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Rihanna

Pasaba mucho tiempo desde entonces con Toto, era como un padre. De hecho había empezado a hablar con Lewis y George de nuevo desde que estaba por ahí. Y Logan y Óscar seguían siendo mis dos. Éramos tan unidos que cuando faltaba uno preguntaban dónde estaba. Y George, aún me acuerdo de lo que pasó entre nosotros. Y qué vergüenza me dio enterarme de que los demás en Mercedes también lo sabían.

–¡HOLA, FAMILIA MERCEDES!

Roscoe vino corriendo, ladrando alegremente y dando vueltas sobre sí mismo.

–Cositaa.

–Llegó la mosquetera –así nos llamaban a mí y a mi trío. Los tres mosqueteros.

–Hola muy buenas.

–¿Cómo estás hoy?

–Mejor.

–Hoy ha vuelto Lando, ¿cómo ha ido?

–Bien, sin más.

–¿Sin más? –ambos se extrañaron.

–Les he deseado suerte y me he puesto a hablar con Óscar.

–Pues para ser "el amor de tu vida" poco me parece –dice Torger al llegar.

–¿De qué hablas?

–¿Me dirás que no has hablado nada con él?

–No.

–Yo hablaría con él, aunque no tuviera nada que ver. Cordialidad. Una relación profesional. No lo ignores, vas a confundirlo.

–No lo ignoro.

–¿Y lo evitas?

–No.

–Entonces sigue así.

–Pues yo creo que te necesita –Lewis se encoge de hombros.

–Bueno...

–Aunque sea como amiga.

–No lo sé.

–¿Pero tú lo sigues queriendo? –pregunta George.

–Claro.

–¿Y lo que te ha frenado... es que no quiere tener hijos? Vamos a ver, vamos a ver... –se ríe–, para un segundo. Yo tampoco los quería hasta que conocí a una chica que sí me hizo querer tenerlos. Y otra cosa te voy a decir, me juego el cuello a que si tú vas, y le preguntas ahora mismo si los quiere, te va a decir que sí.

–No quiero que quiera hijos por complacerme a mí.

–No sería por complacerte a ti. Sino por estar tan enamorado que lo quieres todo con esa persona.

–Ya...

–Yo soy tu y salgo corriendo a buscarlo.

Suspiré. Estaba intentando superarlo, y que me dijeran estas cosas retrasaba el proceso que me estaba tomando. Además, él mismo había decidido echarme de su vida bloqueándome. ¿Por qué insistían tanto en que me necesitaba? Tal vez, porque sabían cosas que yo no.

Esa misma tarde me la tomé libre para descansar e ir al spa. Me encantaba relajarme, y de esos sitios siempre salía como nueva. Estaba sola, sin nadie del equipo. También me vendría bien pasar ratos solas y desconectar para encontrarme a mí misma.

Los chorros de las piscinas eran increíbles, y te dejaban tan relajada... Siempre pienso en cosas cuando estoy con los ojos cerrados. Y entre las mil cosas que la vocecilla de mi cabeza me podía decir me tenía que soltar: no te baja la regla. Y era verdad. No me estaba bajando. Hacía dos semanas que tendría que haberme bajado. Me acordé de la última vez. Sin condón. Se corrió adentro. Y no solo esa, sino las anteriores. Joder, ¿me iba a pasar algo más? Podía ser que estuviera embarazada o que fuera el estrés, seguro que era el estrés. No pasa nada. Empecé a angustiarme. Tengo que ir a un ginecólogo cuanto antes.

ᴀᴅɪᴠɪɴᴀ ǫᴜɪᴇɴ sᴏʏ [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora