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Rihanna

Había pasado un mes. Lando me acompañaba a todo. Se acercaba navidad y me hacía especial ilusión pasarlo con él. Sabía que sus regalos eran a lo grande, y teniendo en cuenta eso, yo no sabía qué regalarle a él. Lo tenía literalmente todo, y si no lo tenía, podía comprárselo.

–Charles, necesito tu ayuda –me senté a su lado en el sofá.

–Cuéntame.

–No sé que puedo regalarle a Lando...

–A ver, es que el regalo ya se lo has hecho... –se ríe poniendo la mano en mi barriga.

–Ya... –reí–, pero algo material.

–... Joder. Es que lo tiene todo –suspira–, Agatha está igual que tú conmigo.

–Pfff...

–Te diría que no le regales nada, porque lo mejor que puede tener es estar contigo, pero si quieres regalarle algo... Regalale algo para que te recuerde cuando estéis lejos.

–Y aún así, no sé.

–Pues vamos bien... –se ríe–, tal vez podrías regalarle un peluche. A falta de tu, que lo abrace a él. Es que no sé qué decirte...

–Bueno.

–Llévatelo de viaje a algún sitio que nunca haya pisado. Estoy totalmente seguro de que no ha ido a Santorini en su puta vida.

–Buena idea.

–Si necesitas ayuda para pagarlo, yo me presto. No te pediré que me lo devuelvas.

–Tranquilo. Así le doy la noticia del sexo del bebé... ya sé lo que es.

–DÍMELO –el menos cotilla.

–Niño.

–Mierda.

Reí. Tenía ganas de ver la cara de Lando cuando se lo dijera.

–Ya sé lo que haré. Compraré algo de bebé para darle la noticia de niño y el viaje de... cuatro días o así.

–¿A quién le vas a dejar el niño?

–Ni idea.

–Pues ve pensando si es que te quieres ir... –se ríe.

–Con Agatha supongo.

–Entonces me lo vas a dejar a mi también.

–¿Tu no vas a estar en los Gp o qué?

–Si te lo vas a llevar en sus días libres, yo también libro, imbécil.

–Claro...

–Llévatelo en verano. En invierno no se puede hacer nada allí.

–Ni siquiera sabes donde lo voy a llevar.

–¿Y a donde lo quieres llevar, lista? –es como el amigo gay. Le gustan las mujeres como a un tonto le gusta un lápiz, pero su vibra conmigo es totalmente gay.

–No sé.

–Pues vas bien.

–Que sí, calla.

–¿Tienes algo pensado...? Dime al menos que tienes una idea de donde quieres ir.

–Supongo que zonas de mar y calorcito.

–Conozco un par –sonríe.

–Chico listo... Habla.

–Bali, Hawaii, República Dominicana... Puerto Rico, también.

–Hawaii suena muy bien.

–Pues ala. Ya lo tienes.

ᴀᴅɪᴠɪɴᴀ ǫᴜɪᴇɴ sᴏʏ [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora