a vestir? –por dios. No aguantaré más y esto va a levantarse cual castillo hinchable.
–Estoy bien.
JODERRRRR. Cómo la cosa siga así... ¿Sabes qué? La vida es una, me la suda.
Dejé la taza en la mesa de delante del sofá y la volví a mirar a los ojos. Ella no entendía nada, al cogerla de las mejillas y acercar mi cara a la suya supo lo que iba a hacer.
–Lando.
Paré en seco.
–Yo también me muero por besarte, pero antes de hacer nada quiero conocerte mejor...
No me quedaba de otra que meterme todas las ganas que tenía por el culo y respetarla.
–No veo el problema de besarnos si los dos tenemos ganas... –su cara estaba roja y juraría que estaba temblando.
–Prefiero hacer las cosas con cabeza y no con lo que digan mis hormonas.
–¿Hormonas? –me extrañé.
–Las hormonas son muy traviesas.
–Qué me vas a decir –suspiré. Lo que era yo a los 19, madre de dios–. Tranquila –di un beso en su frente–. Tengo que decirte que me voy mañana por la noche, e iba a sugerirte una locura, pero... –sus ojos me miran, vivarachos y expectantes–. ¿Quieres venirte conmigo?
–¿A dónde?
–A viajar por el mundo mientras trabajo –mientras corro, quiero decir.
–Eso es una locura. No puedo estar sin trabajar.
–Yo te mantengo –me encojo de hombros.
–Sueña.
–Pues no vengas, yo quería seguir pasando tiempo contigo, pero bueno... –parece que está barajando sus opciones. Por favor, di que sí...
–Voy encantada, pero no me gusta estar sin hacer nada. Me gusta trabajar.
–¿Qué estudiabas?
–Mecánica.
–Veré que puedo hacer –sonrío, sus ojos brillan como estrellas–. ¿Te molestaría ser un poquito enchufada?
–Depende para qué.
–No creo que se te dé mal hacer las paradas en boxes...
–Voy.
Sonrío de oreja a oreja. Punto para Norris, como siempre.
ESTÁS LEYENDO
ᴀᴅɪᴠɪɴᴀ ǫᴜɪᴇɴ sᴏʏ [Finalizada]
FanfictionPiloto de Fórmula 1 de día, y de noche, de carreras ilegales. Ella lo conoce siendo L, pero lo que no se espera es que sea el chico por el que lleva chillando y llorando los fines de semana desde que lo conoce. Ella no confía en él, y él le abre las...